INNOVACIÓN: LOS AVANCES OBSERVADOS Y LO QUE AÚN FALTA
Según el informe del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), Readiness for the future production 2018, el mundo está viviendo un proceso de cambio, en el que aún no es posible decir que un país haya alcanzado una etapa de asentamiento respecto a los avances tecnológicos en las industrias, De todas formas, todos tienen los mismos desafíos: avanzar hacia esta etapa, buscando soluciones sobre la base del diseño y mejores avances. Y en el WEF recomiendan que estos avances sean adoptados tanto de manera global como regional, buscando mayor colaboración entre las naciones. En el caso de la industria metalúrgica y metalmecánica chilena,
los avances son de todo tipo. Nancy Díaz, subgerente general de Acerline y directora de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), menciona algunos como ERP o el desarrollo de Business Intelligence, y sostiene que el foco está puesto en Big Data. En esta materia, y al alero de Asimet, se creó el Centro de Extensionismo Tecnológico (CET) con la intención de elevar el estándar de las empresas de ese sector a un nivel 4. 0 en tecnologías, promoviendo una nueva manera de organizar la producción hacia una manufactura avanzada y posibilitando mejorar significativamente la competitividad y la productividad de las compañías del rubro. No obstante el consenso que existe respecto a la importancia de incorporar las tecnologías disruptivas propias de la Industria 4. 0, el profesor de la Universidad Finis Terrae y PhD(c) en Ciencias de la Computación, Alfredo José Bolt Iriondo, sostiene que “es crucial ajustar y aclarar las expectativas”, precisando que si bien estas tecnologías ayudan enormemente, “no resolverán todos los problemas de las organizaciones, sino que sólo resolverán los problemas para los que fueron diseñadas. Las dificultades en los procesos productivos o de negocio no se solucionan simplemente automatizando e inyectando tecnología”. Y aunque a simple vista parece que se ha avanzado a grandes pasos en esta materia, el académico cree que aún falta avanzar en dos grandes áreas: la digitalización y la investigación. Con respecto a la primera,
plantea que todas estas tecnologías disruptivas, “o más precisamente emergentes”, parten de la base de que las organizaciones han abandonado el modelo de “papel y lápiz” y han hecho la transición hacia lo digital, es decir, que tienen una infraestructura tecnológica que soporte los procesos de las organizaciones y sobre la cual se registran y analizan datos. Pero Bolt dice que en Chile aún existe una gran deuda en este sentido, en especial de las PYME, por lo que ve necesario avanzar en
su desarrollo. Acerca de la investigación, añade que en el país falta mucha investigación teórica y aplicada en estos temas. Normalmente, dice, las organizaciones nacionales tienden a comprar soluciones probadas y respaldadas desde el extranjero, pero acá ya existe la capacidad de investigación y de aplicación necesaria a un costo mucho menor, afirma. “Es esencial estrechar los lazos entre la industria, las universidades y los laboratorios tecnológicos”, sugiere Bolt. M
Desde la academia advierten que la tecnología no resuelve todos los problemas productivos o de negocios, por lo que llaman a ajustar expectativas.