Autor: Matías Concha P.
Daniela Sánchez, psicóloga, es la primera mujer en asumir el mando de Hogar de Cristo, en Biobío
A la nueva cara visible de la institución le preocupa la vida de los más vulnerables. Hace notar que su organización en Concepción sólo logra asistir a 200 de las casi 2 mil personas en situación de calle en la ciudad. Número que ha aumentado en pandemia, de acuerdo a los datos de la retrasada encuesta Casen 2020, que conocimos recientemente. Recién asumió como jefa territorial de Hogar de Cristo, pero esta psicóloga chillaneja lleva seis años y medio trasplantada en la región del Biobío. Acá realiza una inmensalabor social que acogea cercade 1.500 personas mensualmente.
Esto a través de 23 programas sociales, que incluyen una escuela de reinserción educativa en Lota, un programa de acogida en Concepción, dos rutas de voluntarios, un programa deinclusión laboral, tres residencias de adultos mayores vulnerables, cuatro jardines infantiles y cinco programas de atención domiciliaria en Concepción, Penco, Arauco, Los Ángeles y Tirúa. Sin embargo, Daniela Sánchez (45) explica que la pandemia del Covid-19 ha dejado expuesto a uno delos grupos más vulnerables frenteala enfermedad: las personas sin techo. Algo muy poco alentador, tomando en cuenta que en Biobío hay alrededor de 2 mil personas viviendo en la calle.
Ella indica que esta realidad “aunque la percibamos como normal, se trata de unaverdadera emergencia social queno serevuelve con frazadas y café caliente”. Cuando el sistema de salud colapsa, las personas más vulnerables con más dificultades de acceso, como son la gente de calle y los adultos mayores, tienen menos atención de la que habitualmente reciben. “En nuestra región, existe una pobreza oculta, muy rural y alejada de cualquier centro de ayuda”, profesional.
Y continúa: “Por ejemplo, en Tirúa hemos realizado un gran trabajo para llegar a las comunidades mapuche, les entregamos apoyo para enviar los remedios a las casas de los adultos mayores, muchos de los cuales están postrados y con enfermedades crónicas.
Es indudable que solos no pueden conseguirlos, porque están realmente solos y aislados”. La pobreza extrema se extrema Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2020, en Biobío hay 84 mil personas en pobreza extrema y son estos gruposlos el mayor riesgo de contraer Covid-19.
“Si tú investigas, la distribución de contagios y muertes se concentra en los sectores empobrecidos de la ciudad o en la alta ruralidad, donde el hacinamiento y las malas condiciones habitacionales ha dejado en mayor vulnerabilidad alos ya vulnerables”, dijo. - ¿ Cómo se expresa esta alza dela vulnerabilidad quemuestra la Casen? - Que en nuestro territorio estamos por sobre el promedio nacional en cuanto a pobreza extrema, que es de un 4,3%. En la Región del Biobío tenemos un 5,1%, lo que representa un aumento dela pobreza extrema de un 1,4% respecto de la Casen 2017. Esto significa que hay personas sin acceso a vivienda, agua potable, comida, educación, salud, empleo. Pero estos porcentajes suenan lejanos, no se entienden bien.
Yo creo que estos no son números; representan a personas en la calle con hambre, frío, angustia, enfermedad física y mental. - ¿ En qué sectores sucede esto? - Por ejemplo, en Tirúa, donde el 70% de los adultos mayores mapuche vive en zonas rurales. De ellos, el 63,7 % es pobre multidimensionalmente. Es decir, sufren carencias en ámbitos como la salud, la vivienda y el trabajo. Esta realidad hace que la pandemia empeore. Muchos de ellos viven en casas con piso de tierra, sin aislamiento, con poco acceso al agua.
Muchos inclusive duermen con los animales dentro de sus ranchos, en medio de vacas y caballos, sin cama. ¿Cómo pedirles que tengan mascarillas, guantes o desinfectantes si apenas tienen agua para lavarse las manos? Infancia y calle Desde junio están operativos los albergues del Plan Protege, que buscaentregar apoyo durante el invierno alas personas que se encuentran en situación de calle en la zona.
Así es como se habilitaron 16 recintos, los que funcionan las 24/7, entregando comida y refugio a quienes lo necesiten. -Además de la acogida, ¿qué se puede hacer por las personas en la calle? -Puedes participar de nuestras Rutas Calle, que consisten en ir al encuentro de aquellos que no tienen dónde pasar su cuarentena. Les llevamos alimentación, artículos de higiene, agua, abrigo einformación, pero esto no es suficiente. La gente se sigue muriendo de frío en la calle.
Por ejemplo, hace pocas semanas falleció Víctor Bello, un hombre en situación de calle, que vivíaabandonado en un sector de Pedro del Río, en Concepción. - ¿ Hacen falta más albergues? - No necesariamente, de la calle definitivamente, se requiemás sostenibles alargo plazo, como Vivienda Primero, un programasocial revolucionario que en Chile ya favorece a más de 350 personas en varias comunas del país. Por estos días, a nivel nacional, Hogar de Cristo está presentando el Mise, que es un Modelo Integral de Servicios parala Inclusión delas Personas en Situación de Calle.
Lo que propone es coordinación para abordar las múltiples causas de esta realidad de forma multisectorial y, sobre todo, actuar centrados en las personas, en cada una de ellas y su particular historia de exclusión social.
Vivienda Primero es una piedra angular de este modelo, porque ¿ cómo resuelves tus problemas de salud, de consumo, de desempleo, si no tienes un lugar propio? - ¿ Cómo funciona Vivienda Primero? - Se trata de partir por entregar sin requisitos de comportamiento, de “buena conducta”. La idea es que la habiten un máximo tres personas, con dormitorio y baño individuales, y sin condiciones niexigencias previas, además de apoyo psicosocial permanente durante tres años. Esa es la “palanca” que permite ir consiguiendo todolo demás: los controles de salud, la capacitación en oficios, el empleo, el desarrollo de redes y -sobretodo-la recuperación dela dignidad. Otra realidad que se ha comunicado escasamente en Biobío, es la delos niños vulnerables en el territorio. Pocos saben que más de 61 mil preescolares sufren los efectos de la pobreza. La cifra es preocupante, si consideramos que muchos de ellos no tienen un adecuado acceso a la salud o viven en lugares hacinados.
La mayoría proviene de familias migrantes que viven sin calefacción, en condiciones extremadamente precarias, lo que produce que estos niños estén mucho más expuestos a las enfermedades y alos contagios. -¿ Cómo han apoyado a estas familias? -En la región cerca de 200 mil menores pertenecen alos segmentos más pobres del territorio, lo que agrava aún más la situación. Nosotros tenemos la capacidad de acoger a casi 300 niños y niñas, en cuatro jardines y salas cuna. ¿Pero qué pasa con los otros miles de niños en Biobío?