Autor: LILIAN OLIVARES
El “perro Matapacos” mete la cola en la AGENDA DE SEGURIDAD
Utilizada como ícono, la figura cuyo nombre refleja el odio destapado durante el estallido por manifestantes contra la policía, hoy enfrenta juicio público.
El senador José Miguel Insulza habló de “incitación a la violencia”, en momentos en que se discuten leyes urgentes para frenarla... Aquí contamos lahistoria real del “Matapacos”, cuya imagen pusieron en la Plaza Italia luego de cercenar el monumento al general Baquedano. | Como “una locura” lo calificó José Miguel Insulza, miembro de la comisión de Seguridad del Senado.
Se refería al ícono del estallido, el “perro Matapacos”. “Ha afectado mucho todas las cosas que se dicen de Carabineros (... ) losinsultos cotidianos a la policía, esas cosas no pueden ser cubiertas solo por la libertad de expresión, porque son incitaciones a la violencia, y deben ser calificadas como incitaciones a la violencia”. El senador socialista lo dijo cuando se realizaban los funerales de la sargento de Carabineros Rita Olivares, que murió baleada por un delincuente en Quilpué, a pocos días del homicidio del cabo primero Álex Salazar, atropellado por otro delincuente durante un procedimiento policial en Concepción.
Y mientras el Ejecutivo acordaba conlos presidentes de las comisiones de Seguridad del Congreso enfocarse en 15 proyectos de ley sobre seguridad, en medio del clima de indignación por la violencia que está sumando víctimas entre los propios carabineros.
Ya nadie discute que los vientos de odio a las fuerzas policiales se fueron desatando con el estallido, y aún hoy es difícil poner de acuerdo a parlamentarios en este tema, porque hay un sector oficialista que sigue rechazando medidas drásticas... algunos impregnados por los símbolos de octubre de 2019. Hoy, el “perro Matapacos”, como un fantasma, mete la cola en la agenda de seguridad.
LA “TÍA PIKACHU” Y VÍCTOR CHANFREAU Dos figuras clásicas de las protestas de lo que algunos llaman “revuelta” fueron la exconvencional Giovanna Grandón, más conocida como la “Tía Pikachu”, y Víctor Chanfreau, el entonces vocero de los estudiantes secundarios (ACES) que por ese tiempo boicoteó la rendición de la PSU, hoy PAES, de los postulantes a la universidad.
La “Tía Pikachu”, habitué de las manifestaciones en la plaza Baquedano, dice hoy que nunca conoció al famoso “perro Matapacos”. “Yo he visto los videos y un documental del perrito, del año 2013, que siempre acompañaba a a las manifestaciones”. Lo considera “un símbolo de alma libre.
Creo que no hay que mirarlo de forma violenta; aunque, que le hayan puesto “Matapacos' es violento; creo que debieron ponerle otro nombre”. Víctor Chanfreau, en tanto, advierte que el quiltro “murió antes del estallido; no hay un “perro Matapacos' del estallido”. Incluso, uno que tuvieron él con las organizaciones que protagonizaron la toma de la sede principal del Instituto Nacional de Derechos Humanos durante 8 meses y que dejaron cuando asumió el gobierno de Boric, un quiltro negro y con pañoleta al cuello, era “un homenaje” al “Matapacos”. VERDADES Y MITOS La historia se remonta al 2009, cuando una sencilla vecina del centro de Santiago, Marta Campos, comenzó a alimentar a un quiltro negro vagabundo al que “aguachó”, y le ponía pañuelos en el cuello. Doña Marta vivía cerca de la Usach, epicentro de varias manifestaciones estudiantiles por el año 2011, en las que casi siempre aparecía el perro.
