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05-04-2018
Las chilenas los prefieren altos: a lo menos, por sobre 1,73 metro
C ómo prefiere a los hombres, ¿altos o bajos? Si se inclina por la primera opción, calza con los resultados de un estudio realizado por el Laboratorio de Comportamiento Animal y Humano de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), que analizó la altura como un rasgo que explica las diferencias entre individuos del mismo sexo ante la competencia con sus pares por conseguir pareja. La investigación, denominada "Competición intrasexual y altura en adolescentes y adultos", fue publicada en la revista "Evolutionary Pshchology", que se especializa en temas relacionados al estudio de la mente y del comportamiento humano, desde una perspectiva evolutiva. Reúne trabajos realizados por biólogos, psicólogos, antropólogos, entre otros.La conclusión principal fue que quienes tuvieron más éxito en la conquista de chilenas fueron aquellos hombres que sobrepasaban el 1,73 metro de altura. Esta cifra corresponde al promedio de altura de los hombres que participaron en el estudio. "Al ser más fuertes físicamente y mejores rivales en el combate físico", según señala el escrito, son "más exitosos en la competencia con sus pares".El estudio analizó la comprensión del entorno, tomando en cuenta no solo aspectos relacionados con la psicología, sino también el vínculo que existe entre el comportamiento y la imagen física que se proyecta. Para conseguir los datos, se aplicaron cuestionarios, pruebas psicométricas y mediciones objetivas a la altura corporal de 593 adolescentes (303 mujeres y 290 hombres) y 246 adultos (135 mujeres y 111 hombres) en Santiago y Valparaíso. Bajos, pero bravos Al aplicar el cuestionario, los investigadores detectaron que los hombres más bajos estaban más alertas ante la presencia de otros hombres. La razón es que los otros constituían una real amenaza para la conquista. "Probablemente porque deben competir más para que se fijen en ellos o para ganar recursos en ambientes competitivos, porque no tienen la capacidad física para dominar a los rivales", especifica José Antonio Muñoz, doctor en Biología y académico de la UPLA. Se aplicaron 12 preguntas, que los encuestados debían calificar como de acuerdo o en desacuerdo, con escala del 1 al 7. Algunas fueron:-Me molesta muchísimo salir a divertirme y que las personas del sexo opuesto les presten más atención a mis amigos que a mí.-Me caen mal los hombres/mujeres muy ambiciosos (as).-Jamás contrataría a un (a) hombre/mujer muy atractivo (a) para trabajar conmigo.Estas respuestas se cruzaron con la altura de los entrevistados para detectar el patrón, mediante la técnica estadística llamada análisis de regresión lineal. La ventaja de los altos "Sabíamos que la altura era una rasgo atractivo y, a partir de ello, quisimos conocer si influía este factor en la competencia con los pares para obtener una pareja", cuenta Muñoz. Detalla que, a diferencia del gusto por las rubias en la cual, según el científico influye, la cultura, la preferencia por los centímetros es transversal en todas las sociedades, ya que está presente en culturas muy distintas. Para Muñoz, la explicación de este encanto tiene un componente biológico ancestral. "Indica que aquellos que tienen más centímetros son más dominantes, tienen mayores capacidades competitivas y pueden monopolizar recursos", destaca el científico.Este rasgo físico se exacerba en la adolescencia. "En esta etapa los pares -por ejemplo, dentro del curso de un determinado establecimiento- no se diferencian mucho por su nivel de ingreso; pero sí por sus características físicas a la hora de sentirse más deseado por el sexo opuesto. Junto con ello, las hormonas están más intensas, incrementándose el efecto de estas últimas a nivel psicológico", describe Ana María Fernández, doctora en psicología, académica y directora del Laboratorio de Evolución y Relaciones Interpersonales de la Universidad de Santiago y co-autora del estudio. "Estos comportamientos y actitudes tienen una base evolutiva, que viene desde hace millones de años, y lo retenemos aunque sea inútil en la actualidad. Hoy nadie entrega beneficios a un hombre solamente por ser más alto, pero en el pasado sí y es un rasgo de adaptación que nos permitió sobrevivir como especie. Conservamos esa característica, ahora inútil, pero que continúa presente: por ejemplo, hay estudios donde le piden a altos que caminen por la calle y que se enfrentan a otros más bajos, estos se corren y le ceden espacio para que sigan caminando", precisa Muñoz.¿Y ellos, qué quieren? Los hombres chilenos tienen otras referencias a la hora de buscar pareja. Para ellos, resultan mucho más atractivas las mujeres de estatura media. Para efectos de este análisis, son aquellas que bordean 1,60 metro. "La hipótesis biológica establece que existiría una tendencia a que las mujeres en estatura promedio tendrían una mejor capacidad reproductiva, no así las más altas que ellos o las muy bajas", cuenta Muñoz. Fernández detalla que los centímetros en la población femenina no son determinantes en su atractivo, porque a los hombres les atraen indicadores de fertilidad como una cintura pequeña. La altura no tiene mayor relevancia con la capacidad de reproductiva. Puede leer el estudio (en inglés) en el link http://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1474704917749172 05-04-2018
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