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Netflix liberó serie en que habla de la famosísima historia griega que incluye pasión y guerra
París es interpretado por Louis Hunter. En la película "Troya" el rol fue tomado por Orlando Bloom.
Dos académicos entregan sus opiniones sobre Paris quien encandiló a Helena y así provocó la destrucción de su ciudad.
Fernando Marambio Este viernes, Netflix liberó los ocho capítulos de la serie "Troya, la caída de una ciudad", inspirada en las historias griegas sobre los personajes que intervinieron en el destructivo conflicto relatado por la "Iliada", de Homero.
La historia comienza antes del conflicto, desde el nacimiento de Paris el hijo del rey troyano Príamo, sobre quién pesaba una profecía nefasta.
Según los antiguos relatos helénicos, se enredó con la bellísima Helena, la mujer del Menelao de Esparta, a quien se llevó a su ciudad.
Los griegos solidarizaron con Menelao y así empezó la guerra.
Según la serie, Paris no llegó a ser príncipe hasta adulto. Su padre asustado por los malos augurios, lo entregó siendo guagua a un pastor quien lo crió. En la película "Troya" de 2004, con Orlando Bloom como el príncipe, no se ve esta parte. Ambas producciones coinciden en que Paris y Helena se enamoran, pero mientras el príncipe de la película es romántico, en la serie es más ardoroso.
¿Cómo era Paris en los relatos añosos? Su personalidad es conocida a través de la "Iliada" (la guerra) y el ciclo épico arcaico (que explica la onda que tiene con Helena). IMo hay certeza histórica de que esos hechos ocurrieran.
"Diría que es el único personaje que carece de nobleza en la Iliada" comenta Miguel Castillo, director del Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos de la Universidad de Chile.
-¿Por qué no es noble? -Irrespeta la hospitalidad de Esparta, un principio sagrado para los griegos. Es irresponsable, no se hace cargo de la guerra que causa.
Mientras su hermano Héctor lucha él anda divirtiéndose en un pasaje del relato.
-¿Eso lo hace más humano? -No, fíjese. Los otros personajes como Aquiles o Patroclo, son héroes, tienen valor, rectitud, en cambio Paris destiñe.
-Pero según las historias antiguas, en su amorío intervino la diosa Afrodita.
-En una contienda en que las diosas compiten, Paris le da la razón a Afrodita, quien le da como premio a Helena. Claro, Paris y Helena sienten una atracción, pero algunos ven como incitadora de esto a la diosa.
Ese, como ve, es el eterno problema de los hombres: su libertad para elegir.
Ana Francisca Viveros es profesora del departamento de Historia de la Usach y master en cultura europea. Según dice, Paris es un personaje controversial para los estándares clásicos.
"En la sociedad griega, el hombre cumple muchos roles: el padre de familia, el guerrero, el jefe de hogar, el sacerdote, en fin. Su papel es protagónico. Los antiguos relatos que tenían un fin pedagógico, permiten modelar al ciudadano. Paris no concibe la guerra como un elemento fundamental del desarrollo como sí lo hace la sociedad griega así pone en duda los valores de su sociedad", sostiene.
-Ya, pero ese personaje es valioso, sin él no hay guerra ni relato. Tampoco tendríamos esta conversación.
-Es valioso, sin duda, pues rompe los estereotipos de su sociedad como Medea (personaje mítico griego con poderes mágicos que por amor a Jasón, le ayuda a robar el vellocino de oro, para lo cual traiciona a su padre, el rey, y descuartiza a su propio hermano; con los años la mujer se venga de Jasón matando a los hijos en común). Ambos salen castigados por romper los estereotipos de su sociedad.
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