Autor: LORENA GUZMÁN H.
Está bien no estar tan bien después de un año de pandemia
Incluso quienes son más resilientes han manifestado algún grado de alteración en su estado de ánimo, algo normal por las circunstancias y, sobre todo, tras más de doce meses. Pero hay que estar atentos a si los síntomas escalan, advierten los especialistas. Hoy el autocuidado emocional es más fundamental que nunca. Arecía que Chile había legado a cierta meseta con los casos de con mientras la vac volvía la luzal final de tú: nel, pero la impaciencia por recuperar Jalibertad pasó la cuenta. Cerca del 85% de los chilenos hoy está en cuarentena. Por eso no es de extrañar que la montaña rusa emocional esté pasan do la cuenta. Insomnio, irritabilidad, angustia y ansiedad pueden estar vol. Viendo a aparecer o emergiendo por primera vez. Sibien un año de pandemia implica una fatiga inevitable, también hay que reconocer que les ha dado a todos experiencias sobre cómo sobrellevar las limitaciones de movilidad y el encierro. Un conoci miento que no se tenía hace un año.
Inevitable y superable El estar con una fatiga pandémica es natural y esperable, dice Pablo Toro, psiquiatra de la Red de Salud UC Christus, “Si trotamos un mes seguí do sin haberlo hecho nunca, es casi seguro que nos van a molestar las rodillas”, explica, Y eso es lo que ha producido el covid19, hay registros de un evento a nivel mundial de este tipo, agrega el es pecialista.
Y tampoco los abuelos nos hablaron del miedo que pudieron haber tenido durante el brote de española (1918-1919), no se produjo ese traspaso generacional de la expe riencia, expli Por eso y por muchas otras variables el covid-19 no so: lo ha presentado un enorme desafío La pandemia ha hecho que la carga emocional esté presente constantemente, sin importar sihay cuarentena o no.
El nuevo ocio mental “Cuando se habla de descanso se tiende a pensar en la parte física, en no hacer nada, pero eso no permite aliviar el agotamiento psíquico”, advierte Manuel Reyes, psiquiatra de Clínica Alemana, “Si antes, en la vida normal, la persona llegaba del trabajo a la casa a ver televisión como un zombi, eso ya no sirve”, explica, “Ahora se necesita buscar una ocupación SALUD MENTAL: Activa y que produzca real disfrute”, Y eso implica cualquier actividad, desde leer o aprender alguna manualidad, o hasta trabajar en el jardín (si se tiene uno). Lo no implica olvidar el autocuidado físico, Tratar de ordenar el sueño es fundamental, así como comer sano y hacer 1d física todos los días, o al menos algún ejercicio aeróbico tres veces a la semana, tulo desde el punto de vista físico, sino también desde la salud mental. “Luego de un año, incluso que tienen mucha tolerancia al estrés y a las situaciones adversas por pri mera vez en su vida se están enfrentando a su propio umbral de resistencia, dice Pablo Toro.
Por eso, siguiendo con la analogía de la rodilla; siesta comienza a molestar, hay que parar de correr o hacer todo lo que está en las propias manos para evitar dolor, Ago que no es necesariamente fácil sobre todo en el contexto actual “El agotamiento (pandémico) tie ne que ver con algo que pensamos que era transitorio, pero que se ha convertido en un estado permanente”, dice Manuel Reyes, psiquiatra de Clínica Alemana. Pero, aun así, la capacidad de adaptación se mantiene.
Tendemos a encontrar un nuevo equilibrio”, asegura el psiquia Pero el proceso de lograrlo cansa y lleva a la angusta o la entre otros estados emocionales, “Vivimos una ansiedad y estrés que de cierta manera estábamos empezando a manejar, por la baja de casos, pero con la situación actual vol vimos atrás”, dice Pedro Maldonado, director del Departamento de Neu rociencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chil, En la neurociencia y la psicología existe el concepto de desesperanza aprendida, “En otras palabras, la persona trata una y otra vez de Solucio ar un problema hasta que se dla cuenta de que no puede. Lavida mental questa mos viviendo ahora. Asemeja un poco a eso”, agrega el especialista. Pero ello no implica que esté todo perdido. Hay cosas que efectivamente no se pueden controlar, pero otras si.
Por eso los especialistas llaman al autocuidado (ver recuadro). “Antes la vía de contención emocional era la sociabilización, el hacer cosas con tros, pero como ahora eso no puede, hay que buscar alternativas”, dice el doctor Manuel Rey: Una forma de lidiar mejor con los sintomas es explicitarlos, ponerlos sobre la mesa, agrega el psiquiatra Pablo Toro. “Conversarlo puede aliviar mucho, porque la primera parte de manejarlos es asumir cómo se está enfrentando la pandemia”, explica. Y en esto se vuelven muy importantes las redes sociales las reales y no las digitalos. “El Hablar y compartir con otros, esos que son importantes, posibilita a la persona aser más compasiva con lo que está viviendo (independientemente del propio contexto), aclara. Incluso sí ahora esas conversaciones solo se pueden dar por Zoom. Pero si el o los síntomas no le permiten a persona realizar su rutina diaria de una forma razonablemente buena, eso es una señal de alerta y que necesita consultar a un espe lista. El estar constantemente hiperalerta o tener cuadros de estrés agudo puede volver crónico algunos de estos problemas, dice Pablo Toro. Los estados de ansiedad e incertidumbre pueden producir problemas en la memoria o en el nivel de atención, pero ellos deberían desapare¡ cer una vez que se vuelva a la normalidad, dice Pedro Maldonado. “Esto, por el mecanismo de resiliencia que agrega Pero como la pandemia no tiene precedentes, aún se desconocen las repercusiones a largo plazo que esta podría tener en la salud mental.
