Efecto del uso de plaguicidas en la salud reproductiva
Durante diciembre se conmemoró el "Día Internacional del no uso de plaguicidas”, como un llamado a tomar conciencia sobre los graves problemas ambientales y en la salud que estos productos han generado. Insecticidas, herbicidas y fungicidas se aplican intensamente en el cultivo agrícola en países desarrollados y en desarrollo. De hecho, el uso de plaguicidas se ha incrementado considerablemente en los últimos 35 años, alcanzando tasas de crecimiento del 4 a 54% en algunas regiones. En China, el mayor consumidor del mundo de fertilizantes nitrogenados, casi la mitad del nitrógeno aplicado se pierde por volatilización y de 5 a un 10% más por infiltración. Por esto, de todos los riesgos
químicos a los que se enfrenta la población, los plaguicidas constituyen la mayor amenaza. El uso intensivo de agrotóxicos ha contaminado aire, suelos, aguas y alimentos, causando desequilibrios en los ecosistemas, muerte, reducción de vida silvestre e impacto en la salud de las personas. En nuestro país, por ejemplo, personas expuestas a plaguicidas que laboran en este rubro en la Región del Maule, presentan un menor rendimiento cognitivo en pruebas neuropsicológicas ajustadas por edad. Además, datos ministeriales señalan que en Chile, entre 2006 y 2012, 2.339 hombres y 1934 mujeres sufrieron intoxicación por plaguicidas, productos que presentan mayor toxicidad en comparación con los que se emplean en Estados Unidos.
Por otra parte, los años laborales de hombres y mujeres en la agricultura se relacionan con su ciclo reproductivo, por lo que estos productos pueden afectar su salud en este ámbito o la salud de su familia. Se ha reconocido que muchas sustancias químicas que se emplean en el trabajo agrícola se pueden llevar en la piel, el cabello, la ropa y calzado hacia el hogar. La exposición a agentes tóxico-químicos puede afectar la fertilidad en ambos sexos. En los hombres se han encontrado alteraciones en la función sexual, ya sea disfunción eréctil o espermática, donde la calidad de los espermatozoides o semen puede verse afectada. Adicional a esto se ha encontrado cáncer testicular y defectos congénitos como
criptorquidia e hipospadias, relacionados a la exposición de químicos con actividad estrogénica y antiandrogénica, tales como plaguicidas organoclorados. En las mujeres se ha observado una asociación del empleo crónico de estas sustancias con trastornos del ciclo menstrual y de la ovulación, además de desequilibrio de las hormonas sexuales. Con la participación cada vez mayor de mujeres en la fuerza de trabajo, se incrementa la probabilidad de exposición a estos agentes durante la gestación, con los riesgos de abortos, prematuridad y defectos congénitos en el hijo, además de alteraciones posteriores en el desarrollo. Algunas investigaciones relacionan el carcinoma mamario con algunos
productos de exposición ambiental, como los compuestos organoclorados del tipo insecticidas y dioxinas. Por tanto, es necesario no solo promover un desarrollo ecológico y amigable en las técnicas agrícolas en virtud del impacto en el cambio climático global, sino también por el impacto que los agroquímicos tienen en la salud humana. Las leyes de seguridad y salud laborales no siempre protegen la salud reproductiva de la persona trabajadora, de ahí que se hace necesario considerar la importancia de actuar en aspectos relacionados con la reproducción y fertilidad en ambos sexos influidas por exposiciones laborales y/o medioambientales asociadas al uso de agroquímicos.
Matrona y académica Ipsuss, USS