"Va a tomar varios años volver a recuperar todo lo que se desaceleró en educación"
"Va a tomar varios años volver a recuperar todo lo que se desaceleró en educación" E ste viernes, Claudia Uribe cerró por última vez la puerta de su oficina en Chile.
Aunque su cargo como directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco --labor con sede en una antigua casona de Providencia, en Santiago-no termina sino hasta fines de mes, las próximas dos semanas se las tomó como vacaciones, pensando en desarticular, ordenar y empacar aquello que acumuló durante los seis años que vivió en este país. Su próximo destino será México, nación a la que la especialista, de origen colombiano, llegará a jubilarse. "Claro que de la educación nunca te jubilas.
La gente que ama la educación la vive como una pasión que dura el resto de la vida, así que me veo siguiendo, participando en lo que pueda ser útil y en lo que pueda aportar", dice sobre sus planes de seguir asesorando en la materia.
Su experiencia la valida: previo a llegar a la Unesco trabajó por más de una década en el Banco Interamericano de Desarrollo, donde entre otras cosas supervisó los programas de cooperación técnica en educación para varios países de la región.
Una vez dentro de Naciones Unidas y estando instalada en Chile, entre sus tareas más apremiantes estuvo liderar los esfuerzos de la organización por contrarrestar los devastadores efectos a nivel estudiantil de la pandemia de covid-19. "Fue, sin lugar a dudas, uno de los desafíos y los remesones más grandes que han tenido los sistemas educativos del mundo", comenta a propósito de las consecuencias que trajo para el aprendizaje, la retención escolar y la salud mental de las comunidades educativas. Oportunidad de repensar Junto con instituciones como Unicef y el Banco Mundial, la Unesco ha estimado que la crisis sanitaria supuso retroceder en 10 años el nivel educativo de Latinoamérica.
La pérdida --lamenta Uribe-se hizo presente en un escenario que ya se mostraba débil. "Hacia el año 2012-2013, la región empezó a tener una desaceleración económica importante y que por supuesto tuvo implicancias en todos los aspectos, sin que la educación fuera excepción.
Lo que desde la Unesco hemos podido constatar, con distintos estudios, es cómo la región, después de venir de un impulso de crecimiento y avance importante, en ese momento entró en un período de desaceleración; en algunos países de estancamientos o retrocesos". "En esa situación nos encontró la pandemia", dice la especialista. "Va a tomar varios años volver a recuperar todo lo que se desaceleró en educación, a seguir el curso que quisiéramos, teniendo en cuenta que no se trata de volver a lo mismo que había antes del covid-19, porque había una cantidad de cosas que no funcionaban bien para todos.
Unas inequidades tremendas y unos ritmos de aprendizaje insuficientes". En ese sentido, Uribe cree que a pesar de la debacle que supuso la crisis sanitaria, esta también significó una oportunidad de examinar la manera en que se hacen las cosas. "Fue una disrupción mayor, pero también un momento para repensar mucho de lo que se hace.
Los sistemas educativos tuvieron que aprender a evolucionar de una manera nunca antes vista, a una velocidad a la que nunca antes habían tenido que hacerlo", comenta sobre, por ejemplo, la necesidad de impartir clases estando lejos de las escuelas. "Desde la Unesco nos pusimos una tarea muy importante, que fue la de acompañar a los países en ese momento, de convocarlos para que pudieran compartir entre todos, intercambiar experiencias, aprendizajes y metodologías que estaban utilizando.
Fue una época de mucha, mucha conversación regional". Agresividad y depresión Uribe espera que ese mismo espíritu de compartir prácticas exitosas ayude a resolver los problemas de violencia que hoy presentan muchos establecimientos. "Es un tema que preocupa a todos los sistemas educativos. Hace unas semanas tuvimos nuestra reunión ministerial, donde estuvieron aquí ministros de Educación de 30 países de la región, y todas las autoridades que vinieron mostraron preocupación por el tema socioemocional. La pandemia dejó una marca en el sentir de los niños, de las familias.
Son muchos los docentes que lo pueden decir: hay situaciones en los salones de clases que preocupan; comportamientos que no se observaban antes, dificultades de socialización entre niños, agresividad y más depresión". Claudia Uribe recuerda que a nivel local --para mejorar estos y otros índices--, la Unesco se comprometió en acompañar al país en el Plan de Reactivación Educativa.
Siguiendo esta línea, los recientes resultados del Simce, que evidencian cierta recuperación de aprendizajes, le parecen una buena señal. "Bajo una mirada comparativa, al observar el resto de los países de América Latina, Chile siempre está punteando en términos de muchos resultados educativos a los que los organismos internacionales dan seguimiento. Hay mucho por valorar sobre el trabajo que se hace en Chile.
Ahora, jamás invitaría al país a ser autocomplaciente, porque todavía hay mucho camino por recorrer", indica. "Chile se ha caracterizado por ser un país en donde la educación es altamente segmentada, donde hay un nivel de inequidad alto". Claudia Uribe, a días de dejar su cargo como directora de la Oficina Regional de Educación de la Unesco: "Va a tomar varios años volver a recuperar todo lo que se desaceleró en educación" MARGHERITA CORDANO n Tras seis años ejerciendo el puesto desde Chile, a fines de mes la colombiana se jubila. Aquí, repasa su período, y alerta de los desafíos pendientes. Aunque destaca avances nacionales, agrega: "Jamás invitaría al país a ser autocomplaciente, porque todavía hay mucho camino por recorrer". "De Chile me llevo un agradecimiento enorme, muchas amistades y aprendizajes.
Se trata de un período de mi vida de crecimiento, de haber podido trabajar con socios y con autoridades de un país que nos ha acogido", señala Claudia Uribe, quien el viernes estuvo por última vez en la oficina de Unesco en Santiago, donde se tomó esta foto. "De Chile me llevo un agradecimiento enorme, muchas amistades y aprendizajes.
Se trata de un período de mi vida de crecimiento, de haber podido trabajar con socios y con autoridades de un país que nos ha acogido", señala Claudia Uribe, quien el viernes estuvo por última vez en la oficina de Unesco en Santiago, donde se tomó esta foto. MACARENA PÉREZ En 2019, la Unesco advirtió que será difícil alcanzar el Objetivo de Desarrollo 4, que apunta a lograr una educación de calidad para todos de aquí a 2030. Hoy, el camino parece aun más complejo.
AFP Acompañamiento docente La Unesco ha señalado que a nivel global, todavía se necesitan 44 millones de profesores para alcanzar la meta de proporcionar educación básica y media para todos antes de 2030. "Es un desafío tremendo", resume Claudia Uribe, quien hace un llamado a valorar socialmente, a través de incentivos y campañas, la importante labor docente. "No es una tarea fácil, pero es una importante, necesaria", dice. "Parte de la valoración de una profesión tiene que ver con cómo se remunera, cómo se establecen condiciones adecuadas para las personas que la escogen y cómo, en este caso, se acompaña a los docentes una vez que empiezan su profesión. Muchas veces ocurre que no faltan profesores porque no ingresen a la profesión, sino porque no se quedan en ella.
Hay una deserción docente muy alta en los primeros cinco años de ejercicio, y eso tiene que ver con que los profesores jóvenes se enfrentan a situaciones en que se sienten sin apoyo, acompañamiento o condiciones adecuadas", explica..