Universitaria partió de voluntaria a África: “Están los pacientes en el piso, llenos de moscas”
Laura Corrotea, de quinto año de Enfermería UDP pasó un mes en Uganda Universitaria partió de voluntaria a África: "Están los pacientes en el "Es un orgullo como escuela", valora Pamela Torres, directora de su escuela en Chile. Oscar VALENZUELA Oscar VALENZUELA quinto año de Enfermería en la Universidad Diego Portales (UDP), tenía hace tiempo el sueño de viajar a África. Pero lo veía imposible, por la distancia y el costo desde Chile. Por eso no lo pensó dos veces cuando se le presentó una oportunidad, apenas terminado su intercambio de estudios en Madrid. En la capital española se presentó al Voluntariado Organización Mother of Good Hope (goodhopevolunteers. com) y fue seleccionada para viajar a Uganda, país de 48 millones de habitantes.
Hasta que compró el pasaje no le contó a nadie, por los prejuicios. "Cuando le dije a mi mamá se mató de la risa y me dijo "tan loca que me saliste". Pero ella es genial y después me dijo 'te apoyo y qué lindo lo que vas a hacer"", recuerda. El 26 de mayo, en compañía de una amiga, también voluntaria, iniciaron el viaje de 14 horas hasta el aeropuerto de Entebbe, en Uganda.
Ahí las esperaba un encargado de la organización y se llevó su primera sorpresa. "El aeropuerto es muy pequeño, eran las cinco de la mañana y ya estaba la ciudad trabajando, afuera había mucha gente y el encargado me dijo que eso lo hacían porque mientras más temprano se levantaban, más posibilidades tienen de ganar dinero en el día, haciendo cosas o vendiendo". También le llamó la atención la gran cantidad de niños que cargaban guaguas. "Las cuidan mientras los papás trabajan", supo después. sin Corrotea (24), alumna de Antibióticos Luego de seis horas en automóvil arribaron a la ciudad de Kamonkoli, su lugar asignado. "Llegamos un sábado y el lunes partimos el voluntariado en el hospital, que el 20 de junio cumplió un año recién funcionando. Es pequeñito, está hecho para la gente de los alrededores y es muy barato, solo cobran las medicinas, no los insumos ni la estadía. Aún así la gente no puede pagar todo", afirma.
Una de las cosas más complicadas fue ver las condiciones del centro de piso, llenos de moscas" piso, llenos de moscas" piso, llenos de moscas" piso, llenos de moscas" salud. "Entras a una sala donde están los pacientes en las camas o en el piso, acostados en el suelo, llenos de moscas y con cero condiciones sanitarias", indica. "El hospital no tiene jabón, entonces decía 'cómo voy a poder atender a una persona si ni siquiera puedo lavarme las manos". Eso fue difícil también", asegura. "Tienen una máquina para hacer el examen de sangre más básico, pero no hay escáner o una máquina de TAC, por ejemplo. Tuve que ingeniármelas un poco, porque en Chile no me había tocado enfrentarme a no tener los recursos necesarios. Fue una experiencia nueva", agrega. pa] pa] Laura fue asignada al hospital de Kamonkoli, a 6 horas de la capital ugandesa.
Otra práctica común era que ante cualquier signo de infección recurrían a los antibióticos. "En Chile, o en España, lo pasamos diluido en 50 ml, en un goteo de media hora o una hora, porque es muy irritante.
En Kamonkoli no tienen suero fisiológico suficiente, por lo tanto el antibiótico lo diluyen en 10 ml, muy poco, y lo pasan directamente a la vena, ya sea una guagua de seis meses o una persona mayor", asegura. "Quedan con las venas irritadísimas, con un dolor gigante.
Los gritos de las personas es una cosa que nunca me voy a olvidar". "Fue difícil acostumbrarme a eso, pero en realidad no hay mucho más Formación integral Pamela Torres, directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Diego Portales (UDP), valora la labor que realizó su alumna en África. "Es un orgullo como escuela", afirma. "Que Laura haya podido ganar experiencia y aportar dentro de la formación de su profesión, y también como persona, es un tremendo logro para ella", destaca.
Destaca que en los cinco años de formación los estudiantes reciben conocimientos que pueden poner en práctica en distintas realidades. "Desde su primer año tienen el encuentro del cuidado integral, que sea centrado en las personas y sea participe el propio paciente en el cuidado de su salud", señala. cuidado de su salud", señala. cuidado de su salud", señala. que hacer", reflexiona.
Les enseñó español También le tocó ir a un colegio durante dos semanas, para realizar clases de primeros auxilios, que incluían RCP (resucitación cardiopulmonar) y la maniobra de Heimlich, en caso de atragantamiento. "No tienen un computador con Power Point que uno les pueda proyectar, entonces con mi amiga hicimos una actuación de los pasos a seguir. Eso fue en la sala de clases y después salimos al patio y les pedimos que lo hicieran ellos. Vimos la técnica, los fuimos corrigiendo, les pusimos música y a ellos les encantaba", destaca.
De paso, aprovechó el tiempo para enseñarles algo de español a los niños ugandeses. "Después, cuando llegaba a la sala, me decían "hola, cómo estás y chao" para despedirse", cuenta. "Me llenó el corazón estar con ellos, por el amor que te dan, todos demasiados interesados en aprender, muy atentos. Lloramos cuando nos despedimos", sostiene emocionada. Esta semana Laura retorna a Chile. "Tengo que terminar mi último internado intrahospitalario en la universidad, ahí me titulo y no sé dónde me lleve la vida. Tengo que trabajar, ganar experiencia, pero me encantaría volver a África, incluso al mismo colegio, para ver a los niños cómo crecen", concluye. Universitaria partió de voluntaria a África: “Están los pacientes en el piso, llenos de moscas”.