El surf emerge como una terapia para ayudar a personas con autismo
Mejoras en el aspecto sensorial, la tolerancia y las relaciones sociales son algunos de los beneficios que puede entregar este deporte. JANINA MARCANO Cristián Encalada, profesor de “Adapta Surf Coquimbo”, una escuela inclusiva de esa región, cuenta que uno de sus alumnos más emblemáticos es Nelson Huamán. “Es un niño que tiene autismo y que cuando llegó siempre estaba con un oso de peluche del que no se despegaba”, cuenta Cristián, cuya escuela ofrece clases a niños y jóvenes con la condición.
“Empezó a ir a las clínicas de surf y su mamá notó que no solo había dejado el oso, sino que empezó a hablar. ¡Empezó a abrazar asu mamá y hasta le dijo que la quería! Eso fue bien impresionante”, cuenta el profesor. Esto, tomando en cuenta que una de las principales características del autismo es la dificultad para establecer relaciones afectivas. Y es allí donde entra el surf, un deporte que ha surgido como una terapia emergente en varios países para ayudar a personas con autismo.
Recientemente, en España y Panamá han inaugurado varias escuelas con este enfoque, mientras que en Chile ya existen al En la web En la página de Facebook “Adapta Surf Coquimbo” se puede encontrar información sobre esta escuela. Para saber más de Adapta Chile, está disponible el perfil de Instagram (wadaptachile. Menos dos, además de algunas ONG que se encargan de realizar talleres con el apoyo de escuelas tradicionales. Es un tema que llamó la atención de un grupo de investigadores de la Universidad San Sebastián, quienes realizaron una investigación al respecto en 2018. Los académicos midieron los cambios en 12 chilenos, de entre 8 y 16 años, diagnosticados con autismo luego de tres y seis meses de haber practicado surf en dos escuelas inclusivas.
Lucas Pumarino, terapeuta ocupacional y uno de los autores del estudio, explica parte de los hallazgos: “Encontramos un aumento en la participación social, debido a que ellos identifican que pueden tener una vida entretenida en un círculo de personas”, cuenta Pumarino.
“También encontramos mejoras en el aspecto táctil, es decir, empezaron a tolerar mejor el contacto (corporal) con otros”. El ambiente La neuróloga de Clínica Santa María, Marcela Paredes, asegura haber visto mucho de estos beneficios en la práctica clínica.
“Tengo pacientes que han empezado a practicar surf y han mejorado su interacción social y su integración sensorial, así como la capacidad de comunicación y tolerancia a la frustración”, asegura Paredes, quien explica que las mejoras pueden estar asociadas al ambiente propio de este deporte. “El trabajo con la arena y las olas hace que ellos trabajen con mucha información sensorial”, dice la doctora.
“Además, el hecho de que tengan que escuchar y después llevar a la acción y pararse en una tabla hace que sean mucho más conscientes de su esquema corporal y eso es clave en la rehabilitación”, añade. Daniel Huasco, encargado de “Adapta Chile”, una corporación deportiva que atiende a niños con necesidades especiales, incluidos aquellos con autismo, cuenta que el 70% de sus beneficiarios de 2019 fueron menores con la condición. La escuela, que también incluyó el surf entre sus deportes principales, realiza sus actividades en la playa La Boca, en la Región de O'Higgins. “Lo principal que hemos visto es que estos niños aprenden agenerar un vínculo con los demás y que sus padres no habían visto antes”, coincide Huasco. “Los mismos padres te dicen que sus hijos no compartían con nadie y ahora hasta comparten sus juguetes o te saludan de abrazo, y son avances que se ven a diario”, puntualiza. Al menos dos escuelas en Chile ya ofrecen la práctica a quienes presentan la condición: