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Incluso en su despedida postuma el profesor Javier Pinedo fue generoso y nos recomendó un libro para leer, o para releer. "El guardián entre el centeno", de J.D. Salinger se escuchó retumbar en la catedral helada de Tálca. Su hijo, Santiago Pinedo Icaza.
relató esa ya antigua historia de cuando recibió "al guardián" de manos de su padre al cumplir 10 años. "Este libro cambiará tu vida', le dijo Javier.
Y así fue, reconoce Santiago Hace muy poco, en medio de los últimos momentos de la enfermedad, sintió la necesidad de llevarle un libro a su padre. Preguntó en una librería vieja de Rancagua qué libro podía llevarle. El anciano librero lo interrogó para ayudarlo a decidir. ¿Qué hace su padre? Es profesor de literatura, le dijo. En tonces el hombre extrajo de una caja de plátanos un texto: llévele éste, le va a gustar Era "El guardián entre el centeno".
Los libros y las ideas marcan la personalidad de un niño, también de los territorios y las personas que k» habitan.
30 años atrás, en la presentación al texto del historiador jesuíta Walter Haniseh sobre Juan lynació Molina Javier Pinedo escribía que "el más universal de los mauhnos había sklo el .Abate Molina". Plenamente consciente. creó con ello el futuro de lo posible para un instituto de humani dades que fortaleciera la idea del primer científico chileno, el Abate, como propulsor de la primera universidad para Talca. Las ideas marcan los territorios y al revés.
Javier Pinedo Castro habría cumplido 71 años el próximo 9 de junio pero falleció la madrugada del miércoles. en su casa de Talca, producto de un cáncer. La fotografía de este articulo fue tomada seis meses antes. quizás en la última fiesta, terrenal, a la que asistió. Era una cálida noche de noviembre de 2017. Pinedo sonríe, mira directo al lente de la cámara.
Junto a Walter Hantsch fundó el "Instituto de Estudios Molineanos", en 1986, formalmente inaugurado en abnl del año siguiente y más tarde convertido en el Instituto de Estudios Huma* rústicos Juan Ignacio Molina, donde permaneció por más de 40 años, investigando, dictando clases y sobre todo fortaleciendo las humanidades desde la periferia [>esde laica.
En el camino creó la revista Universum, las Jornadas de las Ideas y el Premio de Letras José Donoso que por 17 años distinguió a importantes figuras de la literatura de Iberoamérica, entre ellas José Emilio Pacheco Ricardo Pigha, Beatn?. Sarlo. Javier Marías, Pedro Lemebol y Raúl Zurita.
"A Pinedo lo conocí en Lovaina (Bélgica) en 1976. (...) ambos estudiábamos en la Universidad de Lovaina". dice su amigo, el académico de la Universidad de Santiago, Eduardo Devés. "El motivo era crear un grupo de estudios sobre nuestra región que nos ayudara en la preparación de nuestras investigaciones. Con Javier nos doctoramos en 1978 y volvimos a Chile El se insertó inmediatamente en la sede Talca de la Universidad de Chile, donde comenzó a trabajar a inicios de 1979".
Había estudiado en el Pedagógico de la Universidad de Chile, entre fines de los '60 y 1973, en un ambiente intelectual crispado, eléctnco, fascinante. Años en que "so encontraron la genialidad con la locura y la aventura con la política", dice Devés La tra- yectoria académica del profesor Pinedo, y más ampliamente, su trayectoria intelectual se fue haciendo con los demás en un diálogo de acuerdos y desacuerdos. "Los estudios sobre Suraménca y las humanidades han dado fruto en la historia de las ideas en Chile y en otros lugares.
Pinedo fue un estudioso de las redes in, telectuales" explica en el libro "Historia de las ideas en Chile: Homenaje a Javier Pinedo".
Fue presi' dente de SOW LAR, Sociedad latinoamericana de Estudios sobre América Latina y el Caribe. Su estudio de las ideas latinoamericanas, y en particular de las chilenas, fue un camino que siguió de manera persistente. "Pienso que Pinedo ha llegado a ser el mayor especialista en el pensamiento chileno si lo juzgamos por la cantidad y cobertura de las puhli caciones al respecto", asegura Devés.