Y aquí viene algo que puede ser de mito y leyenda: Cuando los jóvenes “combatían” contra los carabineros que intentaban disolver sus manifestaciones salidas de curso, “el quiltro, al que se le veía con un pañuelo rojo, azul o blanco atado a su cuello, combatía con valor a los miembros de Carabineros. Llegó a resistir las embestidas del guanaco. Incluso las bombas lacrimógenas que las autoridades lanzaban para disipar a la multitud”, cuenta el medio digital Gabrica. Cl. Circula un documental que hizo un grupo de alumnos de la carrera audiovisual en la Universidad Santo Tomás, que formaron la productora En Marcha Films, encabezados por Víctor Ramírez. Se estrenó en diciembre de 2013, lo que catapultó al animal que apodaron “Matapacos”, porque, según la leyenda, mostraba toda su dentadura cuando veía a un uniformado de la fuerza pública. El perro falleció en 2017, no durante una manifestación, sino de muerte natural. Pero hay un dato interesante: el animal, callejero, era la antítesis de los estudiantes: cruzaba las calles en paso de cebra y era ordenado dentro de su vida libertina. EL ESCULTOR DEL “MATAPACOS” Fue un escultor activista medioambiental quien esculpió la figura que se convirtió en ícono del estallido.
Marcel Solá —su nombre artístico—, vecino de la plaza Baquedano, el 25 de octubre de 2019, en medio de una multitudinaria manifestación, reparó en que “el movimiento era rizomático, no había una expectativa de que hubiera un discurso, un líder de opinión o algún portavoz que se expresara.
Ahí sentí que faltaban esos íconos o referentes que impulsaran o animaran esa persistencia en las calles”, le dijo a un grupo de estudiantes de la Universidad de Playa Ancha que lo entrevistaron; entre ellos, Joaquín Cáceres. “En ese momento pensé que el único ícono con validez no podía ser nada referente a algo antropomorfo, al ser humano y a los líderes que estaban totalmente desacreditados. Sentí que el ícono era el perro, el negro”, explicó.
A “El Mercurio”, Marcel Solá cuenta hoy que a pocos días de iniciarse el estallido comenzó la creación de la escultura-homenaje al quiltro negro “Matapacos”. “Llevo más de 15 años de activismo medioambiental a través de creaciones realizadas con residuos sólidos, tales como: botellas plásticas y residuos publicitarios. Fue así como esta figura fue originalmente creada con material reciclado de las mismas marchas, algo así como una resignificación simbólica de los residuos o ruinas de las manifestaciones.
Seinstaló en el espacio público en las afueras del metro Salvador, como queriendo hacer un guiño a la palabra “salvador”, algo o alguien que viene a salvarnos”. Su obra la instalaron en la calle el 15 de noviembre de 2019, “como respuesta al supuesto Acuerdo por la Paz relacionado con el pacto a cuatro paredes anunciado ese mismo día por la clase política sin considerar la voluntad del pueblo”. En tono discursivo, Solá continúa: “Miles de personas ese día estaban dispuestas a decir que no se podía llamar a la paz sin haber justicia y respeto a los derechos humanos. Por esta razón, rápidamente, alzaron la escultura ese mismo día 15 de noviembre y fue venerada como un santo en procesión”. El artista visual licenciado en Estética, máster en Museología de la U.
De Valladolid, creó el Museo del Estallido en el barrio Bellavista, donde está su “Matapacos”. Dice que su obra “parte precisamente como un homenaje a quienes han luchado desde distintos ámbitos por un Chile más justo y digno”. Cuenta que también fue vandalizada “desde la vereda contraria”. En octubre de 2020, en el primer aniversario del 18-O, posaron digitalmente sobre la plaza Baquedano la imagen gigante del “Matapacos”. Y en 2021 pusieron una escultura del “Matapacos” ahí mismo donde los rinden culto cercenaron el monumento al general Manuel Baquedano. Solá dice que él no fue.
Y sobre la amenaza que se cierne hoy, cuando se discute la agenda urgente de seguridad, sobre quienes veneran como ícono aun animal que supuestamente mata a Carabineros —lo cual nunca ocurrió—, responde a la crítica hecha públicamente por el senador José Miguel Insulza: “Esta es una creación artística y cualquier intento de acallar estas expresiones atribuyéndoles una connotación de incitación a la violencia no hace más que revivir lamentables episodios de censura a la libertad de creación ejercida en contexto de dictadura cívico-militar”. EL “REVIVAL” Y LOS PARLAMENTARIOS La difusión de la marca “Matapacos” obedeció a un fuerte merchandising que incluyó pañuelos, chapas, poleras y pegatinas con imán para el refrigerador. Matías Asun, director nacional de Greenpeace Chile, fue el primero en inscribir el dominio matapacos. Cl, para comercializar productos artesanales alusivos al perro símbolo de las manifestaciones. Pero los grandes promotores más recientes fueron quienes aparecieron en sus redes sociales el año pasado llamando a aprobar el proyecto fallido de nueva Constitución que se rechazó en septiembre.
