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También se ajustó el consumo de diferentes procesos productivos de ese recinto:
La estatal viene trabajando desde 2018 diferentes proyectos para atenuar los efectos de la megasequía, en una división que espera superar las 460 mil toneladas de cobre este año.
Los efectos de la megasequía que afecta a gran parte del país se están viendo también en la industria minera, llevando a las empresas del sector a tomar importantes medidas de prevención para acotar las consecuencias.
Prueba de ello es la situación por la que atraviesa la división El Teniente, de la estatal Codelco, que por estos días distribuyó un inquietante informativo entre los trabajadores de ese recinto. Se trata de las medidas que están implementando en esa división, entre las que se incluye el racionamiento del recurso hídrico, el cual se inició el 27 de diciembre pasado y afecta a todos los campamentos del área alta y de Rancagua, a excepción de las oficinas, entre las 8:30 y 11:30 de la mañana.
Según se explica en el documento al cual tuvo acceso “El Mercurio”, la medida busca asegurar la continuidad operativa de la división más importante de Codelco.
En efecto, el histórico recinto acumula a octubre de 2019 —última cifra disponible—, unas 365 mil toneladas de cobre fino, siendo superada a nivel país solo por las faenas de Minera Escondida y Collahuasi.
En tanto, para el ejercicio actual, se proyecta que la producción supere las 460 mil toneladas. En el mismo documento se reconoce que los impactos potenciales para este año, a raíz de la falta de agua, están asociados a una menor producción a partir del mes de abril, relacionada con una posible detención parcial de parte de los procesos, situación que podría empeorar aún más en los años venideros.
“Ya no es solamente un tema de conciencia, sino de acción Es necesario tomar medidas mucho más duras que las que adoptamos cuando iniciábamos este proceso. Ahora debemos pasar a la acción y eso nos obliga a un esfuerzo adicional que estamos empezando a materializar en la división”, comentó el gerente de tranques, relaves y recursos hídricos de El Teniente, Germán Sandoval. Es en esta línea, además del racionamiento para las personas, que se están impulsando en la división ajustes en el uso del agua en distintos procesos productivos, lo que implica disminuir la demanda por el vital elemento en lugares como la mina, planta y fundición, complementando además la oferta mediante el aporte de agua subterránea. Junto con lo anterior, la minera busca reducir fuertemente el uso de agua fresca, a través de un tratamiento más eficiente de los relaves mineros de la división, subiendo a un 60% la cantidad de sólidos en estos sitios. “El peor escenario” Si bien desde Codelco destacan que dentro de la programación para el año no se vislumbra un impacto, sí reconocen que “tenemos que prepararnos para el peor escenario”, y es por eso que aunque es temprano para contar con pronósticos certeros de lo que ocurrirá de abril en adelante, se decidió considerar este ejercicio como un año seco. Todo esto, luego que en 2019 el caudal del río Blanco —principal afluente de la división El Teniente— bajó considerablemente, afectando las reservas de agua que la estatal tiene en el embalse Sapos, que cuenta con una capacidad de 6 millones de metros cúbicos.
“Vamos a llegar a un tercio de lo habitual, eso da cuenta de que el problema es mucho más urgente de lo que pensábamos”, agregan desde la minera.
Buscando disminuir los efectos de esta gran sequía, Codelco ha implementado una serie de proyectos en un plan que comenzó en 2018.
Se trata de tres iniciativas que en su conjunto suman más de US$ 170 millones, destinados principalmente al mejoramiento de los sistemas de impulsión de agua existentes en la zona. A esto se suma una iniciativa que se busca desarrollar a futuro (más allá de 2023), en la que se está estudiando la recirculación de agua desde el embalse Carén, con una inversión estimada por sobre los US$ 400 millones.
ESCASEZ Según Meteorología, el déficit hídrico de Rancagua fluctúa entre un 70% y 90%.
Sequía obliga al sector minero a adoptar medidas Las medidas adoptadas por Codelco no son las primeras que se ven en la industria para enfrentar la grave escasez de agua por la que atraviesa actualmente el país.
Una de las últimas en conocerse fue la de Los Bronces, controlada por Anglo American y ubicada en las afueras de la Región Metropolitana. La minera se ha visto fuertemente afectada por la falta de agua, por lo que acordó con la propia Codelco la compra del suministro proveniente de los relaves de la división Andina, proyecto que se encuentra judicializado por la reclamación de los agricultores de la zona. Junto con esto, desde hace ya varios años las empresas vienen elevando su consumo de agua de mar, como Minera Escondida, que en su estrategia a 2030 incluyó la construcción de la desaladora más grande del continente, inaugurada en 2018.
Se trata de EWS, ubica= da en Puerto Coloso, en la Región de Antofagasta, cuya capacidad de tratamiento es de 2.500 litros por segundo.
Una estrategia similar viene desarrollando Codelco en el Distrito Norte, que incluye las operaciones que tiene la minera en Calama. En el mes de noviembre, la estatal asignó la construcción de una planta desaladora valorada en más de US$ 1.000 millones, proceso que luego fue anulado, pero que resulta clave para el futuro de estas faenas del norte.
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