Autor: Redacción cronica@mercurioantofagasta.cl
Desigualdad y concentración marcaron la inversión pública en la región entre 2015 y 2024
Desigualdad y concentración marcaron la inversión pública en la región entre 2015 y 2024 ne una subrepresentación sistemática, lo que evidencia que el criterio predominante en la asignación de recursos sigue siendo la existencia de carteras estratégicas más que consideraciones demográficas. LI proyectos, concentrana baja ejecución de ción territorial del gasTERRAPO to y escasa participación municipal, son algunos de los principales rasgos que definen la inversión pública en la Región de Antofagasta durante la última década.
Asi lo revela un análisis del comportamiento de los proyectos inscritos en el Banco Integrado de Proyectos (BIP) entre 2015 y 2024, período en el que se evidencia un panorama marcado por desequilibrios persistentes y desafios estructurales, de eso da cuenta el "Análisis del Banco Integrado de Proyectos", realizado por el Instituto de Políticas Públicas de la UCN. dos logró llegar a fase de ejecución.
Comunas como TocopiIla, Ollagüe y Taltal registran bajos niveles de avance, lo que sugiere la existencia de barreras importantes, ya sea en planificación, capacidades técnicas o acceso al financiamiento, destacaron los investigadores, Paulina PoncePhilimon y Juan Páez Cortés. Asimismo, la inversión pública en la región sigue estando fuertemente centralizada. Antofagasta, Calama y Tocopila concentran más del 75% de los recursos ejecutados en el periodo analizado, lo que refleja una distribución desigual del gasto público.
Sin embargo, en los últimos cinco años se ha observado una timida tendencia hacia la desconcentración: comunas como Maria Elena y Mejillones han incrementado su participación en la inversión regional, alcanzando un 16,1% y 10,2% respectivamente. Esta reconfiguración, no obstante, no responde necesariamente a criterios de proporcionalidad poblacional. María Elena, por ejemplo, con apenas el 1,2% de la población regional, ha captado más del gobernanza territorial fragmentada, donde los municipios con menor capacidad técnica ven reducidas sus posibilidades de acceder a recursos.
Aunque el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr) está concebido como un instrumento descentralizador, en la práctica su ejecución sigue concentrándose en comunas con mayores capacidades de gestión, como Antofagasta, reproduciendo desigualdades en lugar de corregirlas. Las fluctuaciones en su asignación -con caídas hasta 2021 y una recuperación posterior-reflejan, además, las tensiones entre la autonomia regional y el control desde el nivel central. Finalmente, las comunas de menor escala como Sierra Gorda, Ollague y Taltal muestran una alta volatilidad interanual, con carteras de inversión dependientes de iniciativas puntuales, sin continuidad ni enfoque multisectorial. BAJA EJECUCIÓN Uno de los hallazgos más relevantes es que solo una fracción de los proyectos registra16% de la inversión ejecutada. Algo similar ocurre con San Pedro de Atacama, que pese a su baja densidad poblacional ha concentrado el 7,9% de los recursos. En contraste, Taltal, con mayor población, mantieINFRAESTRUCTURA DURA En términos sectoriales, el gasto público -detallaron los investigadores en el análisisha estado fuertemente orientado a infraestructura dura, particularmente en Transporte y Recursos Hídricos. Áreas sociales clave como Salud, Educación, Medio Ambiente o Vivienda han tenklo una presencia limitada o esporádica, lo que restringe una agenda de desarrollo más equilibrada. Otro punto crítico es la débil articulación entre los distintos niveles de gobierno. La baja participación municipal en el financiamiento y planificación de proyectos -casi nula en algunos casosda cuenta de una DESARROLLO. Antofagasta, Calama y Tocopilla concentran más del 75% de la inversión en ejecución en el periodo 2015-2024.. EN LA REGIÓN HAY UN MARCADO CENTRALISMO DE LAS INVERSIONES.