*EFICIENCIA Y SOSTENIBILIDAD: LOS RETOS DEL PANORAMA HÍDRICO
EFICIENCIA Y SOSTENIBILIDAD: LOS RETOS DEL PANORAMA HÍDRICO 72% del agua en Chile se destina a la - -jr* agricultura, según la DGA 74 % del agua utilizada por la minería se está reutilizando en los procesos de la industria El cambio climático está impactando a las industrias que tienen un uso intensivo de agua, poniendo en la agenda la necesidad de un manejo inteligente de ese recurso.
Según datos de la Política Nacional para los Recursos Hídricos, presentada en 2015, la brecha hídrica promedio a nivel nacional -indicador que compara la disponibilidad de agua con las proyecciones de crecimiento económico e infraestructura prevista a construires de 82,6 metros cúbicos por segundo (m3/s) y aumentará a 149 m3/s hacia 2030.
Esta situación viene a derrumbar la posición hídrica privilegiada que tenía Chile en materia de agua y evidencia la necesidad de reformular la manera en que se gestiona su uso, moviendo la balanza hacia un manejo sustentable que permita hacer más con menos agua.
De acuerdo la Dirección General de Aguas, del Ministerio de Obras Públicas, “el agua es necesaria para el consumo de las personas, la conservación del medio ambiente y para otras actividades que ayudan al progreso del país”. Según sus datos, el 72% del agua en Chile se usa en la agricultura y el 12% se destina a agua potable. La minería, en tanto, ocuparía el 3% del consumo.
“La disminución del recurso incrementará la competencia entre los diferentes usos, donde los sectores productivos tendrán conflictos con las comunidades y sectores más vulnerables, lo que aumentará las exigencias de eficiencia y reducción del consumo por parte de los sectores productivos”, analiza Ulrike Broschek, subgerente de Sustentabilidad de Fundación Chile y Líder de Escenarios Hídricos. En el caso del agro, por ejemplo, el agua se destina principalmente a riego, ya que la producción depende de la cantidad de agua disponible cada año. El desafío, dice el Dr.
Diego Rivera, investigador principal del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería de la Universidad de Concepción, tiene que ver con la poca certeza que existe en relación con la temperatura y las precipitaciones, incluso a corto plazo. Lo bueno, agrega, es la alta capacidad técnica de Chile para entregar e implementar soluciones tecnológicas que permitan un uso eficiente del agua.
DESAFIOS MINEROS “Si bien la industria minera consume sólo el 3% del agua del país, su utilización o captación es realizada en lugares con un extremo estrés hídrico”, aclara David Falcón, director del área de Riesgo en Deloitte.
“Esto significa que la industria minera no sólo debe velar por sus planes de producción, sino también por su entorno, por el cuidado de los ecosistemas involucrados”. Además, la demanda de agua en el sector aumentará por el envejecimiento de las minas y el tipo de mineral que se extrae, acota Juan Eduardo Coeymans, Business Development Manager de CDM Smith.
Sin embargo, la preocupación de la industria por el tema del agua no es nueva y ya hay avances que apuntan a enfrentar esta escasez hídrica, “a través de un permanente proceso de eficiencia e innovación”, dice María Cristina Betancour, gerente de Desarrollo de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). Una iniciativa clave es la recirculación del agua en las operaciones, proceso que, según el Informe del Agua 2017, de Sonami, ha permitido reciclar un 74% del agua utilizada en las faenas. “En la gran minería del cobre, en tanto, esta cifra alcanza al 76,5 %, la que ha aumentado en el tiempo”, siendo un 1,1% superior al de 2016, precisa la ejecutiva. Existe coincidencia en que la escasez hídrica puede afectar la competitividad del sector minero al incrementar los costos para abastecimiento, tratamiento y transporte de agua en condiciones extremas.
“Por otra parte, un deficiente tratamiento de aguas residuales (domésticas e industriales) implica un riesgo para la reputación de las empresas y su convivencia con comunidades locales, al mismo tiempo que incumplimientos normativos pueden acarrear multas e incluso la revocación de los permisos de operación de los proyectos”, asegura Andrés Jensen, gerente corporativo de Sostenibilidad de Disal.
Los esfuerzos podrían orientarse, en el más largo plazo, a una operación minera sin agua, lo que “requiere más apoyo gubernamental e inversiones de la industria o de emprendedores con mucho mayor nivel de riesgo”, apunta Álvaro Videla, académico de Ingeniería en Minería UC. “O sea, cambiar disruptivamente la tecnología que se utiliza en la actualidad”, concluye.