Autor: OSCAR VALENZUELA
Escuela de riego forma expertos en ahorrar cada gota de agua
Creador de academia afirma que instaladores de sistemas para jardines parten ganando alrededor de $700.000.
E suele decir que para regar césped se requieren 8 litros de agua por metro cuadrado. "¿Y si el terreno donde está instalado no absorbe el agua? Al cabo de una semana ese pasto se murió por el hongo”, asegura Claudio Rojas, director de la Escuela de Riego Automático con Ahorro de Agua.
Con más de 20 años de experiencia realizando proyectos de áreas verdes en hoteles, parques y empresas, se queja de la falta de mano de obra calificada. "Hay muchos instaladores que no lo hacen con ningún grado técnico. Van, compran los equipos y los instalan sin ningún criterio”, lamenta. Un sistema de riego automático depende de muchos factores, añade, y cada uno requiere un equipo específico. “No es lo mismo armar un riego automático en La Reina que en Pudahuel. Primero hay que ver características del terreno; después el microclima en La Reina es más helado, hay más especies verdes, árboles añosos, por lo tanto en verano la temperatura es más fresca”, indica. Otro fallo común, asegura, es el horario en que se programa el riego. Podemos regar a las 2 de la tarde, porque se evapora entre 30% y 40% del agua. Es preferible antes del alba, al amanecer, para aprovechar la temperatura ambiente”, recomienda. Curso abierto Entrenar más especialistas es el objetivo del curso online que imparte Rojas. Incluye para cada alumno un kit de terminales, boquillas y válvulas que llegan a domicilio. “Para que los armemos y desarmemos en clase, vean cómo funciona, cuáles son los problemas que tienen”, señala. La capacitación comienza el 5 de julio, no se piden conocimientos previos para realizarla y el valor es de $607.600. Rojas dice que la inversión se recupera rápidamente una vez que se comienza a trabajar en el rubro. "Un técnico ayudante, que arma los riegos automáticos, instala las válvulas y repara, gana unos $700.00 líquidos.
Quien diseña, dibuja, hace los cálculos de caudales y presiones, está ganando hoy día $1.600.000 ”, asegura. "El pri- “Son cambios que llegaron para quedarse, tenemos una megasequía prolongada que ya supera los diez años” Alejandro Antúnez, investigador del Inia El césped no la única opción: plantas que cubren el suelo requieren mucho menos regado mer mes de trabajo va a ser de ensayo y error del instalador, pero la persona al tercer mes ya recuperó lo invertido”, promete. Más información en escueladeriegoautomatico. Cl bit. Ly/3bp2Hqn). En medio de una megasequía Alejandro Antúnez, investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) y director del diplomado de sistema de riego tecnificado de la Universidad Mayor bit. Ly/3hmPQZy), coincide en que se necesitan especialistas en el área. "Tenemos la incidencia del cambio climático en Chile que se manifiesta en la escasez hídrica, sobre todo en la zona central y centro sur. Son cambios que llegaron para quedarse, tenemos una megasequía prolongada que ya supera los diez años de duración y pensamos que el recurso hídrico va a ser cada vez más escaso”, sostiene. También menciona el factor de la eficiencia en el riego. “La presión de la sociedad para que la agricultura use mejor el agua para producir alimentos va a ser cada vez mayor”, opina. Advierte que hay falencias de capacitación en distintos niveles.
“En las escuelas de agronomía el riego representa uno o dos ramos de los cursos profesionales, generalmente son escasos y no dan las herramientas suficientes para que el profesional se desempeñe adecuadamente en el sistema de riego, para dominar mejor las nuevas tecnologías. A nivel técnico y técnico superior tienen más falencias que la preparación universitaria en este sentido”, comenta.
Plantas en vez de césped Muchas veces el pasto no es la mejor opción, tomando en cuenta la escasez hídrica, por lo que puede ser reemplazado por otras especies. "Tenemos tres tipos de plantas: dimondia (Dymondia margaretae), cótula (Cótula scariosa) y tiqui tiqui (Phyla reptans), que en promedio ahorran entre 60% a 70% de agua en relación al pasto”, explica María Jesús González, de la empresa Cubresuelos Chile (en instagram (Ocubresueloschile). Se colocan idealmente 15 plantas por metro cuadrado (cada una cuesta alrededor de $350) y al crecer se juntan, formando una cobertura vegetal verde. De lejos, de hecho, parece pasto.
“Si uno las planta en la época adecuada, que es de septiembre a octubre, el tiqui tiqui se demora un mes y medio en cubrir, la dimondia entre 3 a 4 meses, y la cótula unos dos meses”, aclara González. "Es más lento que colocar una palmeta de pasto, pero a la larga son un ahorro de agua y de huella de carbono -no necesitan que un jardinero las esté cortando-, además que no tienen el alérgeno del pasto”, destaca. Una vez crecidas requieren pocos cuidados.
“La dimondia se riega una o dos veces en el mes cuando está la cobertura vegetal lista, el tiqui tiqui -planta nativa chilenase riega una vez a la semana, y la cótula sirve para los espacios de sombra y semisombra. Cuando está a pleno sol, requiere agua por lo menos tres veces a la semana”, indica.