Uses con trabajadores viajan, montaña arriba, tal como un día cualquiera en la altura andina. No obstante, intensas lluvias provocan el corte del camino e impiden el libre tránsito hacia la faena. Obligados a permanecer detenidos, los mineros son asistidos con alimento y abrigo. Mientras, la actividad productiva debe paralizar, con el consiguiente perjuicio económico, que puede ser bien significativo por cada día perdido. Esta escena corresponde a febrero de 2019, cuando personal de la minera Collahuasi a unos 4. 000 metros de altura sobre el nivel del mar en la región de Tarapacá—quedó atrapado en medio del invierno altiplánico. Si bien este es un fenómeno natural que se produce en esa zona entre diciembre y marzo, con tormentas eléctricas, rayos, granizo, visibilidad reducida, ventoleras, lluvia intensa y aumento de caudales; el año pasado, de manera inusual, superó lo imaginable. Para muchos es, sin embargo, solo un botón de muestra de los impactos que el cambio climático actualmente tiene en el desarrollo de las actividades industriales y productivas. Una variable que debe ser considerada desde el momento en que se estudia la inversión hasta la operación misma del proyecto.
SECTORES AFECTADOS
"Hay que considerar que nos encontramos en el décimo año de sequía, con un déficit de precipitaciones que en algunos lugares el pais ha sido de alrededor de 70%”, afirma Arturo Brandt, abogado especialista y consultor en medio ambiente.
Según el experto, el cambio climático, con la sequía estructural y demás problemas que trae aparejados, está forzando a diversos sectores productivos del país a incorporarlo como un factor crítico en el desarrollo de sus actividades. Desde su mirada, hay sectores estratégicos de Chile que ya están experimentando las consecuencias de este fenómeno como el forestal, minero, agrícola, energético y portuario. En el primer caso, por ejemplo, el cambio climático ha traído consigo un aumento en el riesgo de ocurrencia de incendios forestales. Al respecto, Brandt recuerda que en 2017 estos siniestros arrasaron con más de 500 mil hectáreas en Chile, una cifra muy superior a las 75 mil que, como promedio, sufren devastación cada año. En la minería, la mayor intensidad del invierno altiplánico que se ha visto en los últimos años podría volver a provocar paralizaciones pro2030 Ese año, según estima Claudio Seebach, el 85% de la generación eléctrica podría ser de origen renovable.
78% Del total de emisiones de GEl en Chile proviene del sector energía. Con un fuerte aumento del uso de fuentes renovables en sus operaciones, el sector apuesta a reducir esa cifra.
- ductivas, con la complicación extra de que las faenas mineras no pueden desplazarse, como ocurre con las actividades agrícolas. La energía y vitivinicultura, en tanto, sufren por la menor disponibilidad del recurso hídrico, mientras que el sector portuario se ha visto complicado a causa del aumento de las marejadas. Dado el actual escenario, estima el profesional, la agricultura sufrirá fuertes coletazos por el gran volumen de agua que requiere. Cabe recordar que este rubro consume cerca del 80% del | agua fresca disponible a nivel nacional. Añade que la vitivinicultura, en particular, resistirá los embates en la primera línea. “El agua será uno de los grandes temas en la producción de vino en los próximos años. Es probable que los viñedos de secano del Maule, ltata y Biobío se valoricen aún más, al considerar que las parras de esos sectores han vivido sin aqua gracias a la profundidad de sus raices”, comenta. El panorama que les espera a los proyectos hidroeléctricos es otro buen ejemplo para comprender el problema, precisa el abogado:
La importancia de incorporar las variables ESG, subraya Arturo Brandt.
Beneficios y Oportunidades
De acuerdo a Arturo Brandt, la incorporación de los indicadores ESG aportan beneficios diversos a la gestión de las empresas:
* Entrega señal de compromiso con la sustentabilidad. Recoge las demandas de los “stakeholders”. Favorece una demanda adicional por diversificación de inversionistas. * Disminuye la volatilidad financiera en el largo plazo. » Mejora el control de riesgos financieros (gobernanza, climáticos, sociales, etc.). E Disminuye la probabilidad de incidentes asociados a fraudes, corrupción, litigaciones, etc. + Reduce el costo de capital, gracias a un mejor manejo de ciertos riesgos. Mejora la reputación corporativa. A su vez, el consultor subraya que estos réditos se traducen en oportunidades para distintos actores. En el caso de los inversionistas, favorece un apoyo en la toma de decisiones de inversión a largo plazo, incorporando la dimensión ESG, “de modo de facilitar flujos de dinero hacia las compañías que gestionan positivamente esas variables”. A nivel de las empresas, se reconoce que la acción de aquellas que adoptan los indices ESG, “lo que se traduce en un valor agregado para su competitividad, teniendo en consideración su carácter de inversión sostenible”. Sumado a ello, las organizaciones adquieren una mayor visibilidad, destaca Brandt. Finalmente, a nivel país se promueve el aumento del flujo de inversión extranjera que busque invertir considerando las variables ESG.
