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Luego de que finalizara el periodo de gestión de episodios críticos, la seremi de Salud, Marta Bravo, entregó un balance de las fiscalizaciones a viviendas realizadas en el contexto del Plan de Descontaminación Ambiental (PDA) que pretende reducir la contaminación por material particulado 2,5, el más nocivo para la salud en un plazo de diez años, y que entró en vigencia desde 2016.
La autoridad detalló que los sumarios cursados aumentaron un 74% respecto de 2017. Se realizaron 440 de los cual 360 terminaron en una multa de un promedio de 5 UTM. 1.616 inspecciones a viviendas se concretaron en 2018 por la Autoridad Sanitaria, 537 más que el año pasado.
"Son varios factores los que pueden incidir -en el aumento de sumarios-, como el incremento de los episodios críticos, o el aumento de los patrullajes realizados por nuestros fiscalizadores, lo cierto es que nuestro mandato en el marco del PDA es velar por el cumplimiento de las medidas contempladas en ese plan para disminuir los índices de contaminación por material particulado fino", sostuvo Marta Bravo. A pesar del aumento de las fiscalizaciones, según las cifras entregadas por la Seremi, los episodios críticos decretados -emergencias, preemergencias y alertas- aumentaron en un 20 por ciento. Y al revisar los índices de MP 2,5, registrados por la Estación Purén, los días críticos constatados -en que el episodio efectivamente ocurrió- se incrementaron en un 30 por ciento.
El intendente Martín Arrau y el seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño, coincidieron en que las bajas temperaturas registradas este año habían incidido en el aumento. Pese a esto, expertos en medio ambiente, aseguran que las fiscalizaciones no son suficientes para reducir la contaminación por material particulado, y que el aumento de las bajas temperaturas, si bien tuvo una incidencia en la cantidad de días críticos, no es la única causa para justificar el incremento. Esto porque el lento avance en las dos medidas estructurales del PDA, recambio de calefactores y aislación térmica de las viviendas, según los expertos, también han incidido en que las emergencias constatadas se elevaran en un 140 por ciento.
La fiscalización no es suficiente
Luis Díaz Robles, doctor en Ingeniería Ambiental de la Universidad de Santiago, diferencia lo que es un episodio decretado y uno constatado.
"El decretado es un modelo de pronóstico que publica todos los días el Ministerio de Medio Ambiente, y nos dice si mañana va a ver Emergencia o Preemergencia, cuando se verifica que realmente ocurre se llama constatado. El modelo siempre tiene un nivel de incertidumbre, en Chile tiene un certeza bastante alta, cercana al 90 por ciento, por lo tanto el error que dice el modelo sobre lo que va a ocurrir mañana no es tan grande", explica.
De acuerdo a la diferencias de aumentos de ambos índices enfatiza que "habla un poco mal del modelo que no tuvo un 90 por ciento de acierto en el pronóstico. El valor de los constatados, habla bastante mal respecto de las estrategias que se están usando en Chillán para reducir la contaminación atmosférica".
"La fiscalización no es la solución, ayuda para presionar un poco, pero lo que va a generar un real efecto son los recambios de calefactores y la aislación térmica, avanzar a la calefacción distrital. La fiscalización es poco, mil no es significativo comparado con la cantidad total de viviendas que hay", asevera.
Hasta el momento el recambio de calefactores registra 1.870 atefactos entregados en los tres años de vigencia del PDA. Sin embargo para cumplir el plazo de diez años, deberá recambiar más de 18 mil estufas en siete años.
Díaz sostiene que a mediano plazo la medida más efectiva para complementar el PDA es "la calefacción distrital, que también se llama calefacción comunitaria, es una sola caldera, de uno o dos megawatt, que calefacciona 200 ó 300 viviendas, en vez de quemar leña en 200 viviendas, quemo biomasa en una sola caldera donde hay un sistema de control de emisiones".
El doctor en Ingeniería Civil y director del Programa de Doctorado en Energías de la Universidad de Concepción, Jorge Jiménez, coincide con Díaz Robles en que la fiscalización no es suficiente para disminuir los episodios críticos, y que estos no son solo ocasionados por las bajas temperaturas y escasez de precipitaciones.
"Qué se puede gestionar, la metereología no se puede gestionar, por lo tanto eso queda a un factor que es externo, pero sí uno puede controlar las emisiones para que no se genere un gran problema de la contaminación del aire, y por otro lado gestionar qué debe hacer la población frente a estos episodios", hace hincapié.
Y agregó que "la fiscalización tiene un efecto de poder identificar quiénes no están acatando esta prohibición o restricción en el uso de leña, el efecto es prácticamente para poder hacer cumplir esta resolución de no usar calefactores, pero es importante que se cumplan los plazos, mientras más pronto se cumpla los objetivos del PDA, menores van a ser los riesgos de la población a la exposición que se da con niveles de contaminación".
"Hay que seguir educando a la población porque a diferencia de otras zonas en que hay problemas de contaminación, donde han sido atribuido a actividades productivas, en el caso de Chillán el principal problema viene de los mismos hogares, que emiten un mayor nivel contaminante de los equipos, y que debido a las precarias condiciones de aislación térmica requieren mayor calefacción", puntualizó.
Episodios críticos aumentan pese a incremento de fiscalizaciones 02-10-2018 la Discusion |
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