Autor: WILHEM KRAUSE
Bernardo Serrano tiene un bar escondido en el comedor: le caben 30 botellas
"Se han reducido los espacios de la vivienda, lo que ha provocado un boom en la multifuncionalidad en el mobiliario”, describe una diseñadora industrial. A trabajar a los 19 años en el rubro de los bebestibles, como bartender de Absolut. Así, siempre había botellas de licor en casa de sus papás. Tenía hasta botellones de hasta dos litros y medio. A mi querida madre nunca le gusto que yo tuviera tanto alcohol a la vista, que en vez de haber cuadernos de universidad en mi pieza, hubiera botellas”, dice. Cuando se fue por primera vez a vivir solo, a los 25 años, invitó a su madre a visitarlo. Pero se dio cuenta que había demasiado copete expuesto. "Rápidamente adapté una estantería que venía en la casa, era una del comedor para guardar los platos y la convertí en un bar”, cuenta. Serrano ha ido replicando este bar speakeasy en los diferentes lugares que ha vivido. "Es un bar conceptual que proviene de la época de la prohibición del alcohol. El concepto viene por los bares que tuvieron que esconderse detrás de fachadas falsas con un pequeña entrada oculta, donde debías entregar una clave y hablar bajito para que nadie notara nada”, explica.
En su caso le gusta la idea de esconder su bar: “Así, si alguien me dice cosas como qué extraño que tú no tengas un baro pensé que tendrías un baren tu casase convierte en la contraseña automática para abrir la barra”. Vive desde hace cuatro años en su departamento actual, que es de los años 80. El espacio en el que está su bar speakeasy era originalmente para guardar los manteles del comedor. Hizo que las puertas fueran lo más lisas posibles, son del mismo color del muro y las perillas pasan casi desapercibidas. A simple vista, ahí hay un muro. Las puertas cubren los objetos del bar que estando expuestos competirían con los cuadros de la decoración. - ¿ Cuántas botellas le caben? -Unas 25 a 30. No es poco. -No, no es tan poco. Pero para mí, que en mi oficina tengo entre 200 y 300 diferentes, no me parece tanto.
B ernardo Serrano (40) empezó El empresario usó el clóset de los manteles para armar su bar. )) “Durante mucho tiempo tuve copas de Martini, pero nunca he conocido a alguien a quien le guste tanto como a mí, entonces, las tuve que sacar” Bernardo Serrano Trabaja en el mundo del alcohol desde los 19 años y a su mamá le cargaba que tuviera tanto trago a la vista serrano es el fundador de Courier La Coctelera, que vende cajas preparadas para hacer cócteles en casa.
Para febrero está organizando el festival Capital Coctelera, diez días de actividades relacionadas al consumo de alcohol desplegadas en distintos locales de Santiago. -¿ Cómo fue el proceso de elaboración de este bar? -El proceso de armar un bar no termina nunca. Una vez que empezaste, no hay como terminarlo, siempre encontrarás algo que quieras tener en tu bar. Cuando pasó a esta modalidad mi espacio se redujo mucho. Aún así lo voy constantemente rellenando, modificando, rediseñando según las experiencias o tendencias. Además, el bar tiene que ir variando según los invitados. - ¿ Qué fue lo más complicado al montar el bar? -Diría que el espacio. Estoy constantemente teniendo que decidir qué es lo que puedo tener en el bar y qué no, es un espacio reducido.
Por ejemplo, durante mucho tiempo tuve copas de Martini, pero nunca he conocido a alguien a quien le guste tanto como a mí, entonces, las tuve que sacar. -¿ Le ha servido para ahorrar espacio en la casa? -No sé, porqué al final vas juntando tantas cosas que debes ir guardándolas en distintas partes, abasteciendo y modificando según quienes te visitan.
Entonces, claro, se puede ahorrar espacio, pero la tentación de tener cosas entretenidas, novedosas y para todos los gustos es más fuerte. - ¿ Tiene más soluciones polifuncionales en la casa? -Tengo un segundo mueble que es como una minibodega del bar donde tengo todas las cosas que no caben o los recambios de productos. También me gusta dejar limpios y ordenados los espacios de mi casa, entonces, creo que con una buena decoración puede mejorar y equilibrar los espacios.
Lo polifuncional la lleva Catalina Silva, diseñadora industrial y académica de la Escuela de Diseño de la Universidad Mayor, dice que la tendencia de la polifuncionalidad está más clara en los últimos cinco años. ¿Un ejemplo de ello? La cocina americana, que viene por defecto en casi todos los departamentos nuevos. "Esto tiene que ver claramente con que se han reducido los espacios de la vivienda, lo que ha provocado un boom en la multifuncionalidad en el mobiliario”, describe. -¿ Qué mobiliario en este estilo es para usted el más popular?-Yo creo que los escritorios, que sean abatibles y después se anclen al muro. Hay muy pocos computadores estacionarios, entonces eso se hace fácilmente. También, dentro de la polifuncionalidad, está el tema de ergonomía, que el mueble no sólo sea lindo, sino que no cause dolores de espalda u otro tipo de situaciones físicas.