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Recomendaciones para cuidar el planeta y el bolsillo:
Hidrogeles, sistemas tecnificados y cambiar el jardín con exceso de pasto y consumo hídrico a uno con
especies de secano son alternativas que ya se están empleando para reducir el consumo de agua en la zona central.
Los cristales de poliacrilato de potasio del Los jardines de secano emplean especies hidrogel atrapan el agua y la liberan gradual- de bajo consumo hídrico, como este mente según la necesidad de la planta. Jardín diseñado con huilles, espinos y piedra picada de cantera en el Parque Quilapilún (Colina).
RUBÉN GARCIA OLIVIA LEIVA
En la xerojardinería se puede reemplazar el pasto por gravilla de distintos colores y texturas. Arizona, donde se encuentra esta casa, lidera esta tendencia, considerada una buena solución para la zona central de Chile.
PAULA LEIGHTON N.
Pasar la tarde manguera en mano I regando las plantas, tener gran¦ des extensiones de pasto o dejar aspersores salpicando de agua el jardín podrían convertirse dentro de poco en escenas del pasado. La escasez de lluvias, acuíferos en sus niveles históricamente más bajos y alzas en el precio del agua están convirtiendo el riego tradicional de jardines en una carga para el medio ambiente y el bolsillo. Pero al mismo tiempo, florecen las fórmulas para enfrentar el problema.
"En zonas de baja pluviometría como es el caso de Chile central, lo que se está aplicando con éxito en el extranjero es la xerojardinería, una rama de la arquitectura del paisaje que tiene como desafío crear un jardín hermoso, pero con un mínímo consumo de agua", dice Pablo García, director del Grupo Internacional de Investigación Hidrológica de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile y profesor de la Universidad de Arizona, estado líder en la aplicación de este concepto.
Este, añade García, se basa en sustituir el pasto (ver recuadro) por gravillas y piedras de distintos tamaños, usar vegetación de baja demanda hídrica, estrategias que permitan recuperar y optimizar el uso de aguas grises y de lluvia, y la aplicación de hidrogeles y riego tecnificado.
Todo esto ya está disponible en Chile.
Quillayes y peumos Olivia Leí va, paisajista y colaboradora del Club de Jardines de Chile aplica y enseña el diseño de jardines de secano o mediterráneos en la zona central. "Yo recomiendo usar flora nativa o introducida que tenga bajo requerimiento hídrico", señala. En el caso de los árboles, sugiere quillayes, peumos algarrobos y olivos, mientras que entre los arbustos se pueden hacer arreglos mezclando lavanda con cineraria marítima y recurrir a cactus, chaguaIes, suculentas y pastos ornamentales y cubresuelos como romero rastrero y trenium glauca, que se puede poner bajo los árboles como cubierta verde.
Y para dar notas de color al jardín "hay muchas plantas nativas y toda la gama de las solanáceas, que tienen flores rosadas, azules y blancas".
Si se trata de optimizar el uso del agua, en la laguna Acúleo tienen vasta experiencia. Carolina Silva, presidenta de la Fundación Tierra Viva, que hace tres años promueve actividades para el cuidado del agua en la zona sugiere aprovechar en el jardín las aguas grises de lavamanos, duchas y lavadora. También hacer tazas a los árboles para que el agua no escurra y cubrirlas con mulch (hojas y otros restos vegetales secos, cáscaras de nuez, madera chipeada, etc.) para conservar la humedad.
El riego tecnificado es otra excelente opción para optimizar el uso del agua. Claudio de la Cerda, profesor de Riego de jardines, en diplomados de Agronomía y Arquitectura de la Universidad Católica y en el Club de Jardines, señala que esto puede reducir en 50% el agua que se usa regando con manguera, especialmente en jardines grandes.
Esto permite programar los tiempos exactos de riego e incluso hay dispositivos que regulan la presión de agua y que se pueden programar a distancia desde el celular, adecuándose a las condiciones meteorológicas.
En estos casos o si se riega con manguera en jardines pequeños, De la Cerda sugiere hacerlo de noche, para reducir la pérdida por evaporación que ocurre en las mañanas y tardes y nunca regar contra el viento o usando aspersores, porque la mayor parte del agua se evaporará.
Cambiar la cultura del pasto Más que subir el precio del agua, lo que se requiere para optimizar su uso es un cambio cultural para el cuidado del agua, sostienen los especialistas. "Hay que pensar en cómo reemplazar las grandes superficies de pasto", dice Olivia Leiva. Coincide Claudio de La Cerda: "Aquí 110 podemos tener pasto como los ingleses. Ellos no lo riegan porque allá llueve, pero para nosotros es un costo de agua increíble".
Pablo García agrega que en zonas como Chile central, el césped requiere "alrededor de 5 litros diarios de agua por metro cuadrado".
Si de todas maneras se va a sembrar, Carolina Silva sugiere que sea un paño pequeño y con un fin funcional. no estético. "No podemos darnos el lujo de poner pasto como recreación visual, con el costo ambiental, social y humano que implica la escasez hídrica", señala.
Si se va a usar. De la Cerda sugiere privilegiar variedades como Festuca y Bermuda, que enraizan a mayor profundidad y por lo tanto demandan menos agua.
Agua sólida El uso de granulos de hidrogel que retienen hasta 500 veces su peso en agua es una alternativa que está cobrando fuerza para ahorrar agua en áreas verdes de uso público. condominios y jardines particulares. Son cristales que se mezclan con la tierra al sembrar pasto árboles y hortalizas o se inyectan en el suelo de jardines ya plantados. "Esto evita que el agua se filtre al subsuelo o se evapore y esta se va liberando gradualmente según las necesidad de cada cultivo", explica José Luis Valenzuela de Silos de Agua, quien asegura que su uso permite regar cada 15 días en vez de hacerlo a diario.
Felipe Gracia, de Likid Eficiencia Hídrica, señala que el hidrogel dura siete años. Se vende a granel y, en el caso de pasto ya crecido, se puede inyectar con máquina sin dañarlo. "En este caso, si el riego es con agua potable, la inversión se paga entre el año 1 y 2".
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