Autor: Mane Cárcamo
"Chile ha adolecido de una estrategia de desarrollo desde que tengo uso de razón"
Uando va a responder si es verdad o no que su padre (Roberto Zahler, expresidente del Banco Central) se negó a asumir como ministro de Hacienda, a Andrés Zahler se le desconecta el zoom desde sus vacaciones en Maitencillo. Se podría pensar que la tecnología está de su lado para evadir preguntas complicadas, pero se vuelve a conectar y contesta todo. Guarda la prudencia, pero no evade.
El economista PUC, Doctor en Políticas Públicas de Harvard, consultor senior del Banco Mundial en temáticas de economía de la innovación y Director de la Escuela de Ingeniería Comercial UDP, habla con cariño de sus vínculos familiares. Es hijo del reconocido economista y de Ana María Torres, experta en coach organizacional.
“Vengo de dos figuras fuertes, si bien mi papá es el más conocido y al que admiro mucho por su honestidad y rectitud en su actuar, mi mamá me ha marcado por el lado más humano”, comenta. —Tu padre sonó fuerte para ser ministro de Hacienda y según trascendidos, no estuvo disponible afirmando que él “ya había hecho su colaboración hace muchos años”. ¿Es cierto? —Tendrías que preguntarle a él (se ríe). Yo vi que estaba disponible, pero creo que tenía más complicaciones y condicionantes que las que probablemente tenía Mario Marcel. —¿Qué tipo de condicionantes? —No creo que condicionantes técnicas, intuyo que su duda era la edad y la tensión que implica ese cargo. En todo caso, no recuerdo que se lo hayan ofrecido formalmente y que haya tenido que negociar.
Quizás le pidieron antes a Marcel formalmente... “Es el momento para darle un foco al crecimiento” El académico UDP y excolaborador de los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, participó en el equipo programático de Paula Narváez y fue “heredado” al de Yasna Provoste. Afirma que los equipos técnicos hicieron un trabajo “súper sólido”, pero es crítico del manejo político de las candidaturas. “Los partidos de centro izquierda no han querido pegarse el alcachofazo de cómo ha cambiado en la ciudadanía. Ha habido muy poca reinvención y no sé si terminaron siendo incluso un lastre para candidaturas de Paula Narváez y Yasna Provoste.
Imagínate que las presidencias de estos partidos no cambiaron en nada después de haber tenido pérdidas estrepitosas”, comenta. —El presidente electo no fue tu primera opción ¿ Qué dudas tuviste al hacer el cruce de Provoste a Boric? “En salud, educación y pensiones sacamos al Estado de encima, metimos demasiado el mercado y no funcionó”, afirma el experto en políticas públicas. Andrés Zahler, economista —Tal vez el cuán realizable eran las propuestas del programa, con lo que efectivamente se puede hacer en un plazo razonable.
Lo que me lo hizo más fácil fue que en la segunda vuelta se dieron cuenta de que necesitaban un espaldarazo técnico y también político, que significó ajustar el programa, meter a mi papá entremedio... Porque la posibilidad de votar por Kast era imposible e intragable. —Como miembro del equipo de Provoste, mencionaste la importancia de promover “un nuevo rol para el Estado, un Estado emprendedor, incluso co-inversor con los privados”. ¿Eso es posible en un gobierno de Gabriel Boric? —Lo que ha impulsado Chile hasta ahora, y que para mi gusto ha sido insuficiente, es un modelo económico exitoso muy basado en el libre mercado, pero un poquito pasado para la punta.
El apoyo a la innovación y el emprendimiento es demasiado “neutral”. Esto quiere decir que se ofrecen fondos bajo un modelo muy competitivo, lo que está muy bien, pero tenemos una serie de temas sectoriales que no se resuelven entregando subsidios para que el que quiera estudie lo que quiera. Debemos hacernos cargo de algún desafío propiamente chileno, como la marea roja por ejemplo, para ver realmente cómo innovamos en esa problemática con una mirada estratégica.
