Cuando la sequía requiere innovación
La crisis hídrica es una realidad mundial y nos toca fuertemente en Latinoamérica: 37 millones de personas carecen de acceso a agua potable y casi 110 millones no tienen acceso a saneamiento, y se pronostica que de aquí al 2025 la mitad de la población mundial vivirá en zona con escasez. Chile no está ajeno a esta problemática: este fenómeno afecta a cerca de un millón de personas que no tienen acceso asegurado a este vital recurso y, como refleja un estudio de la Fundación Amulén, hay una estrecha relación entre el acceso al agua y la pobreza, ya que impacta en el desarrollo de múltiples dimensiones, como salud, educación e incluso equidad de género. Hace ya cinco años los líderes mundiales se comprometieron, al alero de las Naciones Unidas, a desarrollar un conjunto de objetivos globales para asegurar la prosperidad como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible para los próximos 10 años, conocida como Agenda 2030, desde la certeza de que tanto los gobiernos como el sector privado y sociedad civil debían hacer su parte. Desde esta lógica nace Water Challenge, iniciativa de Softys, compañía líder en América Latina en el desarrollo de marcas y productos para el cuidado de las personas, que en alianza con el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini y la Fundación Amulén, busca convocar a emprendedores/as que desarrollen soluciones innovadoras que permitan brindar acceso a agua potable. El concurso se desarrollará por etapas y se premiará a tres ganadores, quienes obtendrán financiamiento, y donde además el primer lugar recibirá una orden de compra por parte de Softys para implementar su solución en alguna localidad carente de Latinoamérica.
En Softys, en concordancia con el enfoque estratégico de Empresas y bajo nuestro propósito de innovar para el cuidado de las personas, buscamos integrar la sostenibilidad en cada una de nuestras operaciones e iniciativas, porque sabemos que las prácticas de negocio sostenibles son el único camino viable para lograr que una empresa se proyecte en el largo plazo. Por eso, estamos trabajando con ahínco en ser una empresa cero residuo industrial a vertedero, en disminuir en un 25% nuestro uso industrial de agua en los próximos 5 años y en reducir en un 50% nuestras emisiones de gases efecto invernadero al 2030, metas que sin duda nos permitirán lograr un impacto positivo y de creación de valor en nuestro entorno, donde las alianzas son y serán clave para avanzar a paso firme.
Nicole Sansone, Gerente de Sostenibilidad de Softys.