Columnas de Opinión: EUTANASIA: EL DESCARTE DE LOS VULNERABLES
Columnas de Opinión: EUTANASIA: EL DESCARTE DE LOS VULNERABLES Por Paulina Ramos Académica Escuela de Medicina UC Por Angelina Dois Académica Enfermería UC d portas de concluir la tramitación del proyecto de ley sobre eutanasia se hace necesario reflexionar sobre el impacto que su eventual aprobación podría tener en varios ámbitos.
Cabe primero precisar que parte del discurso a favor de la eutanasia incluye como ejemplo obvio que es indigno morir atado a máquinas que mantienen artificialmente la vida y que allí corresponde adelantar la muerte practicando eutanasia.
Pero eso no es eutanasia, sin evitar el encarnizamiento terapéutico, conducta que la lex artis médica actual considera antiética, por lo que se acepta en esos casos la suspensión de toda medida extraordinaria de apoyo vital, sin que se requiera ninguna legislación para ello. Por el contrario, eutanasia es actuar con el único propósito de terminar una vida que sí podría mantenerse autónomamente o con solo apoyos ordinarios.
Esta distinción fue parte del análisis realizado recientemente en un seminario organizado por la Facultad de Medicina UC, en el que académicos, parlamentarios y representantes del Colegio Médico abordaron los desafíos éticos y legislativos que plantea esta práctica. Tratándose entonces de un tema delicado, que involucra ni más ni menos que cambiar el concepto de dignidad intrínseca de la vida humana, del cual nacen todos los derechos humanos, conviene revisar la experiencia comparada.
Resulta preocupante, por ejemplo, la ampliación de causales para acceder a la eutanasia en Canadá, en la que se aprobó la inclusión de causales tales como la fibromialgia y el que en la actualidad se haya llegado a que entre el 5% y el 10% de las muertes se produzcan vía eutanasia. El acceso relativamente fácil a prestaciones eutanásicas limita las posibilidades de arrepentimiento de las personas que optaron por ella, que según datos de la literatura, representa una proporción no despreciable. Lejos de ser un simple derecho individual, la eutanasia refleja una peligrosa lógica de exclusión: convierte la fragilidad humana en una carga y la respuesta social en la eliminación del vulnerable. Así lo demuestran los datos y testimonios de países que ya han recorrido ese camino. El verdadero compromiso ético no está en adelantar la muerte, sino en acompañar la vida hasta su término natural, asegurando un cuidado integral, compasivo y digno.
Fortalecer los cuidados paliativos, garantizar el alivio del dolor y ofrecer un acompañamiento humano y profesional son los verdaderos caminos para enfrentar el sufrimiento, sin recurrir a soluciones que vulneran el valor intrínseco de toda vida humana..