Lucy Ana Avilés y Benjamin Walton
esembarco en Chile
un trabajo diario y nos olvidamos NOS
involucramos, hacemos seguimiento, nos interesan los impactos y
resultados”
LUCY ANA AVILÉS
enfocados en por el resto de nuestras vidas independiente de las autoridades de turno. Queremos ser socios C01 los actores que
corresponda
BEN WALTON
Él es nieto del fundador de Walmart. Ella, impulsora de la llegada del avión Supertanker para ayudar en los devastadores incendios de 2017. Tras vivir por una década en Denver, Colorado, el matrimonio decidió venirse a Chile, por tres años, junto a sus hijas. El objetivo: dedicarse a tiempo completo a su fundación Zoma LApB, realizando filantropía e inversiones con impacto social. + CONSTANZA CAPDEVILA DE LA CERDA
Nero de 2019 es la fecha que el matrimonio Walton Avilés ha escogido para comenzar una nueva etapa y fijar residencia en Chile. Benjamin Walton y su esposa, Lucy Ana Avilés, están de visita en el país afinando los detalles para lo que será su desembarco en Chile, tras dejar su casa en Denver, Colorado —donde viven desde en Santiago por tres años, junto a sus hijas Zoe y Maya. “Este es mi país, el lugar al que pertenezco y nuestras hijas son chilenas. Quiero que compartan con su familia, con mis raíces, con mi cultura y mi gente”, explica Lucy Ana Avilés, quien se hizo públicamente conocida en Chile como impulsora de causas sociales, en especial la llegada del avión Supertanker, en medio de los dramáticos incendios de 2017. Benjamin Walton, nieto del fundador del gigante del retail Walmart en Estados Unidos, agrega: “Tengo este compromiso desde el día que le propuse matrimonio. Este es también el país de mis hijas y quiero que desarrollen esta identidad. Es un regalo para ellas”, cuenta, descartando que la oportunidad de hacerlo ahora obedezca al cambio de gobierno. Estarán hasta agosto organizando su venida a Chile, armando lo que será su casa, definiendo el colegio para sus hijas y afinando detalles en la que ya es su base de operaciones, una oficina en el quinto piso de un moderno edificio en La Dehesa. Desde ahí coordinarán todos los esfuerzos para llevar a cabo la misión que se han trazado.
Están armando equipos y delineando prioridades, lo que incluye una serie de reuniones y encuentros con autoridades, empresarios y representantes de fundaciones y ONG's, que forman parte de su atiborrada agenda. Contrario a lo que podría pensarse, este cambio de vida los tiene tranquilos, Ben vivió cinco años en el país, entre 2002 y 2007 (ver recuadro). “Los últimos once años estuvimos en Estados Unidos y cada vez que venimos a Chile siento que nunca nos hemos ido (.. .) Tenemos una gran red de apoyo aquí”, comenta Walton. Cuenta que hay muchas cosas que le gustan de Chile, país que ha recorrido extensamente. Asegura que Santiago es una buena base de operaciones para trabajar y para, desde aquí, explorar la montaña, el norte y sur. “No soy tan urbano, me gusta la vida al aire libre”, confiesa. El idioma tampoco es una barrera, Benjamin y las niñas hablan un perfecto español y la idea del matrimonio es ponerlas en un colegio católico y bilingúe. “Estoy muy entusiasmado de vivir en Chile. Esta es una aventura familiar”, se sincera Walton.
