Imprimir Cerrar |
|
El celular, describe, provoca lo que antes generaba la televisión.
CAMILA FIGUEROA
Sicólogo analiza a los peatones estudiados
N una biblioteca, usted está leyendo concentrado. Sabe que no está permi- tido hablar fuerte. Es una norma aprendida y nadie la rompe. “Estamos disciplinados socialmente a un tiempo y a un espacio”, dice el sociólogo Claudio Avendaño, académico de la Universidad de Santiago. “Cuando estamos en un lugar, entendemos el libreto de comportamiento. Lo mismo ocurre en la calle, donde sabes que no puedes cruzar con rojo”, agrega. ¿ Y por qué lo hacemos igual? ¿ O pasamos hablando por teléfono? Dice Avendaño que el celular logra que las personas se salgan de ese tiempo y espacio en el que están. “Esa llamada o ese Whats App te sacan del contexto y entras en una dinámica que está en otro lugar, en la pantalla. Como el celular es otro espacio, también tiene otro tiempo. El cuerpo empieza a adaptarse a esas nuevas condiciones y por eso es que cuando recibes una llamada en la calle, un mensaje o escuchas música, empiezas a caminar más lento. Simplemente te vas a otro lugar. Las posibilidades de que ocurra cualquier cosa son infinitas”, afirma.
Avendaño recuerda que el aparato que antiguamente lograba sacar a las personas de su tiempo y espacio era la televisión. “Uno veía los programas y todos sus sentidos se concentraban en eso”, dice. Aunque el celular puede generar que muchas personas se desconcentren por completo, advierte el sociólogo, no es una situación que pueda generalizarse. “Las personas han desarrollado la capacidad de hacer multitareas, eso es una característica del nuevo tipo de sociedad del siglo XXI. Eso tiene beneficios porque optimizas el trabajo, pero puede volverse estresante porque se requieren muchas capacidades mentales para poder hacer varias cosas al mismo tiempo”, asegura. ¿Por qué las personas cruzan con luz roja aunque no vayan distraídos? Para Avendaño, la respuesta está en lo que él llama “yoismo”. Dice que las formas de convivencia se han ido diluyendo. “Algunos piensan que sus prioridades son más importantes que las de el resto. Eso puede ser una razón. Otro motivo es que las personas se sienten capaces de cruzar rápido y correr en dos segundos. Eso también es un signo de creerse superhombre”, finaliza.
Copyright © 2022 · LITORALPRESS