EL JARDÍN DEL MAÑANA
LA DRAMÁTICA REALIDAD DEL CAMBIO CLIMÁTICO PLANTEA UN GRAN DESAFÍO AL PROYECTAR UN JARDÍN. COMO LOGRAR UN DISEÑO VERDE, FLORIDO Y AMIGABLE CON EL MEDIOAMBIENTE CON BAJA HUELLA DE CARBONO, Y QUE SE DESARROLLE BIEN ANTE ESCASOS RECURSOS HÍDRICOS Y EL AUMENTO DE LA RADIACIÓN SOLAR. EN ESTE DIAGNOSTICO COINCIDEN LOS EXPERTOS Y ES EL ESPIRITU QUE ANIMA A JARDINERA VD, QUE SE REALIZARA ENTRE EL 24 Y 27 DE OCTUBRE EN EL PARQUE ARAUCANO, Texto, Soledad Salgado S. Fotografías, José Luís Ríssetti.
L desierto avanza 400 metros anuales, eso significa que Chile se desertifica en 70 mil hectáreas al año”, dice la ingeniera agrónoma Claudia Ponce, socia junto a Andrea de la Cerda del estudio de arquitectura y paisaje Taller Par.
El cambio climático ya es una realidad, por lo tanto es necesario proyectar jardines más efiEl cientes en el uso de los recursos que se disponen; y qué mejor, entonces, que sean espacios que nazcan del paisaje original, usando especies nativas del área oquese han adaptado desde zonas con similares características.
Hay una amplia variedad que ofrece colorido y verdor, y que desmitifica el pensamiento de que en el futuro la vegetación se limitaría a cactus y suculentas; hay otras especies de bajo mantenimiento, nativas, como chaguales chilenos, calandrinia, leucocoryne, azucenas, bacaris, e introducidas, como kniphofia, sophora secundiflora, hesperaloes, que son todo un espectáculo. —La flora nativa tiene memoria genética, las especies saben que fueron reproducidas de plantas de los cerros, donde no llueve en verano, y por ende no tienen una estructura fisiológica HIERBA DEL CLAVO, nativa, aporta colorido y contrasta con el suelo rocoso. Vista del Parque Quilapilún. Para aguantar tanta agua -explica. Lo mismo con los elementos del paisaje: “Hay que tener conciencia y preferir piedras locales, antes de contratar un camión para traer material desde lejos”, dice. Las especies que no están acostumbradas a un clima mediterráneo semiárido como el nuestro tendrán mayores requerimientos hídricos, y seguramente habrá que mejorarles el suelo, con la consiguiente huella de carbono.
Osvaldo Moreno, jefe del Magíster en Arquitectura del Paisaje UC, comenta que a nivel ciudadano hay poco conocimiento de la vegetación nativa, y si bien la oferta de los viveros ha aumentado, la brecha es amplia mirando Australia o el sur de California, donde los proyectos se han venido pensando bajo los criterios del cambio climático. Mónica Musalem, dueña del EN FLOR Las plantas tienen distintas maneras de adaptarse alos climas áridos y evitar la pérdida de agua. Mientras especies como el quillay, peumo y boldo lo hacen con sus hojas de cutículas gruesas y cerosas, los cactus evitan la deshidratación a través de sus hojas transftormadas en espinas. Sin embargo, no todo en ellos es áspero, algunos tienen una floración de tonos fuertes que contrasta con su rugosidad (estos están en el Parque Quilapilún), aunque no dura mucho. Claudia Ponce destaca los del Vivero San Pedro. EN CHICUREO se ubica este jardín de Taller Par. La lavanda stoecha resiste la sequía y atrae abejas. EN ESTE JARDÍN, de Taller Par, se mantuvo una serie de espinos formando una plaza dura. Adelante, un grupo de colliguaja odorifera, de la zona central. Vivero Pumahuida, especialista en flora nativa, tiene claro que el proceso ha sido lento.