“No ha pasado el tiempo suficiente como para reconocer y entender las eventuales consecuencias”, dice el especiali pr. arecía que Chile había legado a cierta meseta con los casos de covid-19, mientras la vacuna se volvía la luzal final de túnel, pero la impaciencia por recuperar Jalibertad pasó la cuenta. Cerca del 85% delos chilenos hoy está en cuarentena. Por eso no es de extrañar que la rusa emocional esté pasando la cuenta. Insomnio, irritabilidad, angustia y ansiedad pueden estar vol: viendo a aparecer o emergiendo por primera vez. Si bien un año de pandemia implica una fatiga inevitable, también hay que reconocer que les ha dado a todos experiencias sobre cómo sobrellevar las limitaciones de movilidad y el encierro. Un conos miento que no se tenía hace un año.
Inevitable y superable El estar con una fatiga pandémica es natural y esperable, dice Pablo Toro, psiquiatra de la Red de Salud UC Christus, “Si trotamos un mes seguido sin haberlo hecho nunca, es ca seguro que nos van a molestar las rodillas”, explica. Y eso es lo que ha producido el covid-19. No hay registros de un evento a nivel mundial de este tipo, agrega el es pecialista.
“Y tampoco los abuelos nos hablaron del miedo que pudieron haber tenido durante el brote de española (1918-1919), no se produjo el covid-19 nosolo ha presentado un enorme desafío para comba túrlo desde el punto de vista físico, sino tambión desde la salud mental. “Luego de un año, incluso personas que tienen mucha toleran y a las situaciones adversas por privez en su vida se están enfrentando a su propio umbral de resistencia”, dice Pablo Toro.
Por eso, siguien«o con la analogía de la rodilla; si es comienza a molestar, hay que parar de correr o hacer todo lo que está en las propias manos para evitarel dolor, "Algo que no es necesariamente fácil, sobre todo en el contexto actual.
“El agotamiento (pandémico) ne que ver con algo que pensamos que era transitorio, pero que se ha convertido en un estado permanente”, dice Manuel Reyes, psiquiatra de Clínica Alemana, Pero, aun así, la ci pacidad de adaptación se mantiene, “Siempre tendemos a encontrar un nuevo equilibrio”, asegura el psiquiatra, Pero el proceso de lograrlo cansa y lleva a la o la irritabilidad, entre otros estados emocionales, “Vivimos una ansiedad y estrés que de cierta manera estábamos empezando a manejar, por la baja de casos, pero con la situación actual volvimos atrás”, dice Pedro Maldonado, director del Departamento de Ne rociencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, la neurociencia y la psicologí existe el concepto de desesperanza aprendida. "En otras palabras, la persona trata una y otra vez de solucio, nar un problema hasta que se dla cuenta de que no puede. La vida mental que esta. Mos viviendo ahora. Se asemeja un poco a eso”, agrega el especialista, Pero ello no implica que estó todo perdido. Hay cosas que efectivamente no se pueden controlar, pero ol si.
Por eso los especialistas llaman al autocuidado (ver recuadro). “Ant la vía de contención emocional era la sociabilización, el hacer cosas con tros, pero como ahora eso no se puede, hay que buscar alternativas”, dice el doctor Manuel Reyes. Una forma de lidiar mejor con k sintomas es explicitarlos, ponerlos sobre la mesa, agrega el psiquiatra Pablo Toro. “Conversarlo puede aliviar mucho, porque la primera parte de manejarlos es asumir cómo se está enfrentando la pandemia” explica. Y en esto o vuelven muy importantes las redes reales y no las “El hablar y compartir con otros, esos que posibilita a la persocompasiva con lo que está viviendo (independientemente del propio contexto)”, aclara. Incluso sí ahora esas conversaciones solo se pueden dar por Zoom.
Pero si el o los síntomas no le permiten a persona realizar su ru diaria de una forma razonablemente buena, eso es una señal de alerta y a un espect El estar constantemente hiper: lerta o tener cuadros de estrés agudo puede volver crónico algunos de estos problemas, dice Pablo Toro. Los estados de ansiedad e incertidumbre pueden producir problemas en la memoria o en el nivel de atención, pero ellos deberían desaparevez que se vuelva ala norm lidad, dice Pedro Maldonado. “Esto, por el mecanismo de resiliencia que agrega. Pero como la pandemia no tiene se desconocen la repercusiones a largo plazo que esta podría tener en la salud mental. “No ha pasado el tiempo suficiente como para reconocer y et tender las eventuales consecuencias”, dice el especialista hn