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En los supermercados ya no entregan los productos en las bolsas tradicionales.
Existen reutilizables y biodegradables
\\ "La idea no es satanizar el plástico lo satánico es lo desechable" Fernanda Maturana
César Saldías doctor en Química de la UC recomienda comenzar a usar "una bolsa de hilado de propileno".
Adivine qué es.
D. Aguayo / R. Sepúlveda El Tribunal Constitucional (TC) rechazó la solicitud de la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla) para frenar el proyecto de ley que busca terminar con la entrega de bolsas plásticas en el comercio. Con esto, se dio luz verde a la iniciativa y se calcula que estaría en vigencia durante el segundo semestre del 2020.
El objetivo es restringir la entrega masiva de bolsas elaboradas con polímeros derivados del petróleo (polietileno y polipropileno). César Saldías, doctor en Química de la U. Católica, explica que las bolsas típicas de supermercado son de polietileno y los plásticos en los que se envuelven los quesos suelen ser de polipropilenos.
Tal panorama llama a prepararse para lo que será el fin de un rito propio del chileno: acaparar la mayor cantidad de bolsas plásticas que da el supermercado para utilizarlas como receptores de nuestra basura. Algo así como una reutilización de lo desechable, pero terriblemente contaminante.
"Con el tiempo, cuando el plástico se degrada se va transformando en granos cada vez más pequeños", dice Saldías. La investigadora española María José Galotto, directora del laboratorio de envases de la U. de Santiago, estima que una bolsa plástica tarda 150 años en degradarse.
Alternativas ¿Sabe cómo adquirir una bolsa que sea amigable con el medioambiente? El mercado del retail ha puesto a disposición un stock de bolsas "reutilizables" para llevar las compras. Cuestan entre $700 y $900 y buscan reemplazar la clásica bolsa de plástico por una más duradera y resistente. Se estima que su vida útil oscila entre los cuatro y diez años, dependiendo de su cuidado.
El 85% de las bolsas que están en los supermercados provienen de la empresa "Bolsas Reutilizables", de propiedad de Fernanda Maturana. Ella explica que las bolsas que se ofrecen son de polipropileno tejido laminado, es decir, plástico reutilizado.
"La ¡dea no es satanizar el plástico, lo satánico es lo desechable. El concepto deesta bolsa es la reutilización", dice Maturana. "A la larga, la ¡dea es ¡r disminuyendo la cantidad de basura que uno produce", agrega.
Maturana explica que la bolsa reutilizable de 40x35x20, la tradicional matutera de plástico, puede transportar sin problemas 25 kilos, pero acota que las pruebas de resistencia a la que se somete arrojan que solo se rompe cuando la carga supera los 60 kilos.
María José Galotto advierte que tales bolsas generan un impacto similar a las desechables cuando terminan en residuos. "Para disminuir el impacto medioambiental deberíamos reutilizar esa bolsa al menos 12 veces. Estas bolsas no son más ecológicas que las desechables, sino que es una estrategia para reducir la cantidad de bolsas que están circulando", añade.
Biodegradables La ingeniera ambiental de la U. de Santiago, María Luisa Videla, trabaja como gerenta de nuevos negocios de la emprea Eco 3R, que se dedica hace 12 años a la venta de bolsas 100% de algoldón natural es decir, biodegradables al momento de convertirse en basura. "Tenemos clientes de hace 12 años. En el peor de los casos, si se rompe se puede coser, porque al ser de fibra natural se puede reparar al igual que un pantalón", cuenta.
Dice que la bolsa de pan (42x38 cm) vale $2.250 y puede resistir fácilmente 7 u 8 kilos. Mientras que la bolsa de lona (42x38x15 cm) cuesta $4.500 y aguanta sin problemas 12 kilos. Para que se haga una ¡dea, esta última es ideal para ir a la feria. "Otra ventaja de estas bolsas es que se estampan con serigrafía y pinturas al agua libre de plomo. Estas se meten a la lavadora e incluso las puedes planchar" agrega.
Galotto explica que también existen materiales plásticos biodegradables y compostables, que se degradarían en 180 días. Esos polímeros están siendo trabajados en Brasil y dejarían un menor impacto que el plástico tradicional.
Ahora, si desea elegir un buen producto, considerando precio y amistad con el medioambiente, César Saldías se la juega por uno bien clásico. "Lo ideal sería ocupar un material al que se le pueda dar un uso prolongado en el tiempo. Puede ser un carro o una bolsa de hilado de propileno como las que se ocupan en las ferias, al estilo saco", opina.
El doctor en Química de la UC agrega que aquel saco durará de acuerdo a cómo se conserve. "Las condiciones de temperatura y humedad muy variantes afectan al plástico, pero si se guarda en un lugar fresco y seco no debería pasarle nada" postula.
El problema, dice Fernanda Maturana es que el futuro de las actuales bolsas reutilizables de plástico es incierto, debido a que el proyecto de ley no establece si se podrán vender después de su promulgación. "Tendríamos que cambiar a solo materiales biodegradables, como algodón o yute, que es carísimo. La gente pasaría de pagar $500 a $6 mil por una bolsa", opina.
Desde el Ministerio de Medioambiente aclaran que eso aún no está definido en la ley y agregan que hasta el momento la norma prohibe la entrega de "bolsas plásticas de comercio" en los puntos de pago.
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