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Se desarrollan obras de encauzamiento en el lugar:
. Critican que las faenas afectaron la biodiversidad de un tranque que para ellos era un verdadero humedal.
Desesperados. Así dicen estar vecinos del sector de Los Trapenses, en Lo Barnechea, luego de que el embalse Piedra de Águila, emplazado frente a las casas de varios de ellos, fuera completamente secado por obras de encauzamiento. Según residentes del sector, el tranque fue creado en la década de 1930 —junto a otras superfi cies de agua— por la congregación de los Padres Trapenses. Y a pesar de su carácter artificial, quienes habitan en la zona aseguran que con los años se fueron constituyendo como verdaderos humedales, con una rica biodi versidad. “Con el paso del tiempo se transformó en un aviario; era el gran bebedero que tenían esas aves y también los animales del sector”, dice Angélica Mozó, vecina de Lo Barnechea, quien agrega que muchas de esas especies han muerto. Junto con ello, los habitantes que colindan con el terreno reclaman que su calidad de vida se ha visto fuertemente afectada desde que en noviembre del año pasado se iniciaron las obras, ya que todos los días deben lidiar con ruidos de maquinarias y
Polvo que se mete a sus casas. Rosario Barriga, residente de un condominio, detalla que “las retroexcavadoras pasan a menos de un metro del cierre perimetral de micasa. Los piedras llegan y descargan muy cerca y el ruido es ensordecedor. También se producen levantamientos de polvo terribles”.
Cauce natural
Según la Dirección General de Aguas (DGA), el proyecto está a cargo de la Fundación Cultural y Agrícola La Dehesa y consiste en el desvío o encauzamiento de la Quebrada del Carrizo, en el tramo comprendido entre el acceso al loteo Punta de Piedra y el acTual vertedero de seguridad del embalse Punta de Águila Los trabajos, de acuerdo conla institución, buscan devolverles el cauce natural a las aguas que escurrían por esa quebrada y canalizarlas, y cuentan con la autorización de la DGA y la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), ambos organismos del Ministerio de Obras Públicas. El director regional de la DGA de la Región Metropol tana, Ernesto Ríos, explica que como nose formó naturalmente, la superficie de agua era “absolutamente artificial, en un terreno de carácter privado” y que su resultado hacía escurrir las aguas con mayor lentitud”. Frente a eso, señala que “los dueños del terreno pidieron eliminar el embalse y canalizar las aguas”, y que correspondía auTorizar el proyecto, ya que le devuelve el estado natural a esa geografía. También dice entender la s tuación de los vecinos, pero asegura que les quedan pocas instancias jurídicas para revertir las obras, pues el período que tenían para hacerlo en la DGA concluyó hace meses. Esto —expresa Ríos— porque an= tes del inicio de los trabajos, la empresa debió informar sobre el proyecto con publicaciones en diarios y radios, pero nadie se
Agrega que los vecinos podrían acudir a una instancia distinta, relacionada con temas de protección del medio ambiente. Al respecto, Mozó sostiene que el terreno era prácticamente un humedal, por lo que buscarán apelar mediante la Ley de
Humedales Urbanos, que rige hace poco más de un mes. Sin embargo, Ríos es enfático en decir que “no podrían tener mucho éxito, puesto que acá no se cumple ninguno de los requisitos que podría contemplar algún tipo de legislación que ampare el estado en que se encontraba el tranque, que ya sabemos queera agua sobre el terreno privado y con una característica de contención artificial que ya hasido eliminada”. Desde la Municipalidad de Lo Barnechea, en tanto, la alcaldesa (s) Macarena Rivera, asegura que están buscando ayudar a los vecinos, pero que no cuentan con las facultades de fiscalizar la normativa ambiental, y que la nueva normativa de humedales “quedó sujeta a la dictación de su reglamento, lo que se presenta como una dificultad para los municipios que quieren empezar a avanzar en su protección”.
APROBACIÓN Como el terreno es privado y el tranque es artificial, el proyecto busca devolver el cauce a su estado original.
DIERK GOTSCHLICH
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