Imprimir Cerrar |
|
Según un análisis del presidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial en base a cifras del año pasado:
En 2017 se registraron 94.879 siniestros viales y 1. 928 fallecidos, al sumar los casos ocurridos hasta 30 días después del hito. El Gobierno se encuentra aplicando nuevas normas, como la reducción de velocidad, y apunta a medidas para mejorar la seguridad.
> 1 NORMATIVAS. — inicios de julio se aprobó en el Congreso la ley que redujo la velocidad máxima en zonas urbanas a 50 km/h y en noviembre entrará en vigencia la norma de convivencia vial. En tanto, actualmente se discuten en el Congreso la creación de un centro de control automático de infracciones, para aplicar fotorradares, y otra iniciativa que trae cambios a la Ley de Tránsito.
"Nos alarmamos si una persona le pega un tiro a otra, pero no cuando va a 180 km/h y se pasa una luz roja" LUIS MONTORO Presidente de la Fesvial
"La mayor parte de los resultados de cambios de hábitos de seguridad proviene de regulación y fiscalización" GLORIA HUTT Ministra de Transportes
"Esas cifras muestran que como país no le hemos dado la atención requerida al tema de la seguridad vial" LEONARDO DANERI Director de la Mutual de Seguridad
SINIESTRO. — El 25 de mayo pasado, en Peñalolén, un bus del Transantiago colisionó con un triciclo eléctrico, lo que provocó la muerte de tres personas,
94.879 siniestros viales se registraron el año pasado a nivel nacional, con un total de 1.928 fallecidos
3% del PIB de una país cuestan los accidentes de tránsito según un informe de seguridad vial 2015 de la OMS
30% de los accidentes que ocurren en esta categoría está asociado al exceso de velocidad
JUDITH HERRERA C.
Cuando ocurre un accidente de tránsito, los efectos no son solo los visibles en el momento, sino que pueden continuar hasta meses después. Desde la perspectiva financiera el caso es el mismo: el impacto tiene costos que trascienden al segundo del choque y que abarcan todos los problemas económicos que se pueden generar. En el caso de Chile, en 2017 se registraron 94.879 siniestros viales y 1928 fallecidos —al sumar los casos ocurridos hasta 30 días después del hito—, y los costos rondan los US$ 15 mil millones, de acuerdo con un análisis que realizó Luis Montoro, PhD de la Universidad de Valencia y presidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial). De acuerdo al experto, para determinar la cifra se tomaron factores como los días perdidos de trabajo, la reducción de la productividad laboral, los pagos del seguro social, la posible retirada del permiso de conducir del trabajador, las primas de seguros de vehículos y otros. “Quizás en el accidente no ha habido víctima, pero sí daños, y si consideramos traslados, hospitalizaciones, reparaciones, tiempo perdido, menor productividad, personas que quedan con secuelas, además de todo el tema hospitalario, los gastos se van sumando”, dice Montoro, Añade que, incluso, “ha habido investigadores que han pronosticado la bancarrota de los países en el caso de que no solucionen la accidentabilidad”. De hecho, según el informe de seguridad vial 2015 de la Organización Mundial de Salud (OMS), el costo de los accidentes de tránsito llega al 3% del PIB de un país, que en el caso chileno, con datos 2016, serían aproximadamente US$ 7. 400 millones. Para Víctor Salas, economista de la U. De Santiago, el monto “es alto, ya que ocupa una parte importante del PIB; equivale a lo que pueden ser los presupuestos anuales de algunos ministerios”.
Retraso
Montoro, quien expuso en el foro Mutual Summit realizado por la Mutual de Seguridad el jueves pasado, apunta a que los principales problemas que tiene Chile son por falta de fiscalización y las
bajas penas para quienes provocan los accidentes. “Con el desarrollo que tienen llegarán a los 600 vehículos por mil habitantes rápido y tendrán la cifra de Europa, que son 800 por
mil habitantes. Pero como no tomen medidas ya, la movilidad, que es importante, va a ser un problema que será absolutamente ingobernable”, advierte. Para evitar un futuro así, el Gobierno trabaja en un plan de varias aristas, que tiene como objetivo reforzar la seguridad vial. Hace unas semanas, por ejemplo, se aprobó la norma que reduce la velocidad máxima en zonas
urbanas de 60 km/h a 50 km/h y en noviembre comenzará a implementarse la Ley de Convivencia Vial. También se discuten en el Congreso dos proyectos importantes:
en el Senado, una iniciativa que agrupa varios cambios a la Ley de Tránsito; y en la Cámara, la ley que crea un Centro de Control Automático de Infracciones (CATI) para utilizar fotorradares frente a infracciones como el exceso de velocidad. “Cuando uno revisa la efectividad de las campañas de alto impacto o positivas, el resultado es más lento y menos contundente que cuando se aplican normativas. Los cambios de hábitos provienen de regulaciones; el uso de silla para niños, por ejemplo”, afirma la ministra de Transportes, Gloria Hutt. Leonardo Daneri, director de la Mutual de Seguridad, sostiene que “el fenómeno chileno es especial, ya que en un lapso de ocho años hemos pasado de tener dos millones a cinco millones de vehículos; por lo tanto, hay muchos conductores primerizos, por decirlo de alguna manera, lo que conlleva una alta tasa de analfabetismo vial”. Federico Casanello, decano de Ingeniería y Tecnología de la U, San Sebastián, plantea que a largo plazo “los niños desde el colegio deben tener educación vial, porque ahí se empiezan a enseñar comportamientos, y creo que existe una brecha relevante en comparación con países más desarrollados”.
Copyright © 2022 · LITORALPRESS