Autor: Por Pablo Retamal Navarro Foto Juan Farías
Gastón Soublette “La verdadera ética ha sido reemplazada por el cálculo de lo que me conviene”
“La sociedad actual es una sociedad de la información, y esa información no transforma al hombre, lo envenena”. “Yo soy un campesino, no tengo ropa elegante para presentare me”, dijo Gastón Soublette tras darle unos golpecitos al micrófono antes de empezar su más reciente charla.
Vistiendo un poncho tradicional mapuche, señaló: “Ellos me han autorizado a usarlo, porque no se puede usar algo ceremonial así no más”. Conalgo de timidez, también reconoció que fue nombrado “lonko Ocurre que a sus bien vividos 95 años, Gastón Soublette Asmussen, antofagastino, filósofo, pensador, el llamado “sabio dela tribu”, sigue activo, aunque con un ritmo menos vertiginoso de lo habitual. El pasado miércoles 27 de abril expuso en la inauguración del año académico de Universidad del Alba, en Santiago.
En la ocasión dictó una clase magistral llamada “La necesidad de rehumanización del hombre moderno”. Se trató de una de las últimas actividades públicas de Soublette, según confirma suentorno, dado que por edad y condiciones físicas pretende ir cada vez menos a esta clase de eventos. En esta ocasión, hizo gala de un pensamiento que se ha ido extendiendo merced a entrevistas, libros, pero también en documentales como El sabio de la tribu (2020), de Ricardo Carrasco. Su pensamiento es netamente humanista, como el del fallecido Humberto Maturana. Apela a valores universales como la solidaridad y el respeto a la otra persona. Soublette repite esas palabras como un mantra cada vez que puede y donde va. Así lo hizo en la mencionada clase magistral. “Esta clase magistral que realicé en el contexto del inicio del año académico 2022 en la Universidad del Alba, abordó la pérdida de las características propiamente humanas enel hombre moderno. Entre ellas, se ha perdido la sabiduría y ha bajado mucho la ética.
El hombre de hoy no ama ni respeta a su prójimo, esa es la impresión que da, es muy excepcional una persona que ame y respetea suprójimo”, explica él mismo ahora vía correo electrónico a La Tercera.
Sobre eso, agrega: “Hoy día vivimos apurados, alienados por las formas de vida del paradigma civilizado que tenemos y no hay tiempo para la sabiduría, ni la reflexión, por tanto, no hay lugar para la verdad. Se hanido atrofiando las cualidades superiores del ser humano, porque no hay tiempo.
La ponencia que presenté en esta instancia es hacer consciente la magnitud del peligro que corremos y cómo hacerle frente con una concepción espiritual del ser humano”. Conociendo a su pueblo Quizás para guardar esa misma concepción espiritual del ser humano es que Soublette mantiene un modo de vida austero. Vive solo, en Limache. A veces va alguien a ayudarlo. No usa computador, sino que tipeaen una añosa máquina de escribir. En esta ocasión, entrega sus respuestas poco después de bajarse del estrado. Soublette fue uno de los candidatos al Premio Nacional de Humanidades 2021, distinción querecayó finalmente en José Rodríguez Elizondo.
Como pensador, su último libro fue El filósofo, esteta y musicólogo de 95 años habló con La Tercera después de una Charla que dio en la Universidad del Alba, en Santiago, una de sus últimas actividades públicas antes de su retiro por edad y condiciones físicas. Aquí, reflexiona acerca del mundo digital, de la vida pospandemia, de la saturada sociedad de la información y del futuro de la humanidad. manifiesto.
Peligros y oportunidades de la megacrisis, editado por Ediciones UC, casa de estudios donde se desempeñó como director del Instituto de Estética en la década delosaños 80. ¿Por qué fue director ahí? Porque Gastón Soublettees también musicólogo. En esesentido, trabajó junto a Violeta Parra, de quien llevó sus obras a las partituras.
Fue en medio de esas sesiones cuando la mujer de Gracias a la vida, haciendo gala de su fuerte carácter, le dijo: “Usted es un pituco de mierda”, y añadió: “Nunca va a entender a su pueblo”. Y vaya que le dolió el duro emplazamiento de Parra. Por ello, decidió ponerseenacción. “Como ella me desafió a que conociera a mi pueblo, a lo mejor reconocí que efectivamente era un pituco de mierda. Entonces me propuse conocer a mi pueblo y empecé porlos cerros de Valparaíso. La idea era conocera la gente que vive en las poblaciones arriba, hasta que fui asaltado una noche.
Me asaltaron tres 'lanzas'. Me metieron aun callejón, pero no me hicieron nada, sino que era como jefe de ellos me preguntó '¿ qué tenemos en común tú y yo?'. Entonces, como era la dictadura, le dije que debía ser la protesta. Entonces eso le gustó y nos hicimos amigos. Muy amigos”. El sujeto, curiosamente, era un sobrino de Violeta Parra. Fruto deese trabajo, Soublette publico el álbum Chile en cuatro cuerdas. Se trató de una grabación de música clásica en que arregló, para cuarteto de cuerdas, obras recopiladas por Violeta Parra, además de otros artistas. Lo digital, la pandemia y el futuro Es la preocupación por lo humano lo que ha mantenido reflexionando a Soublette. Al respecto, le consultamos si piensa, al igual que el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, que la irrupción de lo digital ha generado una nueva forma deorganización política, que él denomina infocracia. Y que a costa de fake y bots, ha empezado a socavar las bases de la democracia. “El alud digital como lo llaman, es una forma suprema de lo mismo, de que ya no hay sabiduría, sino que hay pura información.
La sociedad actual es una sociedad de lainformación, y esainformación no transforma al hombre, lo envenena, tanta información finalmente es un veneno para la mente”. “Un hombre que tiene tanta información en la mente, ya no tiene tiempo para reflexionar, para hacerse alguna pregunta sobre de la vida, para tenerun comportamiento ético. La verdadera ética ha sido reemplazada por el cálculo, el cálculo de lo que me conviene, y ahí surge el concepto de la posverdad, que es la versión de los hechos quele poder quenoscontrola”, añade. Por supuesto, y por edad, Soublette debió permanecer encerrado durante el período más duro dela pandemia del coronavirus, en 2020. Hoy, con un alto porcentaje de la población vacunada, el panorama es distinto. Sin embargo, una pregunta cae inevitable: ¿ La sociedad mejoró o empeoró con la pandemia?“Yo creo que hay de lo uno y delo otro. Hay personas que lo pasaron muy mal y quedaron mal psicológicamente, se convirtieron en personas agresivas que se enfrentaron a su familia y a suentorno con impaciencia, con agresividad, con molestia. Salió lo peor de su persona por el encierro, la inseguridad, el miedo. Pero también hubo personas que se enfrentaron a sí mismas, que aprendieron sobre sí mismos, tuvieron la oportunidad de hacerlo, porque tuvieron tiempo y lo aprovecharon.
Muchas personas aprovecharon también este tiempo para leer, aprender cosas nuevas, esto hizo que subiera el nivel cultural de muchas personas”. “La pandemia contribuyó a las personas que tienen el corazón bien puesto, para mejorar susrelaciones con su cónyuge, sus hijos, sus padres y con otras personas. Se dio de las dos cosas.
No sé qué tanto más hubo de una cosa o la otra, pero el hecho de que esto termine con una guerra me hace pensar que fue más de lo malo que de lo bueno”, agrega. En su charla, Soublette habló de la necesidad de acceder a un mundo con mayor armonía. ¿ Cómo acceder a eso? “Los humanos comunes necesitamos un referente superior que instituir como meta de nuestros esfuerzos. Puede ser unideal espiritual, no necesariamente vinculado a la religión, como el caso de Confucio, que creó una espiritualidad laica en la China antigua.
Loimportanquerecuperemos la concepción universal del ser humano, el corporal, el vital, el síquico, el espiritual”, dijo en otra muestra de su pensamiento humanista. ¿Y es optimista o pesimista con el futuro? Soublette responde: “Yo soy optimistarespecto del hombre. O sea, el hombre logrará finalmente su destino trascendente, pero soy pesimista respecto del sistema. El sistema para mí no es el capitalismo, el marxismo va incluido tambiénenlo mismo, este modelo decivilización que busca sacar provecho de todo, con un saber de dominio siempre, privilegiando el poder.
Este es el sistema que hemos creado y no se salva, se derrumba de todas maneras”. “Lo importante es que está surgiendo otro, que los pueblos originarios llaman ya “el buen vivir” y eso es loimportante -añade Soublette-. Cuando cambia un paradigma, está surgiendo necesariamente otro, que en principio corrige los defectos del que se va, esa es nuestra esperanza. El trabajo de las universidades es colaborar a través del conocimiento. Con el surgir de este nuevo paradigma”. O