Si bien tiedesde hace 23 años, solo hace cuatro ha visto un mayor interés por ocupar este tipo de vegetación, saliendo de los árboles como el quillay o el algarrobo, y apostando por ocupar lo nativo en la estrata arbustiva o herbácea. “El paisajismo que se valora acá es como el inglés o francés, que no tiene nada que ver con nuestro clima e identidad”, dice. Lo más sintomático de esta situación es la idea de que sin césped no hay jardín. Un problema mayor si se considera que en verano requiere de 10 litros de agua por m? al día. “Uno no debiera ocupar más de 10% de pasto en un proyecto”, dice Claudia Ponce.
De ahí la importancia de contar con un buen diseño que pueda dar estructura, ritmo y armonía para poner otros elementos en valor; “al final, una explanada de pasto con plantas alrededor es un diseño súper pobre”, agrega.
Moreno dice: “Pensar en áreas de césped desde el punto de vista ornamental es cuestionable y poco ético; sin embargo, ciertas zonas pueden sernecesarias para el desarrollo deportivo ECOSISTEMAS “Silos jardines se diseñan con una paleta vegetal adecuada, llegarán los insectos y las aves (en la foto, un picaflor gigante sobre una puya). No es magia, es la naturaleza”, dice Claudia Ponce. Y es que cada insecto tiene su labor y contraparte; hay larvas que se alimentan de pulgones, hay pulgones que secretan cierta miel para que vivan otros, etcétera. “Las abejas nativas tienen mucha sintonía con nuestra flora. Y hay que recordar que sin abejas, no hay flores”, señala Mónica Musalem. EN ESTE JARDÍN costero (www, espaciopaisaje. Cl)hay miosporos, molles, peumos y maitenes. EL PASTO EN este proyecto solo ocupa el 5% del terreno, junto a la piscina. O recreativo. En los parques públicos, muchas veces tiene una carga social.
Y también hay mezclas de semillas que permiten menos mantención -Mónica Musalem habla de la bermuda, por ejemplo-. Parques y plazas son referentes para la población; hay que realizar un diseño apropiado”. En este sentido, el Parque Amengual de Harris + Illanes en Pudahuel y el Quilapilún en Colina son buenos modelos de uso de especies propias. Sumado a la escasez de agua que enfrentamos, hay una cultura del sobrerriego que hace que las plantas no se expresen bien.
Algo que según la dueña del vivero San Gabriel, la agrónoma Ximena Nazal, pasa por la falta de observación, ya que se tiende a mirar que el suelo está seco y no se mira con detención la planta; hay que aprender de su comportamiento. “El riego por aspersión es lo que más mata al jardín, es una derivación del de las canchas de golf, hay que optar por el riego por goteo o por microjet”, dice. “Es mejor regar una o dos veces por semana, más profundo, que una vez al día y de manera superficial”, agrega Claudia Ponce. Así, las plantas se acostumbran a buscar agua y alimentos más abajo, y el agua se evapora menos. El uso de mulch también ayuda a retener la humedad del suelo, muy importante considerando el aumento de la radiación. Toda esta nueva manera de mirar el jardín ayuda también a la presencia de insectos benéficos. “El paisajismo es una oportunidad para hacer rehabilitación ambiental”, dice Mónica Musalem. Moreno agrega: “Hay que pensar las áreas verdes como sistemas de paisajes o infraestructura verde.
Entender que una ciudad se puede beneficiar de pequeñas plazas, jardines privados, arboledas y parques que, bajo una misma pauta de planificación y diseño, sean benéficos con el ser humano y el medioambiente”. VD RECICLAJE EN CASA En el último tiempo el mercado de las composteras se ha diversificado bastante, en cuanto a precios, materiales y tamaños, por lo que no hay excusa a la hora de reciclar la materia orgánica. Especialmente importante es que enriquece el suelo y por ende es un gran beneficio para el desarrollo sano de la vegetación. “Sirve mucho para suelos arcillosos, porque logra esponjar la tierra”, explica Ximena Nazal, agrónoma y paisajista. Además, con el compost se evita fertilizar. Y Z a DOSCIENTAS especies de flora nativa alberga el Parque Quilapilún, de Anglo American, con un diseño liderado por Consuelo Bravo. XIMENA NAZAL dice que, en ciertos casos, restringir el agua estimula la floración. Aquí una kniphofia o tritoma, especie introducida y de buena adaptación.