“Chile, por mi mujer y mis hijas, es parte de mi vida” ¿ Qué harán en Chile? Filantropía, apoyar diversas causas sociales, tal como desde hace años vienen haciéndolo
acá y en Estados Unidos, En efecto, fue tanta la avalancha de proyectos, peticiones y propuestas que recibían en Estados Unidos, que hace dos años Lucy Ana y Ben decidieron profesionalizar su forma de operar, formando su family office: Zoma LAB, en Denver. El nombre es la combinación de Zoe y Maya, las hijas de la pareja, de 9 y 10
años, y LAB por Lucy Ana y Ben. Los ámbitos de acción de Zoma son agua, energía, salud, educación y desarrollo comunitario. "No somos una fundación operativa. Buscamos apoyar a las personas que están haciendo el trabajo día a día, que conocen los temas a fondo, que están comprometidas y que son parte de la comunidad, porque son ellas las que
Hacen los cambios”, precisa Benjamin Walton. En Chile van a operar con la misma estructura que tienen en Colorado, con toma de decisiones simple y expedita, y ambas oficinas trabajarán coordinadamente. Bajo el alero de Zoma LAB está Zoma Foundation, dedicada 100% ala filantropía, y que en Chile tiene bajo su responsabilidad las operaciones
de Fundación Viento Sur, también creada por el matrimonio en 2010, En los años que estén en Chile, pretenden donar US$ 30 millones adicionales a las obras ya implementadas (ver recuadro), en tres áreas prioritarias: infancia, trabajo con comunidades y recursos hídricos. Por otro lado, funciona Zoma Capital, el brazo inversionista de Lucy Ana y Ben, y que apoya emprendimientos con sentido social, de modo que la ganancia monetaria que perciben con ellos se destina a financiar nuevas causas. “En los últimos 18 meses, Zoma Capital ha invertido directamente en iniciativas un total de US$ 70 millones, de los cuales por lo menos US$ 15 han sido en Chile”, detalla Ben Walton, Lucy Ana explica que la filosofía detrás de Zoma LAB es convocar a todos los sectores a participar, en forma transversal. “Que no sea una entidad única la que se haga cargo de los problemas y tampoco buscamos apropiarnos de los temas”, explica. Ben agrega: “Estamos enfocados en estos temas, independiente de las autoridades de turno. Queremos ser socios con los actores que corresponda”, dice. La apuesta filantrópica del matrimonio es a30 años y “con la esperanza de que nuestras hijas continúen el legado”, manifiesta Lucy Ana.
Qué un miembro de una de las familias más acaudaladas del mundo decide apoyar causas sociales en Chile donando parte de su fortuna? Ben Walton: “Chile, por mi mujer y mis hijas, es parte de mi vida. Me entusiasman las posibilidades, cambios e impacto que podemos generar aquí. Todo lo que podemos ayudar y aprender. Hay muchas sinergias con lo que estamos haciendo en la oficina de Colorado”. Participarán de un encuentro en Las de Pirque ara delinear propuestas de pulso a la inversión social en Chile La agenda de los Walton Avilés está copada. Entre las actividades que realizarán está la visita a la zona del Maule —Licantén, Hualañé y Vichuquén— para interiorizarse del proyecto que han apoyado, a través de Fundación Viento Sur, y que lo está desarrollando la organización chilena Balloon Latam. La entidad, creada en 2011 por Sebastián Salinas, fomenta la innovación social. “Ellos van a las comunidades, levantan información, potencian, empoderan y capacitan a emprendedores locales, quienes reciben asesoría de voluntarios de otros países. Permanecen tres años trabajando junto a la comunidad”, afirma Lucy. “Vemos que todo está muy centrado en Santiago y queremos dar la posibilidad a otros lugares para que puedan emprender, crecer sus economías y la situación familiar y que las personas puedan empezar sus negocios y se queden ahí”,
Lloca, apoyo a un FIS, y Pescador Holdings
Los aportes del matrimonio Walton Avilés comenzaron en Chile en 2007, principalmente en la zona costera de la VI y VIL Región, pero la gran donación vendría tras el terremoto de 2010. Entonces entregaron más de US$ 3 millones para reconstruir y habilitar la escuela de Pero no fue hasta los incendios registrados a comienzos de 2017, que devastaron miles de hectáreas y cobraron la vida de 11 personas, que la pareja se hizo conocida masivamente. Donaron, através de la Fundación Viento Sur, US$ 2 millones para financiar la operación del avión Super-
tanker en Chile. Y millones llegaron también las críticas através de sociales, algo que no complicaa Lucy Ana Avilés, “Es imposible hacer feliz a todo el mundo. Al principio me afectaban y no las entendía, Ahora las acepto como un tema cultural. La falta de confianza que hay en este país es tremenda, se han cometido varios errores, y entre todos tenemos que trabajar para recuperarla, porque sin ella se hace muy difícil avanzar", opina. En términos de filantropía pura, desde el 2010
y hasta la fecha, las donaciones realizadas por los Walton Avilés en Chile totalizan US$15 millones, "y para este año ya estamos comprometidos con otros US$ 6 millones más”, advierte Ben Walton. Respecto a Zoma Capital, el año pasado aportaron US$ 3 millones para el Fondo de Inversión Social (FIS) y US$ 10 millones al fondo de pesca sostenible "Pescador Holdings”, que crearon junto a Encourage Capital —firma de inversión esdel 2016. E115 de febrero de 2017 adquirieron el 28% de Geomar, firma
chilena de mariscos enlatados. Además, este año desembolsaron U$$ 4 millones para Fondo Esperanza y Emprende Microfinanzas, entre otras iniciativas. "Somos muy exigentes en el tema de la transparencia. Cuando nos piden apoyo, solicitamos balances, números, gastos operacionales y administrativos. La austeridad es fundamental. No puedo entender que te inviten a eventos de fundaciones y te hagan regalos, Eso no debería ser, porque todos los recursos se deben usar para la causa”, advierte Avilés.