Chile ha adolecido de una estrategia de desarrollo desde que tengo uso de razón y creo que es el momento para darle un foco al crecimiento, lo que necesariamente implica un mayor rol para el Estado. —Eso suena bien, pero en concreto ¿ cómo se hace? —Siempre es controversial. Está esa idea de un Estado “dirigista”, que define hacia dónde hay que ir y no necesariamente tiene que ser así. Con el estallido, la pandemia y la crisis climática, se nos está pidiendo a gritos darle un enfoque al crecimiento y hoy es más posible que nunca hacerlo. Para orientarlo no solamente vas a necesitar más recursos para innovación, también una guía público-privada. Un trabajo serio entre ambos mundos puede promover que, por ejemplo, en lugares en donde el privado no está invirtiendo, el Estado comience a hacerlo o co-invierta con ellos y después se retire.
En los países que han crecido de manera importante en base a innovación, en algún minuto el Estado se ha metido la mano al bolsillo y no sólo ha puesto la plata, también una visión de lo que es relevante para el futuro. La certeza de que el Estado apoya ciertas iniciativas a largo plazo, da seguridad y esa seguridad ayuda a que los privados se atrevan a invertir más.
La idea es bajar riesgos, no remplazar al sector privado. —La innovación que es uno de tus grandes temas, muchas veces es un concepto que queda enquistado en las élites ¿ cómo sacarlo a la calle y hacerlo relevante para el ciudadano de a pie? —Es una súper pregunta, porque creo que a los que nos gusta este tema lo hemos hecho mal. Hay que lograr que no sólo sea un tema país, sino también ciudadano.
Tal vez primero pasa por destecnologizar el concepto y entender que innovación no es Hi-Tech o automatización de procesos, sino que es cómo hago algo distinto, en dónde mejoro la calidad, el servicio o logro bajar rentabilidad para disminuir costos y agregar valor.
Si tu lo miras así, prácticamente cualquier empresa puede innovar. —Eso implica un cambio de mentalidad también... —Si sales del corto plazo, levantas un poco la vista, y comienza pensar a 5 años plazo, dejas de hablar de costos, impuestos y empiezas a pensar de estrategia, futuro o capacidades. Somos un país en que todavía el cortoplazo nos come, porque los incentivos están puestos en esa lógica... a los gerentes se les paga por sus resultados del año. Las empresas realmente innovadoras, son empresas que están haciendo planes de 20 a 30 años.
“El sector privado es el que tiene que llevarla” —En una columna de 2020 afirmaste que “históricamente en Chile se ha sub-invertido en CTI, pero el proyecto de Ley de Presupuestos para el 2021 nos hace retroceder 7 años”. Crítica dura para el gobierno de Piñera. ¿Le faltó fuerza al Ministro Couve para defender las prioridades de su cartera? —No quiero juzgar al ministro Couve en ese sentido, a él le tocó crear una cartera desde cero.
Mi impresión es que el Presidente no cree mucho en este tema, pienso que Couve no tuvo la posibilidad de conseguir más para un ministerio que estaba empezando y creo que tiene que ver con las condiciones con las cuáles llegó. Si miras quién ha estado en la Corfo y ves cuánta plata le ha puesto a este tema, te das cuenta que no es prioridad para Piñera. Las caídas presupuestarias en estas materias vienen de antes de la pandemia. Cuando ni en el ojo político, ni en lo presupuestario le das relevancia a este tema, ya das una señal. En contraparte, Boric es el primer presidente que conozco al que tengo la impresión que esto le importa de verdad. Se le escucha casi todos los días hablar de innovación, productividad y desarrollo. Hay una oportunidad para que este sea un tema central en lo que viene.
Acá hay una promesa de aumentar radicalmente el presupuesto en estas materias. —¿ Crees que Boric podrá incluir con tanta libertad temas como co-inversión, productividad, relación público-privado con una presencia relevante del PC en su gobierno? —Conozco a varios miembros del partido que son economistas y que no por ser comunistas están en contra del sector privado.
