Alto Biobío: el contraste entre el emprendimiento y el olvido
Una de las comunas que más ha defendido su tradición ancestral, hoy en día vive experiencias que mezclan la fuerza de sus emprendedores locales junto con la desidia de una sociedad que, paradójicamente, tiene a la comuna pehuenche sin agua, a pesar de ser riquísima en recursos hídricos.
Alto Biobío es una de las comunas de la provincia que más ha tenido que luchar para mantener sus tradiciones. Semanas atrás, conocimos las nuevas instalaciones de su centro cívico donde, por ejemplo, destaca una ruca que sirve de espacio de cobijo y de reunión para todas las personas que van durante el día a realizar trámites.
También vimos la Winkul Ruka Kinún (Casa del Alto Saber), que es un centro para el desarrollo de la cultura que, por cierto, en esta comuna se refiere precisamente a la cultura ancestral. Dentro de ese contexto, hoy tenemos polos opuestos para hablar de Alto Biobío, ya que por una parte conocimos la noticia de un emprendimiento apícola que enorgullece a sus habitantes, pero al mismo tiempo nos enteramos de que nuevamente el agua es un tema que no debería ni siquiera serlo en una localidad en la que los recursos hídricos son tremendos, pero que por la privatización de los ríos, a los habitantes cordilleranos apenas les alcanza para medir por gotas los recursos que utilizan. En medio de estas dos noticias, que son del todo distantes, también conocimos un programa de rehabilitación a domicilio que acerca prestaciones médicas para personas que, ya sea por alejamiento geográfico, o por dificultades de accesibilidad, no pueden desplazarse con facilidad hasta los centros urbanos en busca de ayuda. MIEL PEHUENCHE: UN ALIMENTO QUE SE APROXIMA A LO SAGRADO Un estudio realizado por el Departamento de Ciencias y Tecnología Vegetal de la Universidad de Concepción, en coordinación con Indap y la Municipalidad de Alto Biobío, cuyos resultados fueron difundidos en mayo de 2019, concluyó que la miel producida en la zona cordillerana “es única en su tipo, de alta calidad, endémica y cumple con los más altos estándares chilenos y extranjeros”. En el estudio se analizaron colmenas distribuidas en Butalelbún, Pitril y Malla Malla entre los años 2017 y 2018, y gracias a la labor científica, se logró determinar que la cosecha de miel es muy especial, ya que corresponde a un componente monofloral, el que provoca que el alimento tenga una coloración, consistencia, aroma y sabor distinto y único que no se encuentra en ninguna otra miel del mundo.
De hecho, hasta la fecha no habían sido descritas en la literatura científica. La diferencia de este tipo de miel con sus antecesoras en el mercado sería a consecuencia de las condiciones ambientales únicas de agua, suelo y aire limpio, lo que se suma a la vegetación nativa y endémica del lugar. Todas estas características convierten a Alto Biobío en una experiencia única donde peñis y lamngenes se han hecho cargo de esta maravilla natural para mostrarla al mundo desde una perspectiva cultural tan auténtica como distinta, gracias a la orientación y al trabajo conjunto con el Programa de Desarrollo Territorial Indígena Indap-Conadi, PDTI, cuyo trabajo está orientado a fortalecer las distintas estrategias de la economía de los pueblos originarios, involucrando asus familias, a las comunidades o cualquier otra forma de organización, con base en las actividades silvoagropecuarias y conexas, de acuerdo con su propia visión de desarrollo.
Es el grupo de apicultores y apicultoras de Butalelbún dibujaron la etiqueta de su producto en concordancia con su cosmogonía y cultura, en armonía y respeto con y por el medio ambiente. La búsqueda de la miel de Alto Biobío es la excusa perfecta para recorrer los parajes responsables de un alimento que está más cercano a lo sagrado que a lo mundano, y en esa aventura se logra descubrir las bondades de la naturaleza, que es tan generosa en nuestra provincia REHABILITACIÓN A DOMICILIO EN ALTO BIOBIO En el marco del programa Estrategia de Desarrollo Local Inclusivo (EDLI) que el Municipio de Alto Biobío, a través de su Departamento de Desarrollo Comunitario, se adjudicó con el Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis), se pudo realizar la contratación de un kinesiólogo, cuya misión es la atención en terreno.
Nicolás Robles, profesional contratado para cumplir con esta misión, debió realizar visitas a pacientes con discapacidad —temporal o permanentedirectamente en sus domicilios en Arturo Ledezma prensa@laribuna.
Cl
Alto Biobío: el contraste entre el emprendimiento y el olvido
Butalelbún, Ralco, Callaqui, Las Kinwas, El Barco, Malla Malla y Cauñicú, evitando de esta forma un traslado lleno de dificultades al Cesfam y asegurando su atención continua, ya que muchos son los pacientes quienes, ante la imposibilidad de trasladarse, perdieron sus fechas y horas de atención, y debieron interrumpir su proceso de recuperación.
