Nueva advertencia: cambio climático amenaza a las playas de la provincia
Casi la mitad de las playas del mundo se sitúan bajo amenaza de extinción a finales de siglo. En el Litoral de los Poetas, Algarrobo y Santo Domingo son los puntos más expuestos.
Crónica cronica Olidersanantonio. Cl
o es la primera ad NN vertencia y todo indica que no será la última. La revista Nature Climate Change presentó los resultados de un estudio que asegura que la mitad de las playas de todo el mundo podrían desaparecer si se mantienen las tendencias destructivas que provocan el cambio climático y el aumento del nivel del mar. De acuerdo a lo informado por El Mercurio, sin medidas para mitigar el cambio climático “casi la mitad de las playas del mundo se sitúan bajo amenaza de extinción a finales de siglo”, según declaró Theocharis Plomaritis de la Universidad Cádiz (UCA), uno de los firmantes del estudio. El informe indica que si se analiza la longitud total de playa de arena que se puede perder, la zona más afectada sería Australia, con casi 12.000 kilómetros en peligro, mientras países como Canadá, Chile, México, China y Estados Unidos también se verían “muy afectados”, dice. A nivel local, los balnearios más afectados estarían en Santo Domingo, Algarrobo y Pichilemu. En 2019 estos puntos también fueron alertados por un estudio encargado porel Ministerio del Medio Ambiente al Centro de Cambio Global UC (CCG), al Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden), la Universidad de Valparaíso, la Universidad de Playa Ancha, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad Católica del Maule, que determinó que un 80 por ciento de las playas nacionales contaba con algún grado de erosión debido al cambio climático. “Nuestra visión terrestre-continental nos hace cometer el error de suponer que en la costa, el suelo sobre el que disponemos edificaciones, calles y estructuras fue, es y seguirá siendo siempre igual, pero en realidad se trata de un sistema siempre cambiante, en permanente proceso de adaptación a un entorno altamente
energético como es el mar”, explica Mauricio Molina, director del Sistema de Alerta de Marejadas de la Universidad de Valparaíso y profesor Ingeniería de Costas en la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica UV. Molina agrega que “es esperable, cada vez más, casos de estructuras que son dañadas por eventos de marejadas, no tanto por
Los efectos del cambio climático y los procesos geológicos que se encuentran en curso y que degradan nuestras costas, sino que por el propio comportamiento de nuestra sociedad, cada vez más deseosa de estar casi en el mar, aumentando con ello la exposición a este tipo de fenómenos”. Según el director, a lo anterior se “suma la desregulada extracción de áridos en las cuencas de ríos y esteros, junto con el aumento de la superficie terrestre pavimentada que deja cada vez menos sedimento disponible para ser arrastrado a las costas y surtir a las playas que son nuestros rompeolas naturales. En este aspecto tampoco colabora la extensa sequía que nos golpea en la última década”. Para el académico, “un factor relevante tiene que ver con las lluvias, respecto de lo que es aporte sediMentario. Cada vez se extrae más sedimento y áridos para construcción y, por lo tanto, hay menos arena disponible. La sequía implica una disminuCión del caudal de los ríos, por lo que cada vez llega menos sedimento hacia las playas”. “Las costas se están erosionando, no tanto porque las olas sean más grandes, sino porque no se están alimentando. Las olas hacen que las playas pierdan arena, pero los rí Os no las están alimentando porque nosotros estamos consumiendo la arena antes que llegue a los ríos”, finalizó. Las playas de arena ocupan más de un tercio de la línea de costa mundial, tienen alto valor socioeconómico y proporcionan protección natural ante las tormentas marinas y los ciclones. Al desastre ecológico y medioambiental que esto supone, habría que sumar las pérdidas en términos de valor ecosistémico y los impactos socioeconómicos severos que podrían producirse, especialmente en áreas menos desarrolladas o con una dependencia fuerte del turismo relacionado con la costa, agrega una nota de la UCA. Q