EJEMPLOS PARA QUINTERO
Presentamos los casos de cuatro ciudades que enfrentaron y lograron superar un grave deterioro ambiental generado por la acción industrial, como el que hoy sufren Quintero y Puchuncaví.
Cubatáo nadie quería ir. Ni siquiera de visita. Allí se olía y se sentía la fatalidad muy cerca. Por algo la llamaron el "Valle de la Muerte”. También se la conoció como la "Capital Química” de Brasil y "el lugar más contaminado del mundo”. Por décadas, su población lo pasó pésimo. Muchos bebés nacieron sin cerebro o con graves deformaciones esqueléticas. La incidencia de cáncer de pulmón, garganta o páncreas era más del doble del promedio de otras partes, mientras que los cánceres del sistema nervioso y vejiga tenían una prevalencia mucho mayor. Todo, a solo 12 kilómetros del puerto de Santos y a unos 100 km del gigante Sao Paulo. La culpa la tuvo la lluvia ácida generada por las industrias, que según decía la población “mordía” por el escozor que producía al contacto con la piel.
Haciendo un símil, Cubatáo fue en su tiempo oscuro como el Puchuncavi-Quintero de nuestros días, aunque la polución descontrolada ya es parte de su pasado. Tal como ocurre también en Bilbao (España), Adelaida (Australia) y Essen (Alemania), ejemplos de superación ambiental que revisamos a continuación.
MECA INDUSTRIAL
En Cubatáo todavía se registran a veces negativos índices de calidad del aire, aunque nada comparados con los pésimos registros previos a los años 90, cuando se comenzaron a implementar medidas para controlar las emisiones de las fábricas, lográndose reducir los niveles de polución hasta en 90%. ¿Cómo se originó el problema ambiental? Por su cercanía con el mayor puerto de América Latina y de la industrializada Sao Paulo, en los años 50 comenzó a recibir a numerosas fábricas. Así, la estatal Petrobras construyó una enorme refinería y luego se afincaron empresas de fertilizantes, cemento y químicos como Carbocloro, seguidas de la gigante siderúrgica Cosipa que llegó a emplear hasta 15.000 trabajadores. “Fue una concentración industrial sin precedentes y sin ningún tipo de control ambiental. Diariamente, las chimeneas, calderas y desagúes de las plantas y fábricas vertían a la atmósfera, acuíferos y suelo cientos de toneladas de contaminantes”, señala un reportaje sobre lo sucedido. El deterioro ambiental tuvo su punto más álgido en febrero de 1984, cuando una favela de la ciudad fue afectada por un enorme derrame de petróleo que generó un incendio que destruyó más de 1. 000 casas y mató a más de 100 personas. El evidente desequilibrio ecológico y la presión de sus habitantes y de grupos ambientalistas nacionales e internacionales, obligaron al gobierno a exigir que las industrias redujeran drásticamente las emisiones. Las fuentes fijas fueron forzadas a instalar filtros en las chimeneas y plantas de procesamiento de aguas residuales. Con ello, durante la primera década del Siglo XXI las autoridades declararon tener bajo control casi todas las fuentes de polución y que en unos años más se alcanzarían "niveles aceptables” de contaminación. De hecho, en 2009, el centro de la ciudad registró una media de 48 microgramos de partículas por metro cúbico de aire, apenas por debajo de los 50 microgramos que la OMS recomienda como máximo permitido.
EL “EFECTO BILBAO”
La millonaria y mediática construcción y apertura del museo Guggenheim de Bilbao, en 1997, fueron incentivos más que suficientes para que las autoridades locales decidieran cambiarle la cara a la ciudad, en especial a su principal emblema natural: el río o la ría del Nervión, como se le conoce en España. Hasta la década de los años 80, su caudal estuvo convertido en una cloaca navegable, destino de todos los vertidos urbanos e industriales, sobre todo de las faenas mineras y navieras que operaban en la ribera de la ría. Esto provocó la desaparición de peces y vegetación acuática por sus muy bajos niveles de oxígeno (menores al 20%). Tras la retirada de las industrias y de la mano de las plantas de tratamiento de aguas, el cauce volvió a tener peces y vegetación, y dejó de emitir olores molestos. Hoy, los índices de oxígeno del Nervión rondan el 60% y en sus aguas se pueden encontrar anchoas, róbalos y cangrejos. De esta manera, el millón de personas en promedio que visitan Bilbao cada año solo para conocer el museo Guggenheim pueden contemplar y admirar el río en todo su esplendor, además de la cultura ambiental que -
Las limpias aguas que corren hoy por NA ESE con su contaminada realidad de hasta
Ha permeado a gran parte de su población, orgullosa del Nervión y la oferta arquitectónica y cultural del Bilbao actual.
CON AYUDA DE LA CULTURA
Al igual que en Bilbao, el boom cultural fue factor clave en Adelaida (Australia) para superar la crisis ambiental ligada a la actividad industrial, cuyo manto contaminante se hizo ver y sentir hasta fines del siglo pasado. Aunque las políticas públicas enfocadas en la descontaminación aparecieron solo a principios de los años 2000, cuando el gobierno comenzó a invertir en mucha mayor medida en infraestructura sanitaria y otras acciones ambientales. Además, se construyó una planta de desalinización con energía renovable, que provee de agua potable a casi el 50% de la población, enfrentada frecuentemente a sequías. También se apostó por el reciclaje masivo de los residuos, la mejora de su calidad del aire, la plantación a gran escala de árboles, la promoción de la energía solar y el transporte en bicicletas gratuitas, gracias a lo cual se ganó el título de Ciudad del Ciclismo. Hoy, cuenta con una treintena de parques públicos, que suman más de 500 mil hectáreas con especies animales y vegetales nativas de Australia. Durante la presente década ha estado permanentemente en los listados de las ciudades más limpias del planeta.
DEL NEGRO AL VERDE
Essen es la novena ciudad más grande de Alemania con cerca de 600 mil habitantes y una densidad de población cada vez mayor. Su historia industrial estuvo estrechamente ligada a la minería de carbón, que comenzó a principios del siglo XIX y que dejó una estela de problemas
ambientales. La última mina fue cerrada en 1986 y desde entonces se ha convertido en un centro financiero, haciendo grandes esfuerzos para posicionarse como “ciudad verde”. En ese contexto, sus autoridades trabajan fuertemente para mitigar los efectos del cambio climático, privilegiando las energías renovables y la eficiencia energética. Además, impulsan acciones para seguir mejorando la calidad del aire, la gestión de residuos y los sistemas de tratamiento de aguas residuales.
La presión de sus habitantes y de grupos ambientalistas fue fundamental para que Cubatáo redujera drásticamente las emisiones contaminantes de sus industrias
Un museo recuerda en Essen a la minería del carbón, causante de su grave deterioro ambiental en el siglo pasado.