Claudia Pizarro asegura que regalan zapatillas para reclutar soldados Alcaldesa cuenta cómo operan bandas narco en La Pintana Una de sus estrategias es comprar las casas que dejan los vecinos para ocultar droga.
Según la alcaldesa, las policías tienen detectadas a las bandas.
iulio matus v. La alcaldesa de La Pintaría Claudia Pizarro, dice que lo viene diciendo desde que asumió, hace más de un año y medio, y que ahora se hizo patente con la muerte del carabinero Óscar Galindo: "Las bandas narcos se están apoderado de algunos de nuestros sectores".
La jefa comunal confirma que hay una disputa territorial entre las bandas de Los Risa (La Pintana) y los Cogote de Toro (San Ramón).
Agrega que hay innumerables grupos narcos en su comuna, que están comprando las casas que dejan los vecinos que huyen de la delincuencia. "Compran, no por demanda habitacional, sino para esconder la droga", explica.
"Son varias bandas", dice. "Las policías las tienen detectadas y han hecho un trabajo exhaustivo de investigación, entre 3 y 6 meses, para aportarles pruebas a los fiscales", añade.
La alcaldesa explica que las bandas proveen de zapatillas y celulares de alto costo a los jóvenes para reclutarlos. "A los chicos les ofrecen de todo con tal de que sean sus soldados", cuenta.
"Financian cumpleaños y hasta les compran piscinas en el verano a los vecinos".
También destaca que tienen un alto poder de fuego, porque "son comunes las balas locas y los fuegos artificiales cuando llega la droga... Basta con las armas", enfatiza la alcaldesa, quien recuerda dos casos de niños heridos a bala.
Para la académica Lucía Dammert, especializada en seguridad y defensa, la muerte del carabinero por balas de una subametralladora son dos malas noticias para el país: el mercado ilegal de armas "está activo" y es una señal contra el estado de Chile.
La investigadora de la U. de Santiago explica que "en ese mercado ilegal están manejando no sólo armas pequeñas, sino que otras con este poder de fuego más que significativo". Asegura que los grupos se premunen de estas armas con "poder disuasivo", muy "cotizadas en el mercado".
"Si uno analiza el caso, es raro porque aquel que va a robar una casa o a hacer un carterazo, no va a salir con un arma de ese calibre.
Evidentemente en Chile, por ahora, este tipo de armas es utilizada para otro tipo de fenómenos criminales, como el robo del camión blindado o el narcotráfico, entonces todo parecería indicar que estaba ocurriendo un ajuste de cuentas", dice la académica.
Para Dammert, la segunda mala noticia es que "se trata de una señal de amedrentamiento, en que si hay dos bandas rivales en disputa quieren decir no se metan en nuestro territorio".