La Hora (Chile)
24-05-2018
Reelección de Maduro: ¿Cómo se determina si una elección es o no legítima?
Analista internacional de la Usach explica que la valoración de los comicios en Venezuela responde a planteamientos político-ideológicos.A cuatro días de las elecciones presidenciales realizadas el domingo en Venezuela, el gobierno de ese país seguía ayer defendiéndose de las acusaciones en contra del proceso electoral y subrayando que se trató de comicios legales, transparentes y democráticos.Pero los cuestionamientos no disminuyen y hasta ayer solo 19 países -incluidos Rusia y China- habían reconocido los resultados, que dieron al Presidente Nicolás Maduro la reelección para el periodo 2019-2025. Otros 46 países -entre ellos Chile- han cuestionado la legitimidad de la votación.El grupo de países más industrializados (G7) -Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y EE.UU.- junto a la Unión Europea, afirmaron ayer que los “resultados carecen de legitimidad y credibilidad”. “No se han respetado las normas internacionales necesarias para un proceso inclusivo, justo y democrático”, dijeron en una declaración conjunta.Y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió que se convoque a nuevas elecciones, “en el marco de los estándares internacionales mínimos inherentes a todo proceso electoral”.Pero, ¿cuáles son esos estándares que Venezuela no habría cumplido?El director del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, explica que “no existe una estructura formal, algo así como un criterio científico, que permita decir si un proceso electoral es o no democrático”.“Lo que existe son acuerdos, prácticas, planteamientos políticos. Por eso, desde una determinada perspectiva o visión ideológica una elección es legítima, y desde otra perspectiva, es ilegítima”, agrega Estenssoro, doctor en Estudios Americanos.Se trata, “en definitiva, de un enfoque político-ideológico”, dice el analista internacional. Ejemplo de aquello es que mientras el G7 rechaza los resultados, Rusia pide a la comunidad internacional que los respete. “Ha habido elecciones y es la voluntad de los venezolanos que acudieron a los colegios electorales. Esa voluntad, manifestada en el marco de la ley, hay que respetarla”, dijo la vocera María Zajárova.Crisis políticaOtro ejemplo, dice Estenssoro, es lo que ocurre en la OEA, cuyo secretario general considera que no se dan las condiciones básicas para una elección democrática en Venezuela. “Almagro señala que no hay libertad de información, hay formas de coerción de la votación, cohecho y compra de votos, entre otras denuncias”.Lo que ocurre en este caso, dice el analista, es que como la OEA es una institución formal, donde las resoluciones se votan, lo que se conoce finalmente es la opinión de la mayoría, aunque un grupo minoritario considere las elecciones democráticas.Pero más allá de la votación, el director del IDEA subraya que en Venezuela hay una profunda crisis política y humanitaria en la que “las principales autoridades del país son también las principales responsables, y tienen el deber de conducir un proceso que lleve a una solución pacífica del conflicto, mediante la negociación”.Qué significa la alta abstenciónMaduro fue reelegido con 6,1 millones de votos, de un total de 9,1 válidamente emitidos. Los convocados a sufragar eran 20,5 millones, por lo que la abstención se situó en 53,98%, la más alta de las últimas dos décadas.Una parte de la oposición, reunida en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) llamó a boicotear la elección mediante la abstención.Esta baja participación no es en sí misma relevante al momento de calificar los comicios como democráticos o no, explica el analista Fernando Estenssoro. “No se pueden comparar cifras sin contextualizar. Por ejemplo, en Chile la abstención fue altísima (51,2% en diciembre de 2017), pero nadie cuestiona las condiciones democráticas para hacer la elección; la gente no va a votar porque no quiere, pero los chilenos no se están yendo del país, no hay persecución de la prensa, como sí ocurre en Venezuela”, comenta el especialista de la Usach.“Tampoco se puede comparar con Estados Unidos, donde vota el 30%. No es la abstención en sí, sino el contexto en la que ocurre. En Venezuela fue la más alta de la historia reciente y en medio de acusaciones de que mucha gente, sobre todo la más pobre, fue a votar porque si no lo hacían le quitaban el carné de la patria, con el que tienen acceso a comida”.
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