El diálogo generado ha creado un campo disciplinar al que este grupo ha llamado "Estudios eidetocos* donde convergen, con sus tensiones, la historia de las ideas, la historia intelectual y de las intelectualidades. Acá la ocupación principal de Pinedo fue el pensamiento chileno en el siglo XX.
con énfasis en 'los largos años '60' particularmente el del ensayo para abordar la pregunta: ¿qué es Chile y qué proyectos se presentan para el pats en el mundo? Ésta seria su línea de trabajo hasta el final, muy distm ta a La que había iniciado sobre la literatura latinoamericana del "Boom\ en su memoria de licenciatura sobre Alejo Carpentier y en su tesis doctoral sobre Julio Cortázar INTELECTUAL FINO.
SIN OSTENTACIÓN *En medio de la pena quisiera recordar a ese Javier |)einmanentemente en cualquier circunstancia, ejerciendo un humor sancástico o irónico pero siempre inteligente. Javier enfrentaba las dimensiones dolorosas y absurdas de la condición humana respecto de las cuales era ciertamente muy lúcido, no con quejumhres ni complacencia. Directo, agudo y di vertido, un intelectual fino, sin ostentación ninguna, era un magnifico anfitrión y compañero de jornadas de trabajo común, generoso, delicado y culto. Lo echaré mucho de menos" escribe Pedro Gandolfo, miembro del número de la Academia de Ciencias Políticas, Sociales y Morales. Instituto de Chile.
"Evocar a Javier, es rememorar gratos e imborrables recuerdos en Santa Rosa de lavadero, junto a otro grande que so fue, Óscar Bustamante. Las tertulias interminables acerca de la inmortalidad del cangrejo, los escritores olvidados, los menos inmortales y la ineptitud crónica de cierto fenotipo de intelectuales en Chile eran, junto a los viñedos y el río al atardecer, sólo un telón de londo para prulundizar lo realmente importante, la amistad. Y por supuesto, todo giraba acompañados del buen vino de la zona, que nos servíamos a granel". Rara Xavier Gómez, ex director de Extensión de la Universidad Católica del Maule, a pesar de haber asumido el rol de académico y literato implacable, "Javier era generoso a la hora de promover referentes culturales, con tal de incentivar una masa critica entre tanta mediocridad consumista y superficial. Vital y enérgico, sin dudia la enfermedad terminal fue un duro golpe para el, y asi me lo transmitió la última vez que conversamos por teléfono".
ACERCA DEL FUTURO El doctor Emilio Moyano. académico Investigador de la Facultad de Sicología de la Universidad de Talca, fue amigo de décadas. "Guardo una Imagen de su figura y de su palabra, particularmente de acogida y amistosa asi como de sus sueños y tareas por venir Guardo una imagen de su pesar por el Chile de la noche larga, y de conversaciones acerca del futuro y del pensamiento latinoamericano como contexto iluminador, Compartimos la creación de sociedades para el pensamiento y la reflexión, y sueños de un Chile más justo y democrático.
Más recientemente, las alegrias por dar la posibilidad de generar un programa doctoral en común, desde donde cultivar ese pensamiento dando la oportunidad a jóvenes de íonnarse en ello".
El profesor Pinedo ha dicho con acierto que el hombre del Valle Central le teme al mar. apuntó el poeta Mario Verdugo en el libro "40 rostros maulinos" del que Pinedo fue uno de los retratados por el fotógrafo Héctor Labarca. Pinedo -manifiesta Verdugo- "ha desarrollado trabajos sobre
Apuntes sobre Javier Pinedo (19
Eduardo Bravo Pe¿oa Periodista. Magister en Humanidades: Lr Portada del libro "Historia de las Ideas nn Chile: Hornería a Javier Pinedo" editado a Imrts dr 2017 por el doctor Eduardo Drvés-Valdás.
La ocupación principal de Javier Pinedo Castro, p: versidad de Talca, fallecido el miércoles, fue el pe siglo XX con énfasis en "los largos años '60", part ensayo y desde la pregunta, ¿qué i
Javier Pinedo CotKcen ístoSmde la kie«McAjm«n 4 "Debates Intelectuales, tstudios sobre historia de Las ideas, pensamientos políticos y cultura en Chile", de |a\ ier Pinedo, próximo a publkaise.
El académico no akanú a verlo en librerías.
lu identidad de la Región del Maule donde escribe sobre las imágenes de la abundancia y la escasez en la obra de los poetas maulinos, sobre los impasibles rostros cerriles y el empecinamiento endogámico de nuestros coterráneos".
UN CONTINENTE COMPLETO 1.a académica Paulina Royo Urrizo)a conoció a Javier Pinedo en la Universidad de Chile, Sede Talca, cuando todavía existía la Facultad de Humanidades y Educación u fines de la década de í 970. Fue muy bien recibido: un profesor Joven, entusiasta, con sólida formación académica y vocación pedagógica, "Durante años, quienes trabajamos junto a él, nos acostumbramos a escuchar una afirmación que lo distinguid; ¡Yo pienso la Universidad desde las Humanidades!".