Agrega Ben Walton. También participarán del lanzamiento de la oficina chilena de Agora Partnerships, entidad con sede en Washington DC y cuya misión es promover el emprendimiento y la innovación en individuos que buscan un impacto global. Han apoyado a 156 dores de América Latina y el Caribe. “A fines de 2017 les entregamos US$ 2 millones para que operen en Chile, queremos que fijen su sede regional aquí (.. .) Ellos se van a dedicar durante tres años a incubar emprendedores. Van a escoger 90 de toda Latinoamérica, y 30 de ellos serán chilenos”, explica Walton. Asimismo, el 31 de julio participarán en un encuentro en la Majadas de Pirque que va a reunir a más de 80 inversionistas e instituciones relacionadas a
la inversión social. Las propuestas que ahí se generen, para impulsar la inversión social en Chile, se entregarán a los ministros Alfredo Moreno y José Ramón Valente, y al presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, el próximo 3 de agosto. ¿Por qué han dedicado su vida a la filantropía? Lucy Ana responde: “Los dos, con diferentes realidades, crecimos con el ejemplo de ayudar y de uno puede darle una mano al otro. Están los recursos y queremos favorecer efectiva y eficientemente a las causas que nos importan. Este es un trabajo diario, no donamos y nos olvidamos. Nos involucramos, hacemos seguimiento, nos interesan los impactos y resultados”. Ben Walton agrega: “Esto es un trabajo y es nuestra vida”.
“Cada miembro de mi familia puede seguir su camino. No tenemos ninguna presión. Ese es el sello Walton, y mire dónde llegué”
Benjamin Walton es hijo de Robson Walton, actual miembro del directorio de Walmart, quien también se desempeñó durante 23 años como presidente de la compañía, tras la muerte de su padre y fundador de esta, Sam Walton, en 1992. "Mis padres se divorciaron cuando yo nací. Soy el menor de tres. Mi hermano mayor es Sam y mi hermana Carrie está casada con Greg Penner, quien es presidente del directorio de Walmart. Mi infancia la pasé viajando por varios lugares —Oklahoma, Colorado, Georgla, Boston, Connecticut—, porque mi madre era contadora y asesoraba a varias universidades”, recuerda Ben Walton, Durante su juventud, pasaba los veranos trabajando en la empresa familiar: reponiendo estantes, ordenando bodegas y cargando camiones. "En esa época pensaba que mi destino era trabajar en el negocio familiar”, reconoce. Estudió negocios en la Universidad de Georgetown, en Washington DC, pero en la mitad de la carrera decidió que quería ser arquitecto y se trasladó a Colorado a seguir su sueño. "Ahi descubrí que lo mío era la filantropía”, sostiene, La familia controladora del imperio Walmart creó hace más de tres décadas la Walton Family Foundation (WFF) y actúan en tres áreas: educa-
ción, medio ambiente y el estado de Arkansas, lugar donde nació la compañía. Según el último reporte publicado en el sitio de la fundación, solo en donaciones han entregado US$ 6. 200 millones desde 1987. Benjamin Walton fue parte del directorio de hasta abril pasado, y junto a Lucy Ana han participado activamente en la fundación, especialmente financiando iniciativas para prevenir la depresión posparto y el apoyo a la infancia. "Todas nuestras inversiones tienen un foco social. En todo lo que hacemos, nuestra meta de vida es la filantropía. Lo que nos mueve es buscar soluciones de mercado para problemas sociales”, manifiesta seguro.
