Historia ejemplar: volvió al colegio tras 52 años y ahora quiere estudiar gastronomía
Historia ejemplar: volvió al colegio tras 52 años y ahora quiere estudiar gastronomía Nora Gatica actualmente está retomando sus estudios en el liceo de limache, donde ya obtuvo el primer lugar de su curso I. IMACHE.
Hace un par de días, la historia de Nora Gatica Gatica Quiroga se volvió popular en redes sociales luego que su hija, Melissa Díaz, compartiera compartiera con orgullo que ella se había había graduado, a sus 67 años, de primero medio. Pero eso no fue todo, ya que lo hizo con un 6.7, logrando el primer lugar de su generación.
A partir de ese instante, cientos de comentarios positivos positivos alabaron a la adulta mayor por asumir el riesgo y tomar desafíos, valorando el apoyo que sus familiares y su comunidad comunidad educativa le brindaron a lo largo de un camino que, tal como ella misma afirmó, recién recién comienza. Para conocer más de su vida, vida, “El Observador” se reunió junto a ella en el lugar donde comenzó todo: el Liceo de Limache.
En compañía de su hija hija Melissa y su profesora, Daniela Daniela Herrera, relató lo que ha sentido en estos “días de fama” fama” y la alegría de perseguir sus sueños tras haber dejado el colegio hace 52 años. “Yo estudié hasta primero primero medio en Santiago. Después me casé y tuve cinco hijos. La menor, Michelle, tiene autismo severo, lo que cambió todo”, relató Nora, quien actualmente actualmente vive en la población CCU. A esto último se sumó el cuidado de su madre, quien desarrolló un cuadro de demencia. Fueron siete años de deda, pero también el potencial de cada estudiante”. Actualmente, el Liceo de Limache es el único establecimiento establecimiento municipal de la comuna comuna que imparte enseñanza media para adultos. Las clases se desarrollan entre las 18:30 y las 22:15 horas, con una malla flexible y un equipo comprometido comprometido con esta labor. “Nuestra matrícula lamentablemente lamentablemente ha bajado, pero la calidad del trabajo es la misma misma o incluso más exigente. Acá no se regalan notas. Las tareas son muchas y se entrega entrega todo el material. Incluso alimentación, alimentación, para que nuestros estudiantes no tengan preocupaciones”, preocupaciones”, explicó la docente. El desafío no es menor, ya que muchos alumnos llegan después de extensas jornadas laborales o responsabilidades responsabilidades familiares. “Nos gustaría que existiera un bus de acercamiento acercamiento para que nadie tenga tenga que abandonar por temas de locomoción. Y soñamos con ofrecer carreras técnicas”, agregó Herrera. En el caso de Nora, ese sueño sueño ya empezó a tomar forma. “Me encanta la cocina, creo que tengo buena mano. El otro día vino un chef del CFT PUCV a dar una charla y me fascinó. Quiero seguir estudiando estudiando gastronomía. No tengo tengo límites. Mientras la salud me acompañe, voy a seguir”, recalcó. Al escucharla, es inevitable inevitable emocionarse. Porque en cada cada palabra hay una lección de vida. Nora no solo está retomando retomando sus estudios: está reescribiendo reescribiendo su propia historia. Y lo hace con alegría, compromiso compromiso y una mochila cargada de esperanza, que cuenta con el respaldo de su familia y sus profesores. Historia ejemplar: volvió al colegio tras 52 años y ahora quiere estudiar gastronomía La profesora Daniela Herrera junto a Nora Gatica y su hija, Melissa Díaz. dicación intensa, sin espacio para sueños propios. “No fue fácil, pero todo eso igual me hizo crecer. Cuidar a mi mamá mamá y a mi hija fue un acto de amor”, destacó Nora, sabiendo sabiendo que todo aquello, de una u otra forma, le ayudaría a seguir seguir creciendo como persona. “Siempre me gustó leer, me encanta la historia. Pero la vida me puso otras prioridades”, prioridades”, manifestó. Hasta que un gesto lo cambió todo: “Mi esposo, esposo, Jorge Díaz, me dijo: Te tengo un regalo, y me pasó una mochila. Ponte las pilas: me repitió. Y eso fue.
Me motivó”. motivó”. Así fue como Nora ingresó a la modalidad vespertina del Liceo de Limache, en el programa programa EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas). Llegó en marzo, con algo de retraso, pero rápidamente se puso al día. De hecho, en solo seis meses cursó primero medio. medio. Y lo hizo con excelencia. “Me he quedado estudiando hasta las tres de la mañana. Pero cuando me comprometo con algo, voy hasta el final”, expresó expresó con convicción, valorando valorando el apoyo de su familia. “Mis hijos me han ayudado muchísimo. muchísimo. Cuando no entiendo algo, me explican”, mencionó. Y a ellos se suman los docentes, docentes, para quienes no tuvo otras palabras que no fueran de agradecimiento: “Mis profes profes son bacanes.
La profe de historia sabe que me encanta su ramo, el profe de matemáticas matemáticas me tiene paciencia y la profe de inglés hasta nos hace bailar”. EL DESAFÍO DE EDUCAR A JÓVENES Y ADULTOS La coordinadora del programa, programa, Daniela Herrera, no ocultó su orgullo: “Nora representa representa el espíritu de nuestra comunidad comunidad educativa. Aquí no se juzga por qué alguien dejó de estudiar, sino que se celebra celebra que haya decidido volver. Nos interesa la historia de vi.