Autor: MARGHERITA CORDANO
Mayor asistencia: el inesperado beneficio de prohibir el uso de celulares en colegios
Mayor asistencia: el inesperado beneficio de prohibir el uso de celulares en colegios El proyecto que prohíbe el uso tos educacionales del país de celulares en establecimien avanzó esta semana en el Congreso, siendo despachado por la comisión de Educación del Senado y quedando listo para ser votado en Sala.
La iniciativa que abarca desde prebásica a educación media apunta a vetar el uso de estos dispositivos en la sala de clases y señala que los colegios deberán disponer de las medidas necesarias para materializar esta prohibición, que toma como base una serie de estudios que indican que los teléfonos distraen y pueden tener “un efecto nocivo para el desarrollo neuronal y cerebral de los niños”, según indica el sitio web del Senado.
En efecto, aunque la evidencia sobre sus consecuencias todavía se acumula y discute, aquella recolectada plantea, entre otras cosas, que entre los resultados positivos de esta política estarían la mejora en los puntajes de las pruebas (en un estudio a pequeña escala, la U. de Carleton en Canadá concluyó que en jóvenes de 16 años, la mejora fue equivalente a extender el año escolar en cinco días) y en la salud mental de los escolares (otra investigación del Instituto Noruego de Salud Pública mostró que redujo los niveles de acoso y que especialmente en mujeres, disminuyó la necesidad de ir al psicólogo). Este mes, tras analizar los efectos de la normativa que restringe el uso de celulares en horario escolar en un distrito escolar en Florida, Estados Unidos estado que cuenta con una política estatal al respecto, investigadores de la U. de Rochester y la Rand Corporation presentaron nueva evidencia que ha sido tildada por académicos del área como novedosa: aplicar esta medida se relacionaría con una mayor asistencia y un menor número de ausencias injustificadas. “Sospechamos que la prohibición de celulares mejora los entornos de aprendizaje y reduce el acoso entre compañeros.
De ser así, algunos estudiantes podrían ser menos propensos a evadir el colegio”, explica a “El Mercurio” David Figlio, autor del estudio, quien agrega que tomando como base un año escolar de 180 días, en algunos de los establecimientos analizados los niños perdieron hasta 16 días menos de clases.
“Por lo tanto, caracterizamos los efectos como modestos, pero significativos”. El estudio señala que los efectos fueron más pronunciados en entornos de middle (11a 14 años) y high school (14 a 18), etapas en donde la posesión y uso de smartphones es más común. Punto de partida En los recreos sin pantallas “hay juego, conversación, deportes y risas. En las salas mejora la concentración, la disciplina y el clima de aprendizaje, y es un obstáculo menos para el manejo de las interacciones. Cuando los niños se sienten en un entorno tranquilo y ordenado, asisten con más motivación”, plantea Teresa Romero, directora ejecutiva de Escuelas Abiertas. Ruth Arce, directora de Pedagogía en Educación Media de la U.
Diego Portales, agrega que “cuando se saca este elemento externo, la clase tiende a concentrarse más en sí misma y a provocar mejores relaciones entre los estudiantes, porque no hay un dispositivo interrumpiendo esa conexión”. Todo eso “favorece también la continuidad del proceso de aprendizaje”. Promover la asistencia a clases “es clave porque es el punto de partida de todo aprendizaje. Cuando los niños asisten con regularidad fortalecen sus rutinas, vínculos y aprendizajes, especialmente en contextos vulnerables”, continúa Romero.
“Mientras que el ausentismo aumenta el riesgo de deserción escolar, drogadicción y menores oportunidades laborales futuras”. Rodrigo Andrade, académico de la Escuela de Psicología de la U. de Santiago, también cree que políticas como la de prohibir los celulares “refuerzan la idea de que la escuela tiene normas claras y coherentes, y eso genera sentido de pertenencia y orden”. Consultado respecto a si esta medida podría significar mejoras en la asistencia a nivel nacional, Andrade es cauto.
