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Material se parece al plumavit y tiene la consistencia del cemento; este año será testeado en viviendas
Ecoladrillos de celulosa tendrían una mayor resistencia al fuego que los tradicionales. "Su gran desafío será a nivel estructural" anticipa experto en materiales sustentables.
Construcción sustentable "Es una alternativa muy interesante a partir de un material inédito, por lo que de concretarse tendrá un impacto enorme en el medio ambiente", proyecta Francisco Tacussis, arquitecto y fundador de Aliwen constructora que trabaja con materiales de bajo impacto ambiental, como tierra cruda (adobe, quincha y tapial) "Chile está lejos de países como Alemania respecto a construcción sustentable y este tipo de iniciativas tiene un gran valor. Este insumo tiene buen comportamiento térmico: su gran desafío será a nivel estructural", anticipa.
El proyecto de Gary Villanueva ganó el concurso "Despega Usach"
Iavier de la Rivera ? Valor agregado Desde niño las bandejas de huevos formaron parte de la vida de Gary Villanueva (30): su familia tenía un almacén, pero inevitablemente el destino de estos envases era la basura.
Ya en la recta final de sus estudios como tesista de Ingeniería de Ejecución en Mecánica de la Usach, Villanueva se preguntó si este tradicional elemento de la industria avícola tendría alguna utilidad más que ser un aislante acústico cuando se adosa a las paredes. "Me propuse que ese mito urbano sobre el ruido -del que se desconoce su efectividad- tuviera un peso real en la construcción. Estudié las propiedades de su principal componente, que es la celulosa, con resultados sorprendentes", comenta.
Tras dos años y medio, junto a su profesor guía Francisco Sepúlveda (doctor en Energía y Transferencia de Calor), dio con una fórmula que convierte a las famosas cajas de huevo en paneles. Y a ello sumó una creación aún más ambiciosa: ladrillos ecológicos para viviendas.
? Paso a paso ¿Cómo logra esta transformación? 1) Villanueva recolecta las bandejas que revisa meticulosamente para extraerles los restos de huevos rotos; 2) se trituran con un molino hasta obtener un material esponjoso homogéneo; 3) Se mezclan con un adhesivo biodegradable, especie de cola fría con propiedades únicas que permite la buena adherencia del material; 4) se unen las bandejas de huevo molidas con el adhesivo mediante una batidora o taladro; 5) la mezcla se vierte en moldes con una máquina fresadora según el uso que se le quiera dar (ladrillos o paneles); 6) se secan en el laboratorio y el material se incorpora a un horno eléctrico a temperatura controlada no superior a 100° para obtener la cohesión total de la celulosa.
Tras dos semanas ya está listo el producto final: una estructura gris y porosa, con apariencia similar al plumavit y la consistencia del cemento. Su peso es 60% menor a un ladrillo tradicional y según estudios térmicos, tiene menos propiedades para conducir el calor, lo que aportaría resistencia al fuego.
Con diez bandejas de 30 huevos se puede elaborar un ladrillo de 30 centímetros de largo, 15 de ancho y 9 de altura. "Es una solución sustentable con propiedades comparables a un ladrillo de cerámica u hormigón. Las pruebas iniciales han sido prometedoras para cumplir normativas térmicas, sísmicas y mecánicas, que es la resistencia al peso", detalla Villanueva.
? Doblemente limpio Estos ladrillos asoman en una coyuntura en que el Ministerio de Vivienda comenzó a establecer nuevos estándares de edificación sustentable ¿El objetivo? Revertir una alarmante estadística: el sector de la construcción es el mayor generador de residuos en Chile, con 34% sobre el total en el país. Esto se traduce en 5,7 millones de toneladas anuales de un universo de 16,9 millones, según la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama).
"¿Qué opciones de materiales sustentabas existen? Muy pocas. El ecoladrillo en base a bandejas de huevos toma más fuerza", dice Villanueva. El escenario es más favorable considerando la nueva Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP) basada en gestión de residuos. En este caso, le da valor agregado a un elemento cuyo consumo va al alza (más de 10 millones de huevos se consumen a diario en nuestro país), generando además una alternativa amigable con el medio ambiente.
Por cierto, en la mayoría de los "puntos limpios" las bandejas de huevos no se pueden reciclar, pues son fabricadas de material ya reciclado. Así que su nuevo uso es doblemente limpio.
? Pruebas finales Este proyecto ganó "Despega Usach", concurso de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación de esta casa de estudios, donde participaron 100 iniciativas. Así su creador vivió una pasantía en el Stanford Research Institute; con el respaldo de Innova Usach, buscará levantar capital para la fase de validación y prueba de concepto.
El siguiente paso será establecer alianzas con empresas vinculadas a la producción de cajas de huevos para obtenerlas en cantidades industriales.
Luego vendrá la prueba de fuego: certificar el proceso y producto en prototipos de viviendas.
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