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A finales de agosto Coyhaique recibió la visita de tres protagonistas de la música en distintos ámbitos de manejo. Un conductor radial de Santiago, un director de medio especializado y una periodista experta en musicología.
Esta instancia desarrollada por la agrupación Malotun en el marco de las jornadas acústicas "The Dark Side of the Sur", buscaba reunir a diversos actores de la escena musical local para conocer otras realidades.
De esta manera se reunieron Nayive Ananías, periodista y Magíster en Musicología Latinoamericana de la Universidad Alberto Hurtado; Diego García, director de Revista Patagonia Rock y Pablo Medel, conductor de Escena Viva de la radio de la Universidad de Santiago, Radio Usach.
Diario El Divisadero conversó con los expositores en este conversatorio en torno a la música denominado "The Talk Side of the Sur".
El conductor de Escena Viva de Radio Usach, Pablo Medel, valoró esta instancia principalmente por la amplitud del conocimiento que se genera.
"Me parece fantástico que se creen estas iniciativas, estos encuentros, porque en cierta medida permiten conocer la realidad directamente, donde efectivamente las bandas que están sonando ahora en regiones, tienen ya su público y hay que tener como una visión más amplia de salir un poco de la descentralización. De que Santiago está todo, y entender que las regiones tienen mucho más que aportar".
Cómo ven desde Santiago este concepto de música austral que se desarrolla acá y en Magallanes.
Lo veo muy real. En términos de que la colaboración prima actualmente. Las bandas entienden que el desarrollo musical, no solo depende de cada banda, sino que de la escena completa. En ese sentido, la creación de públicos, tener un buen trabajo para que el público los vaya a ver, vuelva, recomendar otras bandas, también me parece muy bueno.
La escena musical chilena en ese sentido, tiene que seguir creciendo, a pesar de que el público a veces no responda. Yo entiendo la lógica actual de la música chilena, que se basa un poco más en cartas más conocidas, que atraen a más públicos. Siento que lo que acá se genera es mucho más auténtico. La creación está casi pura, músicos que hacen música en regiones son realmente porque aman lo que hacen, no por la necesidad, de insertarse en un sistema, en una escena, que a lo mejor los va a ayudar a surgir, sino más bien solo la necesidad de hacer su trabajo. Eso me parece muy auténtico.
¿Lo ves como la generación de un modelo nuevo?
Sí, es un modelo nuevo, que llama la atención, principalmente en regiones que tienen una cierta identidad, una visión particular de ver la música. Me parece increíble que a pesar de que todo está en contra, se pueden seguir haciendo cosas y siento que esas características se dan por la identidad. En ese sentido el territorio donde se da finalmente la música que se realiza es muy marcador. No todo pasa en Santiago, no es necesario siempre trasladarse a Santiago para ser músico, sino que se puede hacer desde regiones.
Otro de los expositores fue Diego García, director de Revista Patagonia Rock, medio de comunicación especializado en música, con casi 2 años de vida en la región de Magallanes.
Respecto a lo que es llevar un medio de este tipo. García fue enfático en señalar que "es una decisión difícil, porque es algo que no nos da ningún tipo de ingreso económico, y que funciona más que nada por un objetivo concreto, que es dar a conocer la escena musical de Magallanes. En ese sentido, que a nosotros nos inviten a este tipo de instancias es como ya ver los primeros frutos que hago, que hacen mis compañeros con mucho esfuerzo y cariño. Para nosotros este tipo de instancias es súper enriquecedora.
Lo mismo con el conversatorio. Poder conocer cuál es la apreciación de gente que lleva tanto tiempo, o saber la realidad de otra región, es súper valioso para todos nosotros.
Sobre todo, porque creo que ahí tenemos un trabajo que realizar, que es unificar a la Patagonia en el fondo. Se están dando todas las manos y eso me tiene súper contento. No es algo que haya buscado, personalmente.
Conociendo ahora la realidad en Aysén, ¿cuál crees que es la proyección de la escena musical austral?
Creo que tenemos que unificarnos. Unir fuerzas, por las condiciones geográficas, netamente por eso. No sé cómo se desarrolla este tipo de proyectos o la escena en el norte, más allá de lo que uno puede ver desde afuera o cuando uno viaja a esas cosas.
No sé cuál es la lógica que utilizan. Lo que sí veo es mucha autogestión, mucho esfuerzo, mucho cariño por lo que se hace y seguir subiendo. Seguir progresando, y las facilidades que te dan. A mí me da la impresión que en el norte se juega mucho con los egos, entre productores, las mismas bandas, que es un poco lo que acá no se ve. Y eso es un sentimiento que tiene que ser compartido, que tiene que aflorar, y en el fondo nos permite generar este tipo de nexo. No solo como medio, sino que todos como escena patagónica del lugar donde nos tocó vivir y nacer.