De hecho tenemos a una subsecretaria de Economía comunista (Javiera Petersen), a la que jamás he escuchado decir que el sector privado tiene que desaparecer o que hay que atacarlo, si no más bien ver cómo el Estado orienta el desarrollo de Chile. Están súper claros que el sector privado es el que tiene que llevarla y no el Estado, en eso no hay ninguna duda.
Ahora, si prima una lógica más dura, menos de economistas y más política, puede que la cosa sea más difícil. —Viene un escenario difícil para Boric ¿ cómo conjugará el futuro ministro Marcel las altas expectativas de la ciudadanía con un complejo momento económico? El futuro gobierno sabe que al traer a Marcel, el tema de la responsabilidad fiscal viene con él” Los partidos de centro izquierda no han querido pegarse el alcachofazo de cómo ha cambiado en la ciudadanía.
Ha habido muy poca reinvención y NO sé si terminaron siendo incluso un lastre para candidaturas de Narváez y Provoste” —El ministro tendrá que trabajar con gradualidad, priorizando las metas y mi esperanza es que no se parta con todo a la vez. Probablemente no se alcance a hacer todo lo que se espera y eso va a generar frustración. También el futuro gobierno sabe que al traer a Marcel, el tema de la responsabilidad fiscal viene con él.
Pero sin duda, el manejo de expectativas va a ser muy importante. —¿ Qué piensas de iniciativas como el Banco Nacional de Desarrollo? —El Banco Nacional de Desarrollo tiene que ver con la lógica de si verdaderamente queremos ampliar las herramientas para acelerar el crecimiento y tener cierto foco estratégico. También con expandir la demanda a otras formas de apoyo. Si es así, me parece una buena idea. La idea de esta banca no es remplazar a la privada.
Esta es una iniciativa que ya existe en varios países. —Con esa figura ¿ en qué lugar quedan instituciones como Banco Estado, Indap o la Corfo? —Basta con que le amplíes el foco estratégico a estas instituciones... tampoco he pensado mucho qué institución debiera entregar estas herramientas.
Puede que no sea necesario crear una institución nueva, tal vez hay que transformar a las ya existentes para que esto se haga en un plazo realizable. —¿ Qué te pareció el nombramiento de Rossana Costa como Presidenta del Banco Central? —Es un buen nombre. El que sea mujer es maravilloso, además ella le puede dar más valor a la independencia del Banco Central y eso es muy positivo.
Me pasa que hay un tema de timing, la pregunta es ¿ cuántas de estas cosas se podrían haber conversado y dejado más abiertas para que el nuevo presidente nombre?... pero la política es así. —Hace 10 años en una entrevista para la BBC Mundo dijiste: “Chile está mal y no va en el camino correcto. Hay dos países: uno con muchos recursos y otro sufriendo para parar la olla” ¿ Ves avances? —Si miramos el estallido social esa declaración lamentablemente sigue vigente. Ahí hablaba de un estudio que demostraba que si comparabas a Chile con Uruguay por ingreso per cápita, Uruguay era más pobre, pero la mayoría de los uruguayos vivía mejor que los chilenos. En estos 10 años la desigualdad ha bajado un poco, pero hay algo estructural que no ha cambiado.
Se ve en la pobreza multidimensional y en una vulnerabilidad que es la raíz del estallido social y que se traduce en una desigualdad no sólo de plata, también de poder, de acceso y de dignidad que no puede seguir. Esto no quiere decir que hay que redistribuirlo todo, pero hay que empezar a cambiar algunas cosas. Por ejemplo en salud, educación y pensiones sacamos al Estado de encima, metimos demasiado el mercado y no funcionó.
En todo lo que no sean esos tres ámbitos, que la competencia se la juegue con todo. —Se nota que los temas país te apasionan ¿ te llamaron para trabajar en el nuevo gobierno? —(Sonríe) No voy a decir nada. Te están ofreciendo algo? —Estoy en ese proceso...