Entre quienes aún figuran en Twitter con el ícono perruno se puede ver a la expresidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon; al comediante Bombo Fica; al alcalde de Independencia Gonzalo Durán, de Convergencia Social; a la alcaldesa DC Claudia Pizarro; al diputado Leonardo Soto (PS), entre otros.
Y aunque la imagen sigue pintada en los muros de varias calles del país, algunos comienzan a borrarla, como lo hicieron esta semana en el edificio municipal de Villa Alemana, eliminando así el mural del “Matapacos” bajo instrucción de la alcaldesa frenteamplista Javiera Toledo.
En medio del ambiente encendido que hay en el Parlamento ante la discusión del proyecto de ley Naín-Retamal, que incluye la legítima defensa de la policía uniformada y a lo cual se oponen sectores oficialistas, el tema del “Matapacos” está latente. Al senador DC Iván Flores no le gusta el término.
Pero, dice, “instalar la idea de que la figura del perro bautizado por la ciudadanía como “Matapacos” es un símbolo de violencia o incitación al odio, en el marco del estallido social, me parece subjetivo”. Y acota: “A mí me preocupan otras cosas de alta relevancia, como la violencia desatada, la intolerancia entre la ciudadanía para avanzar en soluciones de fondo y la ausencia de autocrítica de todos los sectores”. El senador Alejandro Kusanovic, de la región magallánica del Presidente Boric, está completamente de acuerdo con su colega del PS José Miguel Insulza en cuanto al peso maligno del ícono octubrista: “Soy partidario de no denigrar a las instituciones públicas, especialmente las encargadas de velar por la seguridad y el orden, del cual depende la sana convivencia; o, alo menos, eso esperan todos los chilenos que pagamos impuestos. (... ) Yo me pregunto, ¿cuál es el Chile que quieren los autores del “perro Matapacos” y sus seguidores? Solo sé que no es el que quiere la mayoría de los chilenos”. El presidente de la comisión de Seguridad de la Cámara Alta, Felipe Kast (Evópoli), también expone su opinión: “El “perro Matapacos' representó el desprecio de la izquierda más radical con Carabineros y su nombre lo ejemplifica perfectamente. Si hoy son cada vez más los arrepentidos de haber cuestionado a esta institución durante el estallido social, y de haber promovido como ícono este tipo de figuras, es porque justamente las señales son importantes.
Y en un momento especialmente crítico para el país, lo que correspondía era respaldar a las fuerzas de orden y seguridad, y no deslegitimarlas frente ala ciudadanía con este tipo de símbolos”. ¿ MUESTRA DE ODIO O ARTE? El igualmente miembro de la comisión de Seguridad del Senado, Manuel José Ossandón (RN), señala que quienes inventaron ese concepto de “matapacos” “tenían razón, porque en Chile lo que está pasando es que están matando carabineros, así de claro.
El “Matapacos' es un símbolo de desprecio hacia la policía, una manera de instalar odio y una lamentable muestra de que hay sectores que no tienen ningún respeto por la vida”. Y, dando respuesta al artista visual Marcel Solá, autor de la escultura del “Matapacos”, indica: “He escuchado a gente decir que es una muestra de arte, lo que es una falsedad total, porque denigrar o inculcar odio contra los otros no tiene nada que ver con elarte”. “Alzaron la escultura el 15 de noviembre y fue venerada como un santo en procesión”. MARCEL SOLÁ, escultor del "Matapacos". HISTORIA DE UN QUILTRO USADO COMO SÍMBOLO DEL ESTALLIDO: