El Agua es un Derecho Humano
E ntre los muchos desafíos que nos impone el cambio climático, la seguridad hídrica, sin lugar a dudas, está entre las mayores prioridades. El agua es un elemento esencial para la vida y el funcionamiento de los ecosistemas, y es considerado un Derecho Humano en el marco jurídico internacional actual. En efecto, el 28 de Julio de 2010 Chile votó favorablemente la Resolución 64/292 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se “reconoce que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”. Asi mismo, dicha Resolución exhorta a los Estados y las organizaciones internacionales a que proporcionen recursos financieros y tecnológicos para brindar a la población un acceso económico al agua potable y el saneamiento. Desagraciadamente, el marco regulatorio vigente en nuestro país es insuficiente para garantizar estos derechos fundamentales. En efecto, la Constitución Política actual establece en su artículo 19 número 24 que “os derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos”. Estos derechos son otorgados a perpetuidad, lo que dificulta cualquier acción pública para intervenir los recursos hídricos y asegurar la provisión de agua para consumo humano, sobre todo en comunidades más vulnerables. Actualmente, alrededor de 12 millones de compatriotas viven en zonas de emergencia hídrica, con un riesgo significativo en el suministro de agua potable, acompañado de graves efectos sobre la producción de alimentos de origen animal y vegetal, con particular severidad en los pequeños propietarios agricolas. Si bien la declaración de zonas de emergencia implica destinar recursos de carácter paliativo, es importante desarrollar políticas públicas efectivas que permitan prevenir y corregir las inequidades que hoy existen en el acceso al vital recurso. Se requiere con urgencia reformular el actual marco legal con el propósito de consagrar las aguas del país como un bien de uso público, de manera de priorizar los usos del agua, resguardar los usos comunitarios ancestrales, mantener caudales ecológicos y establecer límites temporales al aprovechamiento privado de aguas. El reciente rechazo a la idea de legislar sobre estas materias por parte del Senado es una clara demostración de que los actores políticos no están comprendiendo la urgencia de estas materias en orden a alcanzar una seguridad hídrica que permita al Estado de Chile hacer frente a los desafíos y amenazas del cambio climático.
Claudio Zaror Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Quimica Universidad de Concepción