Dentro de los tratamientos aplicados se encuentran los servicios de electroterapia y masoterapia para disminuir dolores y recuperar movilidad. Además, a los pacientes se les está educando sobre sus respectivas patologías para que aprendan a superarla o a vivir con ella dignamente, con el menor impacto posible y evitando factores de riesgo que puedan empeorar dichas afecciones corporales. Cabe mencionar también que fueron tratados pacientes con enfermedades crónicas, o de mucha gravedad, entre las que se encuentra una mujer con la enfermedad de Parkinson con rigidez articular, por lo que se le realizaron ejercicios que le permitirán mejorar su autonomía, así como también un paciente con una fractura de cadera que lo tenía completamente inmovilizado y hoy ya se encuentra caminando con bastones. Al respecto, el alcalde Nivaldo Piñaleo señaló que “este tipo de programa que atiende a adultos de 18 a 59 años se suma a Teletón en tu Comuna, programa que gestionamos y que atiende a menores de edad para evitarles el traslado al centro de rehabilitación Teletón en Concepción”, puntualizó.
LA PARADOJA DEL AGUA EN ALTO BIOBIO: LA ESCASEZ EN MEDIO DE LA ABUNDANCIA Una absurda y violenta paradoja se produce en Alto Biobío. Siendo una de las comunas cordilleranas con gran cantidad de ríos y esteros limpios, debe abastecer de agua a cerca del 15% de su población mediante camiones aljibe, como consecuencia de la privatización del sagrado elemento. “Esto ocurre porque el 99,997 % de las aguas están privatizadas e inscritas por empresas o particulares fuera del territorio, lo que dificulta la creación de comités de agua potable o proyectos de riego, por ejemplo.
Por eso, el Estado debe reconocer el derecho preferente de las comunidades sobre las aguas del territorio”, señaló el alcalde Nivaldo Piñaleo. En total, son 195 familias, ocho postas, cuatro escuelas y un jardín infantil los que deben recibir agua potable, semana asemana, de uno de los dos camiones aljibe o de una de las dos camionetas que realizan esa función.
Claramente, si uno de los vehículos falla, tanto las postas como las instituciones educacionales no pueden funcionar.
Son cerca de 200 mil litros los que, mensualmente y de manera impostergable, deben ser entregados.
Esto es posible gracias a los fondos del Programa Déficit Hídrico, coordinado por el Municipio y la Gobernación.
“El gobierno de Chile no ha sido capaz de resolver las demandas de los derechos de agua.
Agua que nos pertenece como pueblo ancestral, tierras que nos pertenecen como pueblo ancestral, recursos mineros que nos pertenecen.
Y no hemos tenido respuestas políticas del gobierno de turno.
Tampoco hemos tenido respuestas de las administraciones anteriores. ¿ Cómo no cansarse?”, es lo que afirma con pesar el alcalde Piñaleo. Es importante destacar que lo anterior se debe a que, en Alto Biobío, el 99,997 % del total de los recursos hídricos fueron inscritos por Enel (trasnacional de capitales italianos que está encargada hoy de administrar la polémica central hidroeléctrica que conocimos como el megaproyecto de Ralco, la última hidroeléctrica de embalse de gran escala que Endesa, en ese entonces en manos españolas, construyó en el país) y por otras decenas de particulares y empresas que no pertenecen a la comuna.
Esto es una gran piedra de tope que no solo dificulta, sino que impide, que las comunidades puedan realizar proyectos de riego, comités de agua potable o emprendimientos turísticos. Alrespecto, el INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos) ejecutó un inforMe detallado donde alerta sobre esta situación, indicando claramente que se están vulnerando gravemente los derechos humanos y ancestrales de las comunidades originarias de Alto Biobío. Una de las situaciones más complejas que se han presentado debido a esta situación es el remate de derechos de aguas en el río Queuco, uno de los afluentes más importantes y más vinculado a las tradiciones de los pehuenches de Alto Biobío. Piñaleo conversó respecto a este tema hace un tiempo con Diario La Tribuna, en un reportaje que daba cuenta de las nuevas instalaciones y mejoras de la comuna, señalando que “fuimos a Concepción con lonkos y dirigentes a oponernos a este remate y a todos los que vendrán porque el agua debe ser de las comunidades, quienes la quieren para usarla con respeto y compartirla”. Como último dato para tomar en cuenta, en esta seguidilla de problemas acuíferos es importante recordar que enalaño 2004, el Estado de Chile firmó una serie de compromisos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre los que estaba la creación de la comuna de Alto Biobío, en donde se indicó que no se volverían a construir represas en tierras indígenas. Sin embargo, nada se dijo sobre garantizar el derecho al agua, y hoy estamos apreciando las terribles consecuencias para esta comuna que, a pesar detener al lado a la represa que abastece de energía a gran parte de las familias chilenas gracias a la gran potencia del agua —con una capacidad de mil 222 millones de metros cúbicos—, no tiene la posibilidad de abastecer de agua a sus familias ni centros de atención de salud, así como tampoco a los establecimientos educacionales, los que dependen de que el clima sea clemente y la suerte dadivosa con esos conductores que deben distribuir el agua, para que la vida de estas personas pueda, a pesar de la adversidad geográfica, política y social, seguir con su curso.