"Lo que hacen muchas compañías financieras cuando van a prestar dinero para un proyecto es sacar un promedio de los últimos 30 años de los flujos de agua en una cuenca. Después, esa estimación se proyecta en el tiempo. Sin embargo, eso ya no puede hacerse así porque el flujo de agua actual no es permanente ni estable, sino que, como lo hemos visto, los caudales se están reduciendo. Es decir, si alguien hoy va a desarrollar un proyecto hidroeléctrico, tiene que sacar la cuenta y saber que a futuro contará con menos aqua de la que hoy existe”. A todo lo anterior, Brandt suma la falta de certezas que el fenómeno climático abre respecto del financiamiento a los proyectos de inversión: "Los nuevos riesgos como el cambia climático, generan incertidumbre financiera para todos los actores e influyen en las tasas de Interés”.
ESG
Arturo Brandt comenta que, frente a este panorama, países europeos tomaron cartas en el asunto y definieron los índices conocidos como ESG (Environmental, Social and Governance, por su sigla en inglés): “Son variables de medio ambiente, sociales y de gobernanza. Entre Inversionistas institucionales que las incorporaron a su portafolio de inversiones”, afirma el especialista. En materia de medio ambiente abarca temas de energía (consumo, metas, energías renovables y eficiencia energética); gestión de materiales y residuos (Ley REP); medio ambiente y estados financieros (valoración de activos con contenido de CO, y gestión de agua y de materiales). A eso ahora se suma la variable del cambio climático, dentro de la que se miden los desempeños en términos de gestión, mitigación y adaptación a este fenómeno. En el área social, el indice comprende aspectos de diversidad (composición de la fuerza de trabajo); capital humano (entrenamiento); atracción y retención de talentos, y salud y seguridad ocupacional. Finalmente, en gobernanza, las firmas son consultadas respecto de sus conflictos de interés, divulgación de información, ética, conformación de directorios y evaluación y rendición de cuentas. Posterior a la evaluación, la empresa obtiene un puntaje o ranking ESG. En opinión de Arturo Brandt, las variables de ESG deberían integrarse a la matriz de riesgos de las corporaciones: “Esto, porque al final del día lo que involucra el factor ambiental es un tema de riesgo financiero, que ahora se aprecia de modo más pristino debido al cambio climático”. Y añade el experto: “Un buen ranking de ESG debe actuar como un predlictor de riesgo a largo plazo y enviar una señal de mercado que es evaluada por los inversionistas, para señalarles cuáles son las empresas que están bien o mal paradas para el futuro. Obviamente, una compañía que tenga un nivel de riesgo alto será menos considerada por los inversionistas”. Brandt recalca que las variables ESG van más allá de la inversión responsable, o sostenible. “5e trata de y evaluar los nuevos riesgos financieros asociados a estas variables y de cómo van a impactar una determinada industria”, apunta. Y añade: “Del mismo modo, Chile es un país exportador de recursos naturales. Esto puede constituir una oportunidad para las empresas con buenos indices de ESG y que pueden ver mejorados su acceso a los mercados internacionales que cada vez miran con mayor interés estos índices”.
IMPACTOS EN LA MINA
Los efectos del cambio climático se han hecho sentir en la industria minera. Marko Razmilic, Presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta (Al A), recuerda los problemas ocasionados por el invierno altiplánico: “En febrero del año pasado vimos cómo un temporal estival
Afectó las faenas de grandes mineras en el norte del país, paralizando sus operaciones e impactando incluso en los resultados económicos trimestrales, donde El Abra fue la más afectada”. En 2015, añade el lider gremial, también hubo que lamentar una situación similar, “en lo que constituye un claro ejemplo de cómo el cambio climático impacta en la actividad productiva”. A su juicio, eso los lleva, “obviamente, a incorporar con mayor ¡ ntensidad la variable de emergencia climática y contingencia ambiental a las operaciones actuales y a los proyectos futuros, incluyendo la preocupación por aspectos logísticos como la interconexión y el transporte, donde el Estado también tiene un rol importante”. Otra variable que menciona es la utilización sustentable de la energía: “Aquí vale la pena destacar la experiencia de (Antofagasta nerals), que se propuso ser la primera minera en operar con energía 100% renovable, con el fin de reemplazar emisiones equivalentes a 350 mil toneladas de gases de efecto invernadero (GEl)”. Asimismo, resalta la experiencia de la desalación de agua para procesos mineros, “donde el caso paradigmático es la planta más grande de Sudamérica inaugurada en 2018 por BHP”, que corresponde a la planta
Desalinizadora EWS, ubicada en el puerto Coloso, Antofagasta. "Hoy se trata de una modalidad considerada en varios proyectos y que podría tener una aplicación para enfrentar la escasez acuífera en otros sectores y, además, en beneficio del desarrollo nacional”, agrega el dirigente de los industriales.
