• Vida a estilo ¦ medios • he eCO Mote ECO-NOTES News worth spreading by The Note ALDO CERDA I ACTIONABILITY INSTITUTE EL TRADEOFF DE GLACIARES Y MINERÍA El retiro del proyecto de ley de protección de glaciares que estaba en trámite legislativo desde el 2014 recibió apoyo transversal, pero por razones muy distintas. Un grupo (liderado por la minería) lo veía como una amenaza al desarrollo de su actividad económica, al brindar a los glaciares un estatus de conservación único, que prácticamente inhibía la posibilidad de convivencia productiva. Otro (ligado a las ONG) lamentaba la inclusión de numerosas observaciones al proyecto original que debilitaban las posibilidades de protección efectiva de dichos ecosistemas, y preferían la ausencia de una ley especial a una defectuosa.
El tema de fondo, y que es probablemente el mayor desafío de sustentabilidad del país junto a la descontaminación amiosferica y la adaptación al cambio climático, es el diseño de una trayectoria viable que compatibilice la protección de áreas naturales críticas (como los glaciares de la zona central) y el desarrollo de actividades extractivas (precisamente como la minería en el "distrito11 central del país, frente a donde residen más de ocho millones de personas).
El MMA ha propuesto que la discusión de los glaciares se incorpore en la discusión del proyecto de ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Es una apuesta arriesgada y que ya cuenta con la oposición -reservada- de los sectores productivos intensivos en recursos naturales (en general del proyecto, no solo del capítulo glaciares) pero también de las ONGs de corte más político. Pero no es esa la postura de organizaciones más académicas o de sociedades científicas.
La ministra Cubillos tiene su fortaleza en el manejo político de temas complejos y una estrategia que abra estos desafíos a la discusión pública, que formalice una estrategia país similar a lo que se consiguió en el tema energético, y una hoja de ruta para la trayectoria sustentable de expansión y operación de los sectores extractivos -que son claves para la economía del país- puede constituirse en la transfonnación institucional más importante de este campo en una generación. Esta no es una discusión de prescripciones o prohibiciones: es una de desarrollo y de cómo incorporando el valor de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos en cada sector productivo, podemos liberar la capacidad innov adora de los mismos.
CAMBIO CLIMÁTICO: LA PROXIMIDAD DE
Cuando se firmó el Protocolo de Kyoto, en diciembre de 1997 las emisiones globales de GEI sumaban 24 mil millones de tCÜ2. A pesar de la intensa agenda internacional desplegada en torno al tema y al exitoso cierre del Acuerdo de París, las emisiones actuales son un 50% superiores a las de esa techa. CY a nivel de emisiones per cápita?
Estas han aumentado un 25% hasta alcanzar los 4.97 tC02 por persona a nivel mundial.
LOS ESCENARIOS CATASTRÓFICOS Las cifras anteriores ponen de manifiesto la complejidad de lograr una transición a una economía baja en carbono. El problema es que las personas no perciben las consecuencias increméntales de mayores emisiones y si estos eventos no se transforman en un issiie político, la velocidad del cambio será siempre menor a la requerida, ya que las amenazas parecen estar en el futuro y no en el presente. Pero ellas ya se han manifestado. En el caso de Chile, por ejemplo, antes de la tormenta de friego que azoló la zona centro-sur del país el verano de 2017, se había verificado un aumento de la intensidad de los incendios forestales que implicaba daños seis veces superiores en una década a los que ocurrían previamente. Un borrador de las Naciones Unidas pone de manifiesto que el escenario de aumento de la temperatura en 1,5 °C parece haber sido superado irreversiblemente. Pero la situación es peor: según un estudio publicado en Nature ("Less than 2°C warming bv 2100 unlikely"), de Afrian Raftery, existe menos de un 5% de probabilidad de no superar el umbral de los 2 °C, lo que implica que la probabilidad de efectos catastróficos pasa a transformarse en la nueva situación base, y serán los impactos negativos en salud, la menor producción de alimentos o las inundaciones de las ciudades en el borde costero las respuestas concretas a nuestra inacción. A