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FUE UNO DE LOS CINCO EJERCICIOS MÁS SECOS EN SANTIAGO DESDE QUE EXISTEN REGISTROS
La Dirección de Meteorología de Chile comparó los tres peores episodios y constató los factores que han agudizado este fenómeno.
POR T. FIGUEROA / J. ISLA
El registro de las estadísticas meteorológicas de 2018 confirmó a ese año como de los cinco más secos en todo el registro pluviométrico de Santiago y como un ejercicio que profundizó al período seco de más larga duración en la zona central de Chile, que los expertos han bautizado como “megasequía”, la cual se inició a principios de esta década. “La historia de la actual megasequía comienza el año 2010 y afecta desde entonces, de manera casi ininterrumpida, a buena parte del territorio de Chile; principalmente entre las regiones de Coquimbo y Biobío, y en algunos años extremos llegó a extenderse hasta la Región de Aysén y Magallanes”, afirma un balance elaborado por la Dirección de Meteorología de Chile en relación al cierre del año pasado.
El documento explica que no obstante las épocas de bajas precipitaciones han sido constantes en nuestro país desde que se tiene registro, destaca que en los últimos años se ha visto interrumpido el régimen de alternancias con años lluviosos, alargando la sequía. “La historia de las precipitaciones en la zona central nos muestra una alta variabilidad: luego de un par de años secos, suelen venir un par de años lluviosos, manteniendo así un ciclo natural al que ya estamos acostumbrados, al igual que nuestros ríos y embalses. Sin embargo, en los últimos años la montaña rusa no deja de bajar. Sólo estamos experimentando años secos, sin recuperación. A este periodo se le ha llamado megasequía”, detalla el informe, donde se recuerda que ese término fue acuñado por el Centro del Clima y la Resiliencia (CR2) de la U. De Chile en un informe.
Destaca que el actual ciclo ha sido el más intenso en los últimos 60 años, y que sólo se compara con otros dos períodos, las sequías iniciadasen 1968 y en 1998, si bien su duración y extensión territorial fueron más reducidas que el presente. Recuerda que en el ciclo seco que tuvo lugar entre 1967 y 1969, el déficiten la ciudad de Santiago fue de un 80%, el más grande registrado en los 153 años de datos. Por su parte, tras la sequía anotada entre 1994 y 1998, el déficit fue de 74%.
En relación a la causas de la actual megasequía, el informe considera que una cuarta parte de ésta obedece a las actividades humanas están afectando el clima, especificamente “el aumento en los gases de efecto invernadero y la reducción del ozono estratosférico, provocan un desplazamiento hacia el sur del cinturón de tormentas, reforzando el Anticiclón y evitando que las lluvias alcancen la zona central”, en tanto el resto son causas naturales. “Esta combinación nos tiene viviendo una de las sequías más extensas, temporal y territorialmente hablando, del último tiempo”, asevera el estudio.
07
fue el déficit en Santiago entre 1967 y 1969.
Es el déficit de precipitaciones en la capital.
Gráfico
Superficie quemada en temporada 2018-2019 asciende a 9. 206 hectáreas
m El balance del impacto de los
incendios a la fecha es 13% inferior
al del mismo período anterior.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, y el director de CONAF, José Manuel Rebolledo, informaron ayer que en el período transcurrido desde el 1 de julio a la fecha se han consumido un total de 9. 206 hectáreas -en 2, 100 que se comparan favorablemente con el balance del mismo período del año pasado que sumó 10.600 hectáreas. “Estamos un 13% por debajo de lo que tuvimos en el año anterior, pese a que tenemos un pronóstico mucho más alto. Es decir, se registraron más incendios, pero con menos superficie quemada, lo que habla muy bien de la eficiencia de Conaf y de la coordinación que estamos teniendo más de 10 instituciones”, señaló el ministro. Sobre esta base, la autoridad alertó respecto del escenario esperado para los meses que restan del verano, indicando que la proyección para el período comprendido entre el inicio del segundo semestre de 2018 y marzo próximo asciende a un total
registaron
menos
un
de 70 mil hectáreas quemadas. La estimación oficial supera en un 40% la superficie promedio afectada en los últimos diez años, situada en torno a las 50 mil hectáreas -que incluye las 35 mil ha. Afectadas de la temporada 2017-2018 en 6. 000 incendios, y las 600 mil ha. Del período anterior, lo cual se basa sobre la combinación de factores como altas temperaturas, las condiciones de alta velocidad del viento, baja humedad relativa y presencia de material combustible debido a los pastizales generados por la lluvia de primavera. “Se están dando cuatro factores muy importantes para un pronóstico de incendios alto. Hacemos un llamado ala ciudadanía a prevenir, porque el 99% de los incendios son causados por el hombre y un 30% son intencionales”, señaló. En función del riesgo de incendios previsto para este año, Walker recapituló el plan del gobierno que subió el presupuesto a $ 53 mil millones, y la disponibilidad de “44 aeronaves, 2.800 brigadistas y la participación de diez instituciones”, destacando el aporte del sector privado con más de 50 aeronaves y 3. 000 brigadistas.
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