En terreno. Es una herramienta para la realización de catastros y otros proyectos.
La resiliencia es un desafío que toma fuerza en el agro frente al nuevo escenario climático. Sobre todo para pequeños agricultores que son los más vulnerables ante el fenómeno, y también para las autoridades que promueven estrategias de adaptación y mitigación para que el cambio climático sea una oportunidad y no una amenaza al sector. Por: Andrés Ortiz
Adaptarse a un cambio que llegó para quedarse y aprovecharlo como un nuevo escenario que propicie oportunidades de crecimiento. Esa es la actitud que desde el sector público promueven para enfrentar el cambio climático y que los agricultores están comenzando a materializar con distintas acciones. El ministro de Agricultura, Antonio Walker, recuerda que ante variables climáticas cada vez más frecuentes como temperaturas extremas, granizos, lluvias abundantes y sequías en invierno, los agricultores deben prepararse para enfrentar estos cambios que en Cada región y en cada zona geográfica se manifiestan de manera distinta. “La agricultura de hoy debe buscar nuevas prácticas para adaptarse a estos cam-
bios climáticos. Por un lado, debemos monitorear los cultivos frente a nuevas plagas y enfermedades y buscar mejores infraestructura e innovaciones que nos permitan proteger nuestros cultivos de los distintos fenómenos que afectan directamente su biología”, afirma el titular del Minagri. Y agrega: “Hoy estamos en un escenario en que debemos buscar nuevas tecnologías e innovaciones que nos permitan adaptarnos y ser un sector más resiliente a los cambios que se presentarán”.
Pequeños productores La pyme del agro es uno de los sectores más impactados por el cambio climático. Por ello, el Minagri desarrolla acciones para este sector. “Tenemos un fuerte rol de capacitar y promover procesos de adaptación a
los pequeños productores quienes son los más vulnerables”, dice Walker. El compromiso de Chile con los acuerdos globales realizados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), búsqueda de nuevas energías y conocimientos técnicos para hacer frente a los nuevos escenarios agroclimáticos, son algunas iniciativas. “Otra acción importante es el aumento de la resiliencia del pequeño y mediano agricultor, debemos capacitar, hacer transferencia tecnológica y de extensión a la Empresa Familiar Campesina, que les permita adaptarse a los distintos cambios climáticos”, afirma el ministro de Agricultura. En esta línea, por ejemplo, agricultores de la zona del secano de la Región de O'Higgins son apoyados con fondos para que puedan desarrollar técnicas de conservación de suelos y aguas, producción adaptada de cultivos en zonas de secano, sistemas de producción de legumbres, usando recirculación en condiciones semiáridas, generación de competencias en el uso de instalaciones de cosecha y almacenamiento de aguas lluvia y técnicas de riego más eficientes.
FRONTERA FRUTÍCOLA AVANZA HACIA EL SUR
El recambio de especies frutícolas en la mayoría de las regiones del país es un ejemplo de cómo el cambio climático ha impactado al agro. Así lo explica Juan Carlos Sepúlveda, gerente general de Fedefruta. "El cambio climático ha hecho que la fruticultura, que estaba radicada principalmente en la zona centro, centro norte y algo de centro sur, se haya ido corriendo hacia et la RM, antes la uva de mesa y la palta eran las especies de mayor producción, ahora esto ha dado paso a especies como la nuez, con un crecimiento exponencial, avellanos y otros frutos secos. Por otro lado, en la zona sur la actividad principal era la ganadería, hoy el escenario es distinto. La producción frutícola está creciendo a pasos agigantados en esa zona, sobre todo con cerezas, avellanos y berries. Es decir, la frontera frutícola se está desplazando hacia el sur”.