F.l doctor en Uteratura Iván Pérez opina que probablemente sea más fácil percibir el legado y la obra de Javier Pinedo no tanto en sus escritos publicados, sino en las instituciones que ayudó a formar y de hecho fundó. El mas visible, ul más notorio y el más duradero es el Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad de Talca, nombrado a partir de la figura del jesuíta Juan Ignacio Molina.
"Como Molina, Pinedo siguió la sonda del Humanismo, la del amor por el conocimiento, Y al Igual que Molina, las pesquisas y los intereses científicos de Pinedo están "situados": es decir, para Pinedo pensar y escnbir es al mismo tiempo hacerse cargo del lugar desde el que se hace. Javier Pinedo dedicó sus trabajos, entonces, a 'pensar America Latina desde Tálca*.
como le oí decir varias veces, Era he redero, en ese sentido, de una larga tradición filosófica y humanista en el continente que indagó por las identidades nacionales".
WOI KSWAGEN ESCARABAJO El director del Instituto de Estudios Humanísticos Juan Ignacio Molina, Pedro Emilio Zamorano, es el otro gran referente, por el lado de las artes, de esta unidad académica "Recuerdo al joven profesor recién llegado de Lovaina, como uno de los primeros doctores que lucia con orgullo la sede regional de la Universidad de Chile. Recuerdo también su tono y louk europeo de su vestimenta, audaz para la época, sin contar su Wolkswagen, modelo escarabajo.
Ello no dejaba de llamar la atención en nuestro escenario académico de entonces, caracterizado creo por un toque más bien provinciano".
Eran años de pobreza, recuerda Zamorano, donde Javier compartía una oficina más hien pequeña con otros tres profesores: Hugo Morán, Elias Torres y .Armando Mendez. "Teman la suerte, eso si. de tener en la oficina una máquina de escribir con la cual podían picar' los stencil para confeccionar las pruebas".
Eran anos en que había más dudas que certezas, más ilusiones que plata en el bolsUlo. más esperanzas que realidad. "En esos años nos conocimos con Javier, De Sede regional de la Universidad de Chile pasamos casi sin darnos cuenta, en marzo de 1981, a Instituto Profesional y luego. casi sin darnos cuenta, a Universidad. en octubre de ese mismo año".
Pinedo estudiaba la botánica y las plantas de su jardín le sonreían recuerda el cineasta Juan Diego Spoerer "Podía llegar tarde a cualquier parte por quedarse a regar y podar ramas y vástagos. En la academia. ya se sabe, ora brillante.
También cocinaba, y nos dejó con la intriga de la mise en place una novela que tal vez algún día entre al horno para hacer su cocción. Javier era de esos últimos ejemplares de una manada ya en extinción; la del Hombre Renacentista de nuestro cada vez más chabacano, tiempo. Y no cualquiera. Porque el mejor renacentista no es solo el solemne, el intachable sino, por el contrario, el gran gozador de la vida".
mos encontrar el valor de las ideas que en la lectura se encuentran los códigos más fundamentales de la sabiduría. Que la enseñanza de las humanidades es esencial a la idea de Universidad. Pinedo era amante de los árboles, de los pájaros y del fenómeno de la naturaleza".
El escritor Guillermo Garda fue de los últimos en abrir su casa para una fiesta alegre como esas que le gustaban al profesor. "Junto a Javier Pinedo nos abandona una parte de la historia de la Región del Maule. Perdemos al amigo, al académico y al es | critor que siempre llevó dentro de su alma, los territorios se desarrollan ' sobre la base de las ideas y Javier nos regaló su vida al servicio de ellas".
CAMBIAR EL MUNDO El rector de la Universidad de Talca Alvaro Rojas, medita en voz alta sobre la imposibilidad de verbalizar el adiós a un gran intelectual, respetado nacional e intemactonalmente "¿Qué palabras puedo transmitir sobre un hombre que nos enseñó que las humanidades podían cambiar el mundo, que en la literatura podía
Esle es probablemente el ultimo retrato publico de Javlet Pinedo fue tomada por Héctor Labar» ra durante una alegre noche de fines de noviembre de 2017; Pinedo sonríe, y mira directo al lentr de la támara, t omo di< ¡endo que no le tiene miedo a su enfermedad. Luego no lo volveríamos a ver.
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