Nayive Ananías, periodista, Magíster en Musicología Latinoamericana de la Universidad Alberto Hurtado, y actual estudiante de doctorado, visitaba por primera vez en Coyhaique, y se mostraba impresionada por la generación de esta instancia de debate, que no ve muy seguido en la capital señala.
Aunque no lo creas, en Santiago no están estas instancias, y eso lo estaba comentando con mis colegas. Faltan estas instancias. Entre colegas, con otras disciplinas, y que la música, que es algo tan manoseado, masivo, difundido, como a nivel de teorizar, lamentablemente no existe. Solo quedan en las presentaciones en vivo, o en los congresos súper elitistas y académicos, no en algo más masivo, como de difusión tomándose una chela.
Lo que vez en la escena actual del norte, ¿es algo parecido a lo que ocurre acá?
Si, de hecho. Como periodista y musicóloga, puedo decir que la discusión está latente. Que primero hay falta de interés de los profesionales de las comunicaciones. Y digo profesionales de las comunicaciones, incluyendo a periodistas, gente de la literatura, actores, gestores, culturales, o sea, muchos integrantes pueden ser periodistas o reporteros. Falta de profesionalización también, falta de interés, también falta de que llegue el disco, o que la persona se contacte contigo. Pasa muy seguido eso en Santiago.
También esta terrible necesidad de lo que es cubrir el mainstream, lo que ya es conocido, de lo que sabemos que el público va a asistir. Francisca Valenzuela, Manuel García, Javiera Mena, Alex Anwandter, toda gente ya consolidada. Pero qué pasa con la gente que esté en el plano de los independiente. De sellos auto gestionados o que quizás no han editado ningún disco. Están totalmente excluidos. Bueno, ese es un problema en Santiago, en Arica, en Punta Arenas, acá en Coyhaique, y parece que nos vamos a tener que hacer caro desde la Academia, o desde el periodismo, o desde la gestión cultural, porque es preocupante.
Cómo vamos a fomentar que la música sea relevante en nuestro país y que no se un discurso como bonito. Tiene que sea una preocupación real. Lo que decía un colega, tiene que ser real, que las Escuelas de Rock hayan llegado (a la región de Aysén) hace un par de años, es un síntoma, un mal síntoma de lo poco relevante que es esta zona para el país, o para las políticas de Gobierno. Esto debiese ser transversal si es un Gobierno de derecha o izquierda. Parece que la música, para algunas cosas es importante, pero qué pasa con los festivales de música regionales, qué pasa con la difusión a ciertos artistas. Es un tema preocupante. Como periodista he sufrido también como pelear para que alguien tenga cobertura en un periódico de circulación nacional, y que tu jefe te diga, quien los conoce, quién los va a leer. La abuelita los conoce. Parece que es un síntoma generalizado del país.
Conociendo dos realidades del sur, ¿con qué reflexión te vas?
Me voy con la sensación de que tenemos que hacer cosas. De que parece que desde el extremo sur de Chile hay más preocupación que desde el centro. Eso me da una sensación de alegría y a la vez de tristeza. Alegría porque por fin se están ejecutando proyectos como este, que hay una preocupación real de inter disciplinas, que no sea solamente algo acotado de músicos o algo tan de nicho, sino que estén todas las disciplinas dialogando. El periodismo, la sociología, el teatro, las artes, confluyendo, eso me da satisfacción.
Pena y preocupación porque lamentablemente todavía está este pensamiento de que Santiago es Chile. Entonces parece que desde Santiago vamos a tener que hacer cosas, desde Santiago nos vamos a tener que preocupar. Desde Santiago el poder Ejecutivo va a tener que actuar. Por qué tiene que ser así. Por qué no puede partir del Gobierno Regional, eso me preocupa. Me duele y me molesta.
Me molesta también que los periodistas tengan una cierta potestad, como quien tiene derecho a criticar algo o juzgar algo. Siento que muchas disciplinas pueden tener ese trabajo y no solo desde el periodismo. Desde la Academia también va la crítica. Como que parecen o suelen ser más los hombres que mujeres los que critican, o los que juzgan, o que hay que publicar por la urgencia de publicar en la Academia, pero no hay un análisis real, no hay una interpretación o un interés. Es como un ‘Vamos a pescar a los de Coyhaique porque están súper relegados en la vida…’, ¿por qué? Bueno, entonces empezamos a explicar a nivel geográfico dónde está ubicado Coyhaique, y por qué la exclusión y desde cuándo se extiende. Incluso de colonias. Tratar de contextualizar eso. Pero en realidad no hay interés, ni de parte de la Academia ni de los medios de comunicación por ver la realidad de otros lugares. Sigue siendo muy umbilical todo, mirarse el ombligo. Eso preocupa. Pero me satisface que se hagan estas cosas reales y concretas, desde el sur, o desde el norte. Ojalá se puedan replicar jornadas así en Santiago, con conversatorios amplios y dilatados, y traer a gente de regiones.
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Una mirada a la escena musical patagónica 13-09-2018 El Divisadero |
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