La leyenda del Kavanagh, el primer rascacielos de Sudamérica
La leyenda del Kavanagh, el primer rascacielos de Sudamérica Se cuenta que su impulsora lo encargó en venganza contra otra familia que rechazó un romance La leyenda del Kavanagh, el primer rascacielos de Sudamérica Fue el primer edificio residencial de Buenos Aires y el 30% de los departamentos cuenta con una terraza con jardín y una vista panorámica BANYELIZ MUÑOZ EF Fedificio Kavanagh, de Buenos AiEF Fedificio Kavanagh, de Buenos Aires, se ubica frente a la plaza San Martín, en el barrio de Retiro. Por años fue el rascacielos más alto de Sudamérica y fue el primero con estructura de hormigón armado a gran escala. Fue construido entre 1934 y 1936 y se inauguró el 2 de enero de 1936. Mide 120 metros, tiene 36 pisos y 12 ascensores.
Silvio Plotquin, magíster en Historia y Cultura de la Arquitectura y académico de la Universidad Torcuato Di Tella, escribió el libro "Kavanagh" y señala que en esa época Buenos Aires ya contaba con edificios de altura. Sin embargo, este fue diez pisos más alto que cualquier otro. "Estaba construido con hormigón armado, que no era poco frecuente en Buenos Aires, pero no en tal magnitud. En el transcurso de la obra, el edificio duplicó y triplicó la altura prevista originalmente, trepando de 12 a 36 pisos. Una vez inaugurado, fue retratado en todos los semanarios ilustrados de la ciudad. Se convirtió en referencia obligada de notas y publicidades de moda", comenta.
El arquitecto trasandino Fabian Dejtiar cuenta que la construcción de este edificio fue decisión de Corina Kavanagh, quien perteneció a una familia acomodada de la sociedad porteña. "Si bien no era arquitecta, fue la impulsora del proyecto.
Existe una leyenda urbana -también comentada en la película argentina Medianeras, de Gustavo Taretto que cuenta que ella hizo construir el edificio para obstaculizar la vista de la iglesia del Santísimo Sacramento, utilizada como sepulcro familiar de la familia Anchorena, como venganza por un romance no aceptado entre ella y un joven de esa familia". Jaime Arriagada, doctor en Innovación Tecnológica en Edificación y director de Ingeniería en Construcción de la Universidad Mayor, suma que la obra se inició justo en un periodo en que Buenos Aires era una gran capital mundial, con un núcleo urbano lleno de edificios, tranvías e incluso un zepelín de 240 metros sobrevolando la ciudad. ¿En Chile había algo similar? "Nada a esa escala: el núcleo urbano más desarrollado de esa época era la calle Nueva York en Santiago". lle Nueva York en Santiago". TOMA OVINA an di pp En 1999, la Unesco declaró al Kavanagh como patrimonio mundial de la arquitectura de la modernidad. En 1999, la Unesco declaró al Kavanagh como patrimonio mundial de la arquitectura de la modernidad. BANYELIZ MUÑOZ. Muy moderno Dejtiar cuenta que el Kavanagh fue un inmueble muy innovador para la época al incorporar ascensores, escaleras de emergencia y sistemas de ventilación avanzados. El diseño del edificio, cuenta, proyectó una volumetría escalonada, que permitió que el 30% de los departamentos contara con terrazas con jardín y vistas panorámicas de Buenos Aires. Plotquin reconoce que el edificio fue único en su tipo en la fecha de su inauguración. "Originalmente se instalaron heladeras (refrigeradores) individuales con sistema de refrigeración centralizada. También se dispuso una central telefónica propia para sistema de conserjería y llamadas externas", relata. "El hall principal de ingreso para recepción de visitas e invitados es único, posee ricos revestimientos de travertino y Ónix. Los rellanos de acceso a los departamentos en cada piso están revestidos en finas láminas de roble natural. Las griferías y herrerías fueron diseñadas y producidas especialmente para todo el rascacielos", describe. Dejtiar añade que su inspiración fue el Rockefeller Center de Nueva York, construido en 1932. "Ambos edificios comparten características como sus formas escalonadas y su ubicación privilegiada en el corazón de la ciudad. Tienen una similitud con el estilo art déco, un movimiento de diseño popular entre las décadas del 1920 y 1940", contextualiza.
Lo ratifica Plotquin: "Corina Kavanagh resolvió enviar a sus arquitectos a Nueva York durante el desarrollo de las primeras torres del Rockefeller Center para efectos de entender el modelo de emprendimiento a granel, que tenía grandes beneficios en la reducción de costos de insumos y mano de obra.
De hecho, los adelantos técnicos internos del edificio responden a las especificaciones de este modelo". Pese a tener un gran valor histórico, hoy el edificio no tiene mucha demanda habitacional, ya que está situado cerca de Villa 31, que es un sector con muchas tomas de casas y densidad poblacional. "Es innegable su hermosa arquitectura, pero también es cierto que quedó ubicado en una zona de la ciudad que ya no tiene tanta demanda", sostiene el arquitecto argentino Germán Gómez Picasso, fundador del sitio Reporte Inmobiliario. "Esto en gran parte se debe al desarrollo descontrolado de viviendas del otro lado de las vías de la estación Retiro, donde viven más de 40.000 habitantes. Eso genera tránsito de gente que pasa por esa zona. Es un sector donde hay mucho robo. Y eso repercute, ya que el edificio se sitúa solo a 200 metros", comenta. Hoy el edificio no puede competir con la oferta de unidades más nuevas, que incluyen nuevas tecnologías y funcionalidades, además de distintas amenidades, que es lo que más buscan las personas..