—¿ Qué significa ser un Walton? "No conozco nada más, ni siento nada distinto. Cada miembro de mi familia puede seguir su camino. No tenemos ninguna presión. La gran fortuna que tiene mi familia es seguir la pasión propia, ese es el sello Walton, y mire dónde llegué (se ríe)”. Actualmente en el directorio de Walmart, de un total de 15 miembros, hay tres representantes de la familia Walton, que con el 50% de la propiedad aún controla la firma.
Benjamin cuenta que cada año se reúnen todos los miembros a conversar sobre los temas que a ellos les interesan y definir las estrategias de la Walton Family Foundation. "Son encuentros donde todos tienen un voto, incluso los cónyuges. La conversación vale mucho más con voces nuevas e ideas frescas, y eso beneficia a todos. Además, es clave si queremos que este legado perdure en el tiempo”, explica. Lucy Ana ha participado de esas reuniones, que generalmente se realizan en Bentonville, Arkansas, y relata: "La familia de Ben es diferente, porque permiten a todos participar, manifestar su opinión, y eso no sucede en todas las familias". "Mi bisabuelo, por parte de mi abuela paterna, tuvo un rancho en Oklahoma y la primera cosa que hizo fue separar el terreno en cinco partes iguales: una para ellos y el resto para cada uno de sus cuatro hijos. Cuando mi abuelo creó Walmart copió esta idea. Tuvo cuatro hijos, se quedó con el 20% y el resto lo dividió en partes iguales. No tengo que luchar por mi porcentaje, porque todos recibimos, independiente de sisomos o no activos en la empresa. El abuelo apoyó mucho a nuestra familia, fue un visionario y nos hizo un gran regalo. El dinero nunca es un tema de conversación", recalca Ben Walton.
Se conocieron en 2002 y él se trasladó a Chile, hasta que se casaron en 2007 y se fueron a Denver
Benjamin Walton y Lucy Ana Avilés se casaron a comienzos de 2007, en una fiesta en la Viña Santa Rita. Su historia parece sacada de una novela romántica. En julio de 2002, Ben tenía 27 años y estaba trabajando en una firma de arquitectura en Colorado, Su primo Mark Robson lo invitó, junto a su hermano, a pasar una semana esquiando en Valle Nevado. Había ido más al sur que el norte de México”, recuerda. Fue el primer día que pasaron en el centro invernal cuando conoció a Lucy Ana, en el bar del hotel, y nunca más se separaron. A los dos meses de aquel encuentro, el nieto de Sam Walton ya estaba instalado en Chile, con clases de español intensivas. Estuvo cinco años y apenas se casaron, la pareja se trasladó a vivir a Colorado, Estados Unidos. Tras embarazos complicados y angustia, Lucy Ana Avilés
decidió que su experiencia personal sería una inspiración para ayudar a otras mujeres en situación compleja, pre y posnatal. Comprometieron ayuda en hospitales locales de Denver y al poco tiempo el apoyo escaló hasta escuelas para padres, iniciativas relacionadas con la prevención del abuso infantil y terapias a menores en riesgo social, en las que se involucró personalmente en su calidad de psicóloga. "Por un lado, como psicóloga con todo lo que tiene que ver con prevención, abuso y negligencia infantil, y además nuestra experiencia como padres y lo que nos tocó vivir durante el embarazo y el vacío que vimos respecto a salud mental”, detalla Lucy Ana. Esta aprendida en casi diez años es la que están exportando a Chile, apoyando iniciativas que vayan en esa dirección.