EE.UU. y Colombia escalan tensión con llamado a consultas de diplomáticos
EE.UU. y Colombia escalan tensión con llamado a consultas de diplomáticos Los gobiernos de Estados Unidos y Colombia llamaron ayer a consultas a sus máximos representantes diplomáticos, en un nuevo episodio de tensiones entre ambos países que se da tras los dichos del mandatario colombiano, Gustavo Petro, en los que vinculó al país norteamericano con un supuesto plan para derrocarlo.
Washington fue el primero en tomar la medida con el llamado a "consultas urgentes" al encargado de negocios estadounidense en Bogotá, John McNamara, "luego de repudiables e infundadas declaraciones de los más altos cargos del gobierno de Colombia". En respuesta, Petro convocó a su embajador en EE.UU. para que le informe "del desarrollo de la agenda bilateral" con su principal socio comercial y militar.
Entre varios puntos, incluyó la revisión de la lucha contra los "capos del narcotráfico y sus finanzas internacionales". En los últimos meses, el mandatario izquierdista y su homólogo estadounidense, Donald Trump, han chocado por temas como la deportación de migrantes y la guerra arancelaria. El fin de semana se sumó la revelación de un presunto complot para derrocar a Petro con ayuda de políticos colombianos y estadounidenses. El diario español El País publicó audios que sugieren una trama golpista liderada por el excanciller de Petro Álvaro Leyva, en un caso que investiga la fiscalía.
Según el artículo, Leyva se habría reunido hace dos meses con el congresista republicano Mario Díaz-Balart, en un intento por acercarse al secretario de Estado, Marco Rubio, y ejercer "presión internacional" contra Petro y reemplazarlo con su vicepresidenta Francia Márquez. "No es más que una conspiración (de Leyva) con el narcotráfico y con la extrema derecha aparentemente colombiana y norteamericana para derrocar al presidente del cambio en Colombia", declaró Petro el lunes, aunque descartó que Rubio pudiera estar involucrado. "No creo que Marco Rubio esté en un golpe de Estado contra Petro, porque los señores de la extrema derecha que estaban en eso no llegaron a la oficina de Marco Rubio", dijo ayer, y planteó que "hay fuerzas de la derecha extrema que ya hemos visto actuar, tratando de cortar las relaciones entre Colombia y EE.UU. ". Aun así, el mandatario ya había acusado en mayo a Díaz-Balart de liderar reuniones en las que se estaba "coordinando el plan" para sacarlo del poder tras una carta pública del excanciller Leyva en la que en ese entonces pidió a Petro "revisar su permanencia en el cargo" por sus supuestos problemas de drogadicción.
La situación incluso llevó ayer a un grupo de 30 congresistas colombianos a pedir al Comité de Ética de la Cámara de Representantes de EE.UU. investigar a Díaz-Balart, y a los congresistas María Elvira Salazar y Carlos Antonio Giménez, por supuestas "acciones injerencistas" en el país sudamericano.
Esta es la segunda crisis que se produce en la relación bilateral este año, luego de que el pasado 26 de enero Petro no permitiera el ingreso al país de aviones con ciudadanos deportados por EE.UU. alegando que no recibían un trato digno. Trump respondió entonces con una imposición de aranceles del 25% a todos los productos colombianos, pero ese mismo día los dos países llegaron a un acuerdo para bajar la tensión. Al igual que en esa ocasión, la crisis coincide con la vacancia en la Cancillería colombiana. En ese entonces, Luis Gilberto Murillo había dejado el puesto de ministro de Relaciones Exteriores y había sido reemplazado por Laura Sarabia, quien renunció ayer. Presión sobre la relación bilateral: EE.UU. y Colombia escalan tensión con llamado a consultas de diplomáticos Las medidas llegan luego de que Petro vinculara a Washington con un plan para derrocarlo. E.L.G. PETRO apuntó contra la derecha estadounidense. EFE.