Autor: MATÍAS BERRÍOS
Confianza empresarial suma nueve meses en zona pesimista
Los sectores construcción e industria anotaron ligeras bajas con respecto al mes anterior. En tanto, comercio y minería subieron. La confianza del sector empresarial acumula nueve meses en zona pesimista, según la edición de noviembre del Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE), elaborado por Icare y la UAI. Durante el undécimo mes del año, el indicador alcanzó un nivel de 41,05 puntos, superior al mes pasado en 2,09 puntos, posicionando las expectativas empresariales globales en un nivel pesimista. Los sectores construcción e industria experimentaron ligeras disminuciones con respecto al mes anterior, mientras que los sectores comercio y minería registraron alzas. El sector minería se ubicó en un nivel superior al neutral, con 65,13 puntos, mientras que industria manufacturera, construcción y comercio se situaron en niveles pesimistas. Las presiones de salarios se posicionaron en una zona superior Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) 50 puntos es el umbral de neutralidad del índice. Sobre él, las expectativas empresariales son optimistas; bajo él, las perspectivas del sector privado sobre el futuro son negativas.
Da 70 62,73 62,04 60 57,38 40,22 31,74 40 | a 30 | 20 | | | 10 | y 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 | 2022 Fuente Icare, UAT EL MERCURIO No obstante, IMCE elaborado por Icare y la UAI subió en noviembre a 41 puntos: al neutral (70,2 puntos); las expectativas sobre empleo se mantuvieron similares al mes anterior (49,8 puntos); y la producción esperada se ubicó en 58,6 puntos, superior al mes anterior en 9,4 puntos. El uso de la capacidad instalada alcanzó un 82,7 % de uso, similar al mes pasado. La inflación esperada se ubicó en 10,1 %, inferior al mes anterior en 0,3 puntos. La demanda actual alcanzó 34,1 puntos, inferior al mes anterior en 0,8 puntos. Raimundo Valdés, socio y Country Head Chile de Compass Group, plantea que el IMCE de noviembre muestra un alto nivel de resiliencia de la desconfianza empresarial. “Es importante preguntarse por las causas que explican que este indicador se mantenga por tantos meses en zona negativa. Creemos que la explicación del fenómeno se encuentra en la sumatoria de incertidumbres que afectan al país, derivadas de cambios estructurales y normativos que, sumados, pueden generar efectos indeseados en el ámbito económico-empresarial”, señala Valdés.
Por su parte, Karol Fernández, investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la USS, señala que el registro de noviembre resulta revelador sobre las distintas percepciones de los sectores de la producción y del servicio. “Llama la atención el resultado de la pregunta sobre la apreciación general de la economía chilena del sector empresarial, que se ubica en tan solo 18,1 puntos.
El estado de ánimo que estas cifras reflejan debe ser una alerta para que las autoridades reflexionen sobre las señales que están entregando, especialmente en las reformas tributaria y de pensiones, cuyo contenido puede afectar negativamente la competitividad de las empresas y el mercado de capitales, respectivamente, dijo Fernández. Pablo Pincheira, profesor asociado, Escuela de Negocios UAI, destaca que desde agosto hasta la fecha, el IMCE ha mostrado un comportamiento oscilante entre los 38,96 y los 43,27 puntos. “No se alcanza a apreciar en estos últimos meses una clara tendencia ya sea decreciente o ascendente. Esto contrasta con la disminución sostenida que experimentó el índice entre enero y julio de este año”, señala.
Agrega que una posible explicación para el quiebre de esta tendencia puede encontrarse tanto en los resultados mismos del plebiscito de septiembre pasado, así como en las expectativas que se tenían días previos a su realización, que indicaban que la propuesta de nueva Constitución no contaba con el apoyo de la mayoría ciudadana.
Pincheira también plantea que en líneas generales, el IMCE y la variable individual sobre expectativas económicas son coherentes con un escenario macroeconómico y político complejo, que tiene como invitados estelares una alta inflación, una próxima recesión y la tramitación parlamentaria de las importantes reformas previsional y tributaria impulsadas por el Gobierno.