MEJORAS PARA LA FAENA
Por otra parte, Marko Razmilic también considera el panorama externo para anticiparse al nuevo escenario local: “La proyección acorde a estándares internacionales se basa en disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso eficiente de recursos hídricos y energéticos, algo que debería impactar en toda la cadena logística, incluyendo a las empresas proveedoras”. En el corto y mediano plazo, afirma que Al A considera relevante incorporar tecnologías para la recirculación hídrica y la puesta en marcha
De energías limpias, como la fotovoltaica o solar, sustituyendo además los combustibles fósiles para bajar las emisiones: "Aquí adquiere relevancia el gas natural y, en un plazo más holgado, el hidrógeno verde”. Según Marko Razmilic, en esta materia la región de Antofagasta tendrá un marcado protagonismo, “por la licitación de Corfo para asentar el Instituto Chileno de Tecnologías Limpias en la zona, proceso para el cual, como gremio, impulsamos la creación de ASDIT, consorcio postulante que reúne a varias universidades, gremios e institutos científicos de Chile y el mundo”.
CAMBIO DE VOLTAJE
En el sector energía el tema también se está abordando. A juicio de Claudio Seebach, Presidente Ejecutivo de Generadoras de Chile, el cambio climático representa oportunidades y desafíos relevantes para el sector eléctrico, en los ámbitos de la mitigación y la adaptación. “En términos de mitigación y en particular para alcanzar la carbono neutralidad a 2050, como dicta la ciencia, la electricidad surge como el principal energético capaz de reemplazar las emisiones de gases efectos invernadero de combustibles fósiles”, sostiene el líder gremial. En el ámbito de generación eléctrica, Seebach precisa que la principal acción iniciada en mitigación al cambio climático es el retiro de centrales a carbón —con meta a 2040-, junto con la incorporación masiva de las fuentes renovables. "Pero muy por sobre todo, la electricidad va a ser fuente de reemplazo de combustibles fósiles en el resto de la economía; para el transporte, industria, producción de calor, hogares y así contribuir a través de la electricidad cero emisiones en el uso, al combate al del cambio climático”, añade. Y en materia de adaptación, Claudio Seebach estima que el cambio climático constituye todo un desafío: “Por ejemplo, en los efectos que el fenómeno va a tener sobre la menor disponibilidad o mayor variabilidad en la disponibilidad del recurso hidrico, en donde la electricidad, que hoy es la principal fuente energética renovable del país producto de la masificación sobre todo de la energía solar, va a ser un complemento a la variabilidad solar o eólica”. Por otro lado, añade el representante gremial, la electricidad también va ser relevante en el uso para eventos extremos, “donde el uso de refrigeración o alre acondicionado permitirá mantener niveles de confort térmico razonables”. Por último, a su juicio será relevante incorporar la adaptación al cambio climático en la resiliencia de las redes de distribución. Esto, con el propósito de asegurar la calidad de servicio a la ciudadanía, como también el resguardo de las líneas de transmisión y de su vulnerabilidad frente a los aumentos de temperaturas, aluviones o vientos extremos.
PARA FINANCIAMIENTO
En otro plano, ¿la variable cambio climático influirá en el ámbito del financiamiento de los proyectos de inversión de generación eléctrica? Al respecto, Claudio Seebach comenta: “La economia climática y en particular la meta de alcanzar la carbono neutralidad, aparecen como una oportunidad económica para el sector eléctrico. Eso significa que también se requiere el financiamiento adecuado para ello”. Y agrega: “5in duda, ese financiamiento se está orientando fuertemente, por una parte, al desarrollo de tecnologías renovables de generación, pero también es muy importante el financiamiento para proyectos, por ejemplo, de electromovilidad, reemplazo de buses o en el parque automotor, donde la mayor inversión presente se recupera gracias a los menores costos futuros de operación”.