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DESAFIO DE LA INDUSTRIA MINERA:
POR SERGIO HERNÁNDEZ vicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) El agua debe ser transportada hacia las faenas mineras que suelen estar alejadas del punto de desalinización.
Las mineras se han estado preparando para hacer frente al mayor consumo de agua, aumentando el consumo de agua de mar el cual llegará a representar casi el 50% del agua total requerida en la industria minera del cobre al año 2028.
La escasez del recurso hídrico en ¡a zona centro y norte del país, donde se desarrolla principalmente la actividad minera, ha llevado a las empresas a elevar la eficiencia en el manejo y uso del agua y a buscar nuevas formas de abastecimiento como el agua de mar, consumo que ha ido creciendo exponencialmente.
De acuerdo con el último estudio elaborado por Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) se prevé que al año 2028 la demanda de agua de mar llegue a 11,2 m3/seg, lo cual representa casi un 300% de crecimiento respecto de los 2,9 m3/seg consumidos en 2016. Esta mayor demanda ha permitido descomprimir el consumo de agua de origen continental, el cual se proyecta disminuirá 6,3% al año 2028, totalizando 11,5 m3/seg Sin embargo, !a continua caída en las leyes de los minerales y la creciente producción de concentrados de cobre obligarán a consumir mayor cantidad de agua, lo que pondrá más presión para el uso eficiente del recurso hídrico. Se prevé que al término del próximo decenio la producción de cobre llegue 6,3 millones de toneladas, de los cuales un 90%, aproximadamente, corresponderá minerales sulfurados que debe pasar por proceso de concentración, lo cual agudiza la escasez de agua pues se necesita una mayor cantidad de este recurso para el procesamiento de este tipo de minerales.
Las mineras se han estado preparando para hacer frente al mayor consumo de agua aumentando el consumo de agua de mar el cual llegará a representar casi el 50% del agua total requerida en la industria minera del cobre al año 2028.
Una de las ventajas de la desalación es que proporciona una fuente alternativa de agua disponible de manera confiable, ya que el agua de mar es abundante. El punto crítico de esta opción es la energía necesaria para la impulsión del agua desde el nivel del mar a grandes alturas, donde están ubicadas la mayoría de las operaciones de las minas. El agua debe ser transportada hacia las faenas mineras que suelen estar alejadas del punto de desalineación lo que implica alta demanda de energía, empleo de equipos de bombeo y redes de tuberías, lo que constituye un aumento de los costos globales.
EFICIENCIA En los aspectos relativos a la eficiencia y recirculación, vemos que la industria también ha ido aumentando tanto el porcentaje de agua reciclada para la utilización en sus procesos productivos, como la eficiencia en los consumos unitarios. La evidente escasez hídrica y la cercanía con las comunidades han llevado a la industria minera a buscar soluciones, adoptando mejores prácticas e introduciendo nuevas tecnologías para optimizar la gestión del recurso hídrico.
Desde el punto de vista de la eficiencia, más allá de un leve incremento en el consumo total se observa un compromiso de la industria, logrando mejoras en el consumo unitario, disminuyendo la cantidad de agua necesaria para procesar una tonelada de mineral.
De acuerdo a los datos del año 2016, para la concentración se requiere un promedio de 0,50 m3/ton, mientras que para la hidrometalurgia es necesario un promedio de 0,10 m3/ton.
La mejora de la eficiencia en el uso del agua significa aumentar su productividad; es decir reducir la intensidad de uso del agua a través de la maximizacíón del valor de los usos del agua; mejorar la asignación del recurso entre los diferentes usos a fin de obtener un mayor valor socioeconómico por gota de agua, garantizando los usos ambientales, y mejorar la eficiencia técnica de los servicios y la eficiencia en la gestión de su prestación durante todo el ciclo de vida completo.
El agua usada en procesos industriales, como los mineros presenta mayor grado de reutilización debido a la aparición de nuevas tecnologías que eliminan los contaminantes incorporados en ellas durante su procesamiento o permiten su uso nuevamente. En efecto, han disminuido las pérdidas hídricas aumentado la recirculación y mejorado la eficiencia de los procesos.
Si bien el uso de agua de mar aparece como una solución estratégica a la escasez hídrica existente en el país, se deben también considerar los potenciales impactos al medio ambiente marino, por lo que es necesario tener una mirada integral que siga otras fuentes de reciclo de agua, tal como uso de aguas grises o de descarte de tratamiento de aguas servidas; además de nuevas técnicas que reduzcan ese potencial impacto.
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