EL APORTE DE AGUAS ANDINAS PARA CON UNA CIUDAD MAS RESILIENTE ANTE LA SEQUÍA Y EL CAMBIO
La compañía de servicios medioambientales viene desarrollando planes especiales que permitan contar con una ciudad cada vez más preparada ante eventualidades climáticas y enfrentar en mejores condiciones la escasez hídrica que afecta a la zona central.
Hace algunos años, Aguas Andinas tomó la decisión de pasar de ser una empresa sanitaria a una compañía de servicios medioambientales. ¿El objetivo? Hacerse cargo de los drásticos y profundos efectos que ha traído consigo el cambio climático tanto para su operación, como para la vida de los ciudadanos en general. En este sentido, la extrema sequía que azota a Chile por más de diez años, con especial énfasis en la zona central, ha sido una de las consecuencias más claras y reveladoras del cambio climático. “Por ello, en Aguas Andinas estamos implementando diversas opciones para entregar un abastecimiento de agua potable seguro de cara a la comunidad, para lo cual contamos con un plan de inversiones que considera
obras de infraestructura, planes de eficiencia hidráulica, campañas de concientización para la ciudadanía y trabajo mano a mano con municipalidades para reducir el consumo del recurso hídrico, entre otras”, explica Alberto Blanco, director de Planificación Sustentable, Estructura y Tecnología de Aguas Andinas. Además, la empresa solicitó a la Dirección General de Aguas decretar zona de escasez hídrica en los ríos que alimentan Santiago, el Maipo y el Mapocho, con el fin de priorizar el consumo humano del agua. Ambas ya fueron aprobadas y en el primer caso destacó el trabajo colaborativo con los regantes de la primera sección de Río Maipo. Con la finalidad de aumentar la resiliencia de Santiago ante
eventos climáticos, como tormentas de verano en la alta cordillera, desde 2008, Aguas Andinas viene desarrollando un plan de obras de emergencia que considera la construcción de nuevos estanques y reservas,
nuevos pozos de extracción de agua subterránea y planes de digitalización de la red de agua potable y eficiencia hidráulica. En este sentido, destacan los mega estanques de Pirque que entrarán en operación a fines de
este año y que permitirán que Santiago pase de 11 a 34 horas de autonomía ante emergencias climáticas.
BIOFACTORÍAS: UN MODELO PIONERO
La expresión máxima de la economía circular dentro de la operación de Aguas Andinas ha sido la transtormación de sus plantas de descontaminación de aguas servidas de Santiago, en Biofactorías. Un modelo pionero de la industria sanitaria mundial, con el que la compañía alcanzó el tratamiento de 100% de las aguas residuales de la ciudad y la transformación de la totalidad de sus desechos en recursos como: biosólidos para la agricultura o para regenerar suelos
degradados, gas natural para el uso residencial en la ciudad y para producir energía eléctrica y térmica. De ellas nace también otra de las acciones consideradas para enfrentar la escasez hídrica para el mediano y largo plazo, pues la reutilización de aguas residuales descontaminadas es una apuesta sostenible para distintos usos. Un modelo galardonado, pues en diciembre pasado, Aguas Andinas fue reconocida por la ONU durante la COP 24, en Polonia. Este premio le fue otorgado en la categoría Salud Planetaria, como un ejemplo para el resto del mundo en el trabajo para combatir el cambio climático. Además, recibió el premio Nacional de Innovación, entregado por AVONNI.