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Gran parte de la nieve que fascinó a los santiaguinos se está derritiendo
La nieve de las zonas baja de la cordillera se está derritiendo y en las zonas altas aún no hay mucha.
Nieve acumulada hasta la fecha Región Estación Acumulada Máximo anual
(mm) registrado (mm)
Quebrada Larga 135 251 Coquimbo Cerro Vega Negra 167 515 El Soldado 104 428 Valparaíso Portillo 114 595 Metropolitana Laguna Negra 89 533 O'Higgins Termas del Flaco 158 720 Maule Paso Vergara 80 * Lo Aguirre 210 875 Biobío Alto Mallines 80 758 Fuente: Dirección General de Aguas/Ministerio de Obras Públicas
"La nieve que importa es la que está sobre los dos mil metros. Ésa esa se va a acumular", explica el profesor Alberto de la Fuente.
M. Eugenia Salinas / Ariel Diéguez Cedomir Marangunic, geólogo de la Universidad de Chile y doctor en glaciología de la Universidad de Ohio State, dice que no hay que hacerse muchas ilusiones con la nieve que cayó el lunes en la Cordillera de Los Andes de la Región Metropolitana.
"Es aún insuficiente como para asegurar el suministro de agua el próximo verano. Es una primera nevada que debe servir para proporcionar una buena base a la próxima nevada", dice.
El sol de este martes ya debe haber derretido gran parte de la nieve que cayó el día anterior a baja altura, es decira menos de dos mil metros. Si no lo hizo lo va a hacer. El calor en este punto ataca por arriba y por abajo: "La nieve que cae directamente sobre el suelo también se derrite porque el suelo está relativamente cálido en las zonas bajas.
En las más altas está helado, lo que hace que la nieve pueda persistir", explica Marangunic, quien fundó en 1981 Geoestudios, empresa de asesorías en materias como nieve, glaciología y desastres naturales.
La temperatura disminuye al aumentar la altura, a razón de 6,5 grados cada mil metros. Esto se debe a que el aire a baja altura está más compacto, es decir tiene una alta presión atmosférica, y por lo tanto se calienta más fácilmente. Más arriba ocurre lo contrario.
Por eso la nieve que cae entre los dos mil y los cuatro mil metros de altura persiste en el invierno. "Toda nieve es un buen recurso de agua, pero la que más aporta está por debajo de los cuatro mil metros", explica.
Calcula que el 2018 debiera ser un año normal en cuanto a precipitaciones, tanto de lluvia como de nieve. Sin embargo, menciona un inquietante antecedente: "En los 80 era común que a mediados o a fines de mayo hubiera una cantidad significativa de nieve en la cordillera. Este año estamos un poco atrasados. Hay un cambio climático cuyo efecto es una reducción de las precipitaciones en la cordillera en general", explica.
La acumulación de nieve depende entre otros factores, de si el lugar está expuesto al sol o al viento. Mientras más protegido de ambos, más nieve se juntará. La clave para medir la acumulación son las estaciones nivometeorológicas que mantiene la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas en algunos puntos de la cordillera y que transmiten información vía satélite. Cedomir Marangunic dice que son muy pocas y por lo tanto en muchas zonas no hay registro.
"La nieve que importa es la que está sobre los dos mil metros. Ésa es la que se va a acumular", explica Alberto de la Fuente, profesor de ingeniería civil de la Universidad de Chile y doctor en ciencias de la ingeniería con mención en fluidodinámica. Dice que lo más probable es que la nieve se derrita en primavera y que esté disponible en los ríos en septiembre u octubre.
"La importancia de la nieve radica en que tenemos un gran embalse natural arriba en la cordillera. Es lo que nos permite distribuir en primavera el agua que cae en invierno. Eso pasa una vez que empiezan los deshielos", dice.
"El agua empieza a escurrir desde la cordillera y ahí se empiezan a producir las extracciones humanas, que pueden ser para agua potable, para riego o para industrias", cuenta. En verano, luego de que se acaban los deshielos, el suministro de agua tiene otro origen. "Se ven los famosos glaciares del Cerro El Plomo, por ejemplo. Se ven como unas manchitas blancas arriba, cuando la cordillera ya está seca. Esos se derriten en ese periodo", explica.
Una gran amenaza para la acumulación de nieve es la contaminación. Raúl Cordero, académico del Departamento de Física de la Universidad de Santiago presentó en abril de este año un estudio sobre rastros, en la nieve de la Cordillera de Los Andes, de "carbono negro" o material particulado fino producido por la combustión de vehículos diesel. El resultado fue que la nieve es prístina salvo en zonas como Valle Nevado y La Parva, que reciben la contaminación de Santiago. "Al ser negro, el carbono absorbe radiación solar, se calienta y derrite la nieve. Perder nieve, para un país como Chile, es malo", sostiene Cordero.
Camiseta chaleco, parka bufanda, gorro y mitones ? La bajas temperaturas han continuado en la capital y el escenario no se ve muy distinto en los próximos días. Este martes la masa de aire frío que siempre viene después de un sistema frontal, provocó que la mínima estuviera bajo los 0 grados. La estación de Santiago de la Dirección Meteorológica registró -1,5° a las 7.49 AM, mientras que la estación de Pudahuel marcó -2,2° a las 6.50 AM. La máxima fue tan solo de 12,4° y se sintió a las 15.43 horas. ¿Y qué se viene para este miércoles? Un poco más de lo mismo. Según Accuweather Santiago tendrá una máxima de 12° y una mínima de 0. Eso sí, el cielo no estará tan despejado como este martes y aparecerán algunas nubes. La Dirección Meteorológica, por su parte, anuncia temperaturas más bajas. En algunos sectores de Santiago la mínima podría llegar hasta los -3 o -4 mientras que la máxima no superaría 12°.
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