“El contexto chileno es particular: hoy el ausentismo tiene causas mucho más profundas que el uso del celular, relacionadas con la desmotivación pospandemia, el malestar socioemocional y la pérdida de sentido de la escuela para muchos niños y jóvenes. En ese marco, una medida como la prohibición de celulares podría tener efectos positivos solo si se implementa como parte de una estrategia más amplia de reencantamiento escolar. Es decir, si se combina con acciones que fortalezcan la convivencia, la participación estudiantil y la conexión afectiva con el aprendizaje. Si en cambio se aplica como una medida punitiva o aislada, corremos el riesgo de aumentar la distancia entre estudiantes y escuela.
Lo que Chile necesita no son solo prohibiciones, sino políticas que enseñen a los jóvenes a usar la tecnología con propósito y sentido”. Prohibir los celulares en los colegios “es un paso importante, pero no suficiente. Más que una regla, es un cambio cultural que requiere el compromiso de familias, profesores y estudiantes, y que los colegios deben construir en conjunto, con planificación y diálogo”, señala Romero. PFA Una medida así podría tener efectos positivos también en Chile, siempre que se implemente con diálogo, acompañamiento y coherencia entre escuela y familia.
No sirve prohibir el celular en el colegio si en casa el uso de pantallas es ilimitado”.. ............................................................... TERESA ROMERO ESCUELAS ABIERTAS Período de transición “La iniciativa global para prohibir los celulares en las escuelas ha avanzado mucho más rápido que la evidencia. Nos complace proporcionar datos iniciales que confirman que la prohibición de teléfonos parece conducir a una modesta mejora en los resultados estudiantiles.
Sin embargo, el hecho de que observemos un aumento en las acciones disciplinarias sugiere que podría haber un período de transición al que los educadores deberían prestar mucha atención e intentar mitigarlo”, señala David Figlio, académico de la U. de Rochester y autor del estudio que analizó el caso del estado de Florida, a propósito de otra de las conclusiones de su investigación: la prohibición se asoció con un aumento de las suspensiones durante el primer año de la medida. “Consideramos esto como un período de transición. Los estudiantes se estaban acostumbrando a la prohibición de celulares y podrían haber sido más propensos a infringir esta norma en un principio.
Asimismo, es posible que los docentes aún no hayan desarrollado mecanismos de cumplimiento, lo que concuerda con la posterior disminución observada en la actividad disciplinaria”.. N Una nueva investigación en EE.UU. vio que con la medida los alumnos perdían hasta 16 días menos de clases. Alejar estos dispositivos del aula ayudaría a reducir las distracciones y mejorar la convivencia, generando ambientes escolares más tranquilos y donde los estudiantes se sienten más a gusto. En Chile avanza un proyecto de ley para restringirlos en establecimientos escolares ‘‘Una medida así podría tener efectos positivos también en Chile, siempre que se implemente con diálogo, acompañamiento y coherencia entre escuela y familia.
No sirve prohibir el celular en el colegio si en casa el uso de pantallas es ilimitado”.. ............................................................... TERESA ROMERO ESCUELAS ABIERTAS Período de transición “La iniciativa global para prohibir los celulares en las escuelas ha avanzado mucho más rápido que la evidencia. Nos complace proporcionar datos iniciales que confirman que la prohibición de teléfonos parece conducir a una modesta mejora en los resultados estudiantiles.
Sin embargo, el hecho de que observemos un aumento en las acciones disciplinarias sugiere que podría haber un período de transición al que los educadores deberían prestar mucha atención e intentar mitigarlo”, señala David Figlio, académico de la U. de Rochester y autor del estudio que analizó el caso del estado de Florida, a propósito de otra de las conclusiones de su investigación: la prohibición se asoció con un aumento de las suspensiones durante el primer año de la medida. “Consideramos esto como un período de transición. Los estudiantes se estaban acostumbrando a la prohibición de celulares y podrían haber sido más propensos a infringir esta norma en un principio.
Asimismo, es posible que los docentes aún no hayan desarrollado mecanismos de cumplimiento, lo que concuerda con la posterior disminución observada en la actividad disciplinaria”. Un informe OCDE en base a los resultados de PISA 2022, advierte que, en promedio, en los países miembros de la organización, más del 40% de los jóvenes manifiesta sentir algún grado de ansiedad o nerviosismo al no tener su celular cerca.