Crisis en la agricultura: “No hay agua para cultivos ni jóvenes que quieran trabajar en el campo”
Ejecutivos de Indap buscan opciones para enfrentar la sequía con acumuladores, capacitaciones, créditos y forraje, pero aun así no es suficiente
Adolfo Sandoval Lenz es coordinador de riego del Instituto de Desarrollo Agropecuario de La Calera. También tiene funciones a nivel regional en el tema y desciende de un reconocido académico y profesor de lenguaje. “Mi abuelo Rodolfo Lenz -dicefue docente en la Universidad de Chile”. Trabaja en la zonadesde hace un tiempo tratando de aportar con sus conocimientos para apoyar a los pequeños agricultores en este largo periodo de sequía. Aclara que los datos científicos de la escasez hídrica están en manos de otras reparticiones públicas y privadas y que él sólo habla de percepciones. “Lo que vemos en los campos es que, cada vez, hay menos agua. Una de las opciones es tener un acumulador que le permita al agricultor guardar
algo del agua que le corresponde y que la pueda ocupar en otro momento, cuando se le haga más difícil obtenerla”, dice. Por lo mismo, asegura que se está tratando de implementar este sistema en las comunas de Hijuelas y la Calera, donde aún se tiene algún acceso al agua del río Aconcagua. En Nogales y El Melón, donde no hay aguas superficiales, se trata de trabajar mejor los pozos. “A través de bombas se lleva el agua a acumuladores para tener un caudal instantáneo y cuando se requiera. Pero no sacamos nada con poner acumuladores si no tenemos una tecnificación del riego. Tirar el agua a la tierra O regar directamente es bajar su eficiencia en un 40 o 50 por ciento, mientras con un riego tecnificado podemos llegar al uso efectivo
del agua en hasta un 90 por ciento”, enfatiza. “LA IDEA NO ES CRECER SINO MANTENER” Para Adolfo Sandoval, la situación de escasez hídrica es muy compleja. “La idea nuestra -señalano es crecersino mantener los cultivos o analizar si conviene achicarse un poco, dependiendo
De la seguridad de riego que tenga cada agricultor. No se puede arriesgar. No lo hacen ni los que dan pronósticos, pues es muy arriesgado. Es difícil prever lo que va a ocurrir, más cuando esta zona ya está en el límite del desierto, con una población que crece y, por lo tanto, con una consumo mayor de agua”. Adolfo Sandoval aborda también un punto importante que afecta a un gran número de pequeños agricultores, muchos de ellos que son derivados de la Reforma Agraria. “Estamos trabajando con el Servicio Agrícola y Ganadero, especialmente en los sectores rurales de La Calera, para que puedan ejercer sus derechos sobre agua superficiales, como esteros y canales. Lo ideal es que cuenten con esos derechos para que puedan mantenerse en la agricultura”. INDAP EN LA CALERA, HIJUELAS Y NOGALES Entretanto, Cristian Tapia Tapia es ejecutivo del Area La Calera de Indap. “Hay varios programas que desarrolla, normalmente, el Instituto en la zona. Hay oficinas del Proyecto de Desarrollo Local en La Calera, Nogales e Hijuelas, donde se trabaja en equipo. También aportamos a través de los Servicios de Asesoría Técnica y se apoya en hortalizas, frutales y flores junto a otros programas que apoyan necesidades de jóvenes, mujeres campesinas, turismo y otros”.
Sin embargo, la urgencia generada por la sequía también está siendo asumida por Indap, donde pueden recurrir los pequeños agricultores. “Aparte de seguir con las capacitaciones, los apoyos y los créditos, se ha tenido que entregar forraje para muchos agricultores que han sufrido por la escasez de alimento para sus animales. En lo inmediato, es posible ayudar con todas las opciones que tiene el instituto. En general, apoyamos iniciativas de unos 700 agricultores en esta área de La Calera”. Para Cristian Tapia, la actividad agrícola “es muy sacrificada y requiere de todos los apoyos posibles. Tenemos un problema serio, respecto de muchos campos que han sido utilizados
como terrenos para poblaciones y, también, hay una generación de jóvenes que quieren ser parte de las ciudades y dejar la agricultura. La parcela que heredaron ha sido dividida. Tenemos muy poco agricultores jóvenes. El promedio nuestro es de más de 40 años. La agricultura no es sólo una ocupación para aportar alimentos, sino también una cultura que hay que mantener vigente”.