Plazos oportunos para inversión deben integrarse más al presupuesto
Plazos oportunos para inversión deben integrarse más al presupuesto PUNTO DE VISTA Plazos oportunos para inversión deben integrarse más al presupuesto presupuesto --por RODRIGO WAGNER-veces el fallecido expresidente Sebastián Piñera conversaba simultáneamentecon colegas de distintas sensibilidades políticas para debatir. Recuerdo laprimera vez que participé en una de esas reuniones colectivas con él, hacia marzo del 2019. En esa oportunidad unos seis meses antes del estallido social el desafío era parecido al de hoy, pues se trataba de mejorar el crecimiento de tendencia y de facilitar proyectos deinversión productiva. Ahí dije algo que quiero recalcar nuevamente con ustedes, en el contexto de destrabar proyectos. Sólo el Ministerio de Hacienda o Presidencia tienen el poder suficiente para poder negociar conun servicio público queapure delas decisiones sobre proyectos. Esto no es sino una aplic: ción dela teoría de negociación eficiente de Coase. Porque las burocracias -estatales O corporativas están separadas en silos. Digamos que cada ministerio o servicio puede ser un silo separado. Donde a veces un silo debe velar por un objetivo, como el crecimiento, pero resulta que es otro silo el que tiene las herramientas para conseguirlo. Pensemos en herramientas como plazos efectivos de permisos de una desaladora o una certificación arqueológica. En términos técnicos, la solución pasa por que el silo estatal que genera la externalidad negativa en la inversión -por las demoras internalice dicho costo social. Eso alinea incentivos. El problema es quién lo negocia. Cuando un ministro de Economía, de Agricultura o de Minería van a la Directemar a pedir una aceleración de trámites para una desaladora, resulta que ese ministro va esencialmente a pedir favores, no anegociar. Porque su cargo no le da las herramientas para transferir le da las herramientas para transferir recursos con otro ministro o servicio. En contraste, cuando el tema se negocia desde Hacienda, con alguien cercano al Presupuesto de la nación, entonces las cosas funcionan más rápido. Enesecaso, el líder del servicio público internaliza que para poder acceder arecursos fiscales, entonces debe ponerurgencia para evitar cuellos debotella innecesarios a la inversión. Porque dos más dos es cuatro, pero dos menos dos es cero.
Sin inversión productiva, hay menor PIB de tendencia, y con menos PIBen un par deaños habrá menosrecursos para financiar objetivos de cada servicio público, yasea un nuevo barco para la marina o un nuevo estudio arqueológico. Nada de esto implica bajar estándares ni dejar pasar proyectos malos. Eso sería absolutamente nefasto. Siendo precisos, la externalidad que se busca mitigar es la demora innecesaria en la evaluación de proyectos. Eso debe estaren los convenios de desempeño de cada servicio, ya sea explícita oimplíCitamente. Cada sectorialista debería monitorearlo la Dipres. Por cierto, esto no es completamente novedoso. Algunosrecuerdan queel ex ministro Búchi llamaba por teléfono para facilitarinversiones en los años 80. Peroclaro, la verdadera gracia está en poder hacerlo en nuestra democracia, con mejores estándares, y donde el ministro de Hacienda ocupa gran parte de su tiempo en el Parlamento y en construir acuerdos.
Por eso, más allá de los cambios legales y los comitésinterministeriales de crecimiento, la autoridad fiscal debería contar con una mano derecha y un sistema presuPuestario para alinear a los silos estatales que demoran la inversión. tales que demoran la inversión. PhD Harvard y profesor en la Escuela de Negocios de la UAI. Escuela